Guacamayas dan armonía y color al caos

"Cuando estaba por la calle y las veía volando, yo decía '¡Ay que bonitas!'''

Vittorio Poggi, de 70 años, un inmigrante italiano, alimenta con semillas de girasol a guacamayas rojas en su casa de San Antonio de los Altos, en las afueras de Caracas, Venezuela. AP/Ariana Cubillos

CARACAS.- En una ciudad como Caracas, donde el ensordecedor ruido de miles de vehículos en las calles crispa los nervios, de basura acumulada por doquier, delincuencia desbordada y el frenético desplazamiento de millones de personas al día, pocos podrían pensar que con sólo levantar la cabeza se pueden deleitar con la espectacular vista del montañoso parque nacional El Ávila.

O con el vuelo de las guacamayas que armonizan y dan color a esta caótica urbe.

A diferencia de las islas del Caribe, incluida Cuba, donde seis especies originarias se extinguieron, la guacamaya, un ave tropical de la familia de los loros; 14 especies de origen americano, cuatro de las siete especies que hay en el país parecen estar bien adaptadas a la capital venezolana como estarían en su hábitat natural que va desde las selvas de México, pasando por el delta y río Orinoco, uno de los más caudalosos del mundo, en Venezuela, hasta los bosques del noreste de Argentina.