Abogados de Trump refutan relevancia de testimonio de Bolton

El equipo legal del presidente estadounidense Donald Trump rechazó categóricamente la relevancia del testimonio del exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, en momentos en que los abogados se acercaban al final de su defensa el martes y el Senado se preparaba para debatir si citar a Bolton y a otros testigos como parte del juicio político.

El abogado Jay Sekulow desestimó las denuncias hechas en un libro próximo a publicarse escrito por Bolton que, se ha señalado, contradice el principal argumento de la defensa sobre los acuerdos de Trump con Ucrania. Las revelaciones en ese libro empañaron las esperanzas de la Casa Blanca para un gran final el martes, así como de un juicio político rápido, al tiempo que los demócratas que exigen testigos y algunos republicanos se dicen abiertos a ello.

“No es un juego de filtraciones y manuscritos sin fuentes”, aseveró Sekulow y señaló que el libro era “inadmisible” y no podría ser usado como evidencia.

En su libro, Bolton escribió que Trump le dijo que quería retener la ayuda militar a Ucrania hasta que las autoridades de ese país le ayudaran con unas investigaciones sobre su adversario demócrata Joe Biden. El presidente y sus abogados han insistido en repetidas ocasiones que nunca vinculó la ayuda militar con pesquisas políticas.

Aunque se han burlado del manuscrito, Trump y los republicanos se han resistido a citar a Bolton para que testifique en persona sobre lo que vio y escuchó como asesor de seguridad nacional del mandatario.

Los abogados de la defensa ignoraron mayormente los reportes sobre el libro de Bolton durante los argumentos del lunes, aunque un abogado, Alan Dershowitz, dijo que nada en el manuscrito, aunque fuera cierto, llega al nivel de un delito impugnable.

Sekulow repitió ese argumento el martes y trató de socavar la credibilidad del libro de Bolton apuntando que algunos funcionarios gubernamentales han refutado los comentarios que les fueron atribuidos.

El equipo legal también ahondó en áreas que los demócratas ven como fuera del marco del juicio político, mostrando a Trump y a sus asesores como asediados por la investigación, castigando al exdirector del FBI James Comey y aprovechando los errores de vigilancia que el FBI ha reconocido haber cometido durante su pesquisa sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.