Al menos 8 oficiales muertos en ataque a una reunión con jefe militar yemení

Saná, 27 may (EFE).- Al menos ocho oficiales del Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen perecieron este miércoles en un ataque con un 'misil balístico' contra una reunión en la que participaba el jefe del Estado mayor, informó la agencia gubernamental Saba.

El ataque se produjo en la provincia nororiental de Marib y entre los fallecidos está el hijo del jefe del Estado Mayor y comandante de las Operaciones Conjuntas, que tenía el rango de capitán, y siete tenientes, según indicó el presidente del Gobierno reconocido internacionalmente, Abdo Rabo Mansur Hadi.

Saba indicó que el presidente expresó sus condolencias al jefe del Estado Mayor, Saguir Hamud bin Aziz, por la muerte de su hijo en el ataque, en el que según la agencia hubo además varios heridos sobre los que no dio detalles.

Hadi acusó a los rebeldes hutíes de perpetrar este ataque en la conflictiva provincia de Marib.

El ataque se produce tres días después de que expirara el alto el fuego unilateral de un mes declarado por los saudíes en Yemen en coincidencia con el mes sagrado de ramadán y después de las llamadas de la ONU a cesar las hostilidades para atender la emergencia de la COVID-19 en el país.

El pasado 25 de abril, los hutíes lanzaron una operación militar en un área desértica entre las provincias de Al Jawf y Marib, en el noroeste del país, donde las hostilidades no han cesado a pesar del alto el fuego y la crisis sanitaria.

El conflicto armado en Yemen comenzó en 2014, cuando los rebeldes hutíes se alzaron en armas contra el Gobierno del presidente Hadi y tomaron la capital, Saná.

En marzo de 2015 la coalición liderada por Arabia Saudí inició su intervención militar en apoyo del presidente haciendo que la violencia se recrudeciera y la guerra tomara una dimensión regional.

La guerra ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias del mundo y ha degradado la ya de por sí limitada infraestructura sanitaria del país, lo que convierte a Yemen en lugar de alto riesgo ante la expansión del COVID-19. EFE