Almagro pide sumar a la OEA y más expresidentes a diálogo Unasur en Venezuela
WASHINGTON. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, propuso hoy sumar al organismo y a más expresidentes al diálogo impulsado en Venezuela por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y exmandatarios de España, República Dominicana y Panamá.
Esta idea, que sugiere en su informe presentado hoy sobre Venezuela, la confirmó y explicó a la prensa su portavoz, Sergio Jellinek, horas después de la publicación del documento de 132 páginas en la web de la OEA.
Esta propuesta de Almagro se enmarca en el proceso de aplicación de la Carta Democrática que activó hoy y que puede tener como consecuencia desde resoluciones o gestiones diplomáticas (18 votos de 34 embajadores ante la OEA) hasta la eventual suspensión de Venezuela (24 votos de 34 cancilleres) como miembro del organismo.
“Una vez que el Consejo decida que la iniciativa en curso de Almagro es acogida positivamente, ¿por qué vamos a desperdiciar el trabajo ya realizado por algunos expresidentes? Y hay que sumar a otros que puede generar un mayor agregado y coordinar entre (Ernesto) Samper (secretario general de Unasur) y Almagro para reforzar los esfuerzos ya existentes”, afirmó Jellinek.
“En las recomendaciones (de su informe) sugiere algunas medidas, entre ellas las de orden diplomático, como por qué no hacer una misión conjunta OEA-Unasur para no desperdiciar las gestiones diplomáticas ya hechas por algunos expresidentes y sumarles a otros expresidentes y generar una actividad conjunta OEA-Unasur”, agregó el portavoz.
En sus recomendaciones, Almagro pide sumar al diálogo iniciado a “aquellos (expresidentes) que han demostrado preocupación anterior por la situación venezolana” y cita a los españoles José María Aznar y Felipe González, al uruguayo Luis Alberto Lacalle, al colombiano Andrés Pastrana, al chileno Sebastián Piñera y al boliviano Jorge Quiroga.
Almagro propone que “dos o tres” de estos expresidentes, “aquellos que quieran o puedan”, se sumen junto a la OEA al diálogo ya iniciado en Venezuela por Unasur y los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá).
Esta idea de Almagro pasa en primer lugar porque el Consejo Permanente, donde cada uno de los 34 embajadores tiene un voto, apruebe en sesión extraordinaria que, como él defiende en su informe, en Venezuela “existe una alteración del orden constitucional que afecta gravemente al orden democrático”.
Si al menos 18 países votan en ese sentido, el Consejo puede aprobar distintas medidas, entre ellas gestiones diplomáticas como la que propone Almagro de sumar a la OEA al diálogo ya iniciado en Venezuela.
El Consejo también puede decidir, por dos tercios de los votos, convocar a una Asamblea General extraordinaria en la que se pueden volver a intentar gestiones diplomáticas o suspender al Estado del organismo, algo que requiere el voto de dos tercios de los cancilleres y que solo ocurrió tras el golpe de Estado en Honduras en 2009.
En la práctica, la suspensión de un Estado miembro de la organización implica que el país deja de participar en todas las actividades del ente, así como en los programas del organismo, como los de anticorrupción, seguridad y promoción de derechos.