Grupo Puntacana, Pionero en turismo sostenible
La historia de la Fundación Ecológica Punta Cana (FEPC) hoy es contada por Jake Kheel, su director ambiental, quien habla con entusiasmo de las seis áreas de acción en que trabajan, y de la integración de la comunicad a los proyectos.
Hace más de 40 años, Ted Kheel, un ciudadano norteamericano, y Frank Rainieri, un empresario dominicano, vieron en el turismo el futuro del país, y decidieron desarrollar un proyecto, conscientes de que debían garantizar que no hubiera daños a los recursos naturales.
Con este enfoque, surgió el Grupo Puntacana, y se convirtió en pionero del turismo sostenible en la República Dominicana, tomando como escenario los bosques densos y vírgenes de la costa este, en la provincia La Altagracia.
¿Pero, cómo garantizar que un negocio con las características del turismo y su consecuente infraestructura, generación de desechos y visita masiva no dañara esos atractivos naturales que son los que conquistan al público, sin sacrificar sus exigencias de confort? ¿Cómo beneficiar y comprometer a la naciente comunidad que surgió con el proyecto?
Como respuesta a estas interrogantes fue creada, en 1994 la Fundación Ecológica Punta Cana (FEPC), una institución sin fines de lucro que actualmente trabaja en cinco áreas de acción, en su empeño de proteger y preservar los recursos naturales de Punta Cana.
Desde el principio, Ted Kheel y Frank Rainieri tenían inquietudes ambientales y sociales. Ted mantenía contacto con científicos y personalidades de la esfera ambiental de diferentes países, por lo que su perspectiva era global. Frank tenía una visión aterrizada en la República Dominicana de cómo el desarrollo puede impactar el medioambiente.
La cara de la FEPC
Quien hoy cuenta la historia es Jake Kheel, un norteamericano, sobrino de Ted Kheel y que por coincidencia, más que por lazo sanguíneo, es la cara de la FEPC desde 2005, año en que asumió el cargo de director ambiental de la entidad.
Pero ni Punta Cana ni la República Dominicana le eran ajenas. Vino por primera vez en 1994, como parte de un intercambio estudiantil y vivió con una familia en Madre Vieja, San Cristóbal. Aprendió el español e interactuó con la comunidad. A partir de entonces, creó un lazo con el país que no se ha disuelto hasta hoy.
Influido por sus vivencias en suelo dominicano, estudió literatura española y latinoamericana. Pero regresó, esta vez para trabajar en proyectos comunitarios en el Sur, durante dos años, y fue al concluir este periodo, en 2001, cuando se le presentó la oportunidad de trabajar en la FEPC, como asistente.
Una maestría en manejo ambiental, en la universidad de Cornell, Nueva York, le aportó conocimientos que le capacitarían para alcanzar y ejercer la máxima posición dentro de la entidad.
"No soy científico, lo mío es manejo de proyectos, buscar soluciones a los diferentes desafíos ambientales. Mi entrenamiento tiene una parte científica, otra legal, otra de manejo de proyectos, porque los desafíos ambientales no son sólo científicos, a veces son sociales, tienen que ver con negocios, con políticas, son integrales", explica.
Áreas de acción
Casi todos los proyectos de la FEPC surgieron de necesidades o de la visión de los fundadores, explica Jake Kheel, quien aclara que lo suyo es la ejecución. "A veces yo sugiero proyectos y ellos los adoptan y los implementamos con su aprobación".
Los proyectos, dice, "son sostenibles, creíbles, con mucho impacto en el país, y pueden influir en otras empresas, eso mejora la imagen del grupo. Todo eso me estimula".
Centro de sustentabilidad
Fue establecido en 1999 teniendo como objetivos la investigación y la educación, creando soluciones para el desarrollo sostenible del Caribe. Fue creado por un acuerdo entre la FEPC, Grupo Puntacana y la Universidad de Cornell. Desde entonces, ha expandido su alcance para incluir diversos grupos de coalición nacional e instituciones internacionales.
Entre sus metas figura el desarrollo e implementación de soluciones a desafíos ambientales globales, influir y contribuir con el desarrollo de destinos sostenibles a través del uso racional de los recursos naturales, desarrollar programas de liderazgo para crear responsabilidad global de los ciudadanos y facilitar la obtención del conocimiento en la región del Caribe.
Descarga Cero
Surgió de la inquietud de cómo manejar la basura en el Puntacana Resort & Club de manera ambiental. "Era una necesidad, identificamos la solución y conseguimos el apoyo de las empresas", refiere Kheel.
De esta forma, Puntacana Resort & Club ha desarrollado el programa de manejo integral de deshechos denominado Descarga Cero, con el que se contribuye a reducir los desechos sólidos destinados al vertedero local, previendo problemas de salud relacionados con la contaminación que generan los vertederos.
Proyecto costero marino
En 2004, la FEPC lanzó el Proyecto Costero Marino en la región de Punta Cana con el fin de balancear el crecimiento continuo y el desarrollo de la región, la salud a largo plazo, la sustentabilidad de la zona costera y los arrecifes de corales, y las necesidades de las partes.
Al ser el destino con el crecimiento más rápido del Caribe y una locación importante para los ecosistemas marinos, y lugar crítico para el apareamiento de especies marinas y de arrecife, FEPC trata de crear un modelo de desarrollo costero sostenible.
A tal fin, trabaja con socios nacionales e internacionales con acciones de monitoreo de la calidad de agua (residual, potable y costera), ejecución de normas, regulaciones, permisos y certificaciones ambientales; monitoreo y restauración de arrecifes de corales, estabilización y enriquecimiento de playas, supervisión ambiental del campo de golf, diseño y construcción, calidad y gestión en el uso de agua y manejo de nutrientes. Actualmente, se trabaja en un proyecto de reforestación y un vivero de corales.
Reserva y Parque Ecológico Ojos Indígenas
Son 1,500 acres de bosque preservado de propiedad y manejado por la FEPC. Es parte de un bosque subtropical decorado con once lagunas de agua dulce. Los visitantes atraviesan túneles verdes con más de 500 especies.
Más información: www.puntacana.org
Tropiezos y desafíos
No todo han sido éxitos, pero más que sentarse a llorar los fracasos, los integrantes de la FEPC corrigen lo que sale mal, lo adaptan y lo comparten para que otros no cometan el mismo error.
Como ejemplo, Kheel refiere que en un proyecto de siembra de vegetales se utilizaron contenedores de piedra que estaban secando el suelo, lo que afectaba la planta y reducía la producción, por lo que fueron cambiados. También en la producción de compost con lombrices se utilizó un diseño que no funcionaba. "Las lombrices se afectaban por plagas y otros problemas. Cambiamos el método y ahora funciona mejor", comenta.
Lograr la colaboración de la comunidad tampoco ha sido fácil. Kheel señala que en cuanto al manejo de desechos sólidos, "nuestro trabajo de educar a incorporar nuestra comunidad de propietarios ha sufrido muchas pruebas. Ha sido todo un proceso enseñar a clasificar los desechos, porque la idea es que todo el mundo mejore su ambiente ambiental, no solo nosotros, como empresa".
En cuanto a la comunidad de Verón, Kheel sostiene que surgió hace unos 10 ó 15 años, atraída por el desarrollo turístico, compuesta por unas 50,000 personas no nativas, por lo que "nuestro trabajo, primero, fue crear un sentido de comunidad". Como parte de ese empeño, el grupo creó una escuela.
La colaboración de esa comunidad con los proyectos de la FEPC no siempre está garantizada, porque la gente no se siente identificada, lo que hace más difícil conseguir apoyo para proyectos ambientales, sobre todo porque este tema para ellos no es prioridad, dice Kheel.
Resalta, sin embargo, la integración de la comunidad de pescadores, de la que dice ha sido muy buena.
¿Pero, cómo garantizar que un negocio con las características del turismo y su consecuente infraestructura, generación de desechos y visita masiva no dañara esos atractivos naturales que son los que conquistan al público, sin sacrificar sus exigencias de confort? ¿Cómo beneficiar y comprometer a la naciente comunidad que surgió con el proyecto?
Como respuesta a estas interrogantes fue creada, en 1994 la Fundación Ecológica Punta Cana (FEPC), una institución sin fines de lucro que actualmente trabaja en cinco áreas de acción, en su empeño de proteger y preservar los recursos naturales de Punta Cana.
Desde el principio, Ted Kheel y Frank Rainieri tenían inquietudes ambientales y sociales. Ted mantenía contacto con científicos y personalidades de la esfera ambiental de diferentes países, por lo que su perspectiva era global. Frank tenía una visión aterrizada en la República Dominicana de cómo el desarrollo puede impactar el medioambiente.
La cara de la FEPC
Quien hoy cuenta la historia es Jake Kheel, un norteamericano, sobrino de Ted Kheel y que por coincidencia, más que por lazo sanguíneo, es la cara de la FEPC desde 2005, año en que asumió el cargo de director ambiental de la entidad.
Pero ni Punta Cana ni la República Dominicana le eran ajenas. Vino por primera vez en 1994, como parte de un intercambio estudiantil y vivió con una familia en Madre Vieja, San Cristóbal. Aprendió el español e interactuó con la comunidad. A partir de entonces, creó un lazo con el país que no se ha disuelto hasta hoy.
Influido por sus vivencias en suelo dominicano, estudió literatura española y latinoamericana. Pero regresó, esta vez para trabajar en proyectos comunitarios en el Sur, durante dos años, y fue al concluir este periodo, en 2001, cuando se le presentó la oportunidad de trabajar en la FEPC, como asistente.
Una maestría en manejo ambiental, en la universidad de Cornell, Nueva York, le aportó conocimientos que le capacitarían para alcanzar y ejercer la máxima posición dentro de la entidad.
"No soy científico, lo mío es manejo de proyectos, buscar soluciones a los diferentes desafíos ambientales. Mi entrenamiento tiene una parte científica, otra legal, otra de manejo de proyectos, porque los desafíos ambientales no son sólo científicos, a veces son sociales, tienen que ver con negocios, con políticas, son integrales", explica.
Áreas de acción
Casi todos los proyectos de la FEPC surgieron de necesidades o de la visión de los fundadores, explica Jake Kheel, quien aclara que lo suyo es la ejecución. "A veces yo sugiero proyectos y ellos los adoptan y los implementamos con su aprobación".
Los proyectos, dice, "son sostenibles, creíbles, con mucho impacto en el país, y pueden influir en otras empresas, eso mejora la imagen del grupo. Todo eso me estimula".
Centro de sustentabilidad
Fue establecido en 1999 teniendo como objetivos la investigación y la educación, creando soluciones para el desarrollo sostenible del Caribe. Fue creado por un acuerdo entre la FEPC, Grupo Puntacana y la Universidad de Cornell. Desde entonces, ha expandido su alcance para incluir diversos grupos de coalición nacional e instituciones internacionales.
Entre sus metas figura el desarrollo e implementación de soluciones a desafíos ambientales globales, influir y contribuir con el desarrollo de destinos sostenibles a través del uso racional de los recursos naturales, desarrollar programas de liderazgo para crear responsabilidad global de los ciudadanos y facilitar la obtención del conocimiento en la región del Caribe.
Descarga Cero
Surgió de la inquietud de cómo manejar la basura en el Puntacana Resort & Club de manera ambiental. "Era una necesidad, identificamos la solución y conseguimos el apoyo de las empresas", refiere Kheel.
De esta forma, Puntacana Resort & Club ha desarrollado el programa de manejo integral de deshechos denominado Descarga Cero, con el que se contribuye a reducir los desechos sólidos destinados al vertedero local, previendo problemas de salud relacionados con la contaminación que generan los vertederos.
Proyecto costero marino
En 2004, la FEPC lanzó el Proyecto Costero Marino en la región de Punta Cana con el fin de balancear el crecimiento continuo y el desarrollo de la región, la salud a largo plazo, la sustentabilidad de la zona costera y los arrecifes de corales, y las necesidades de las partes.
Al ser el destino con el crecimiento más rápido del Caribe y una locación importante para los ecosistemas marinos, y lugar crítico para el apareamiento de especies marinas y de arrecife, FEPC trata de crear un modelo de desarrollo costero sostenible.
A tal fin, trabaja con socios nacionales e internacionales con acciones de monitoreo de la calidad de agua (residual, potable y costera), ejecución de normas, regulaciones, permisos y certificaciones ambientales; monitoreo y restauración de arrecifes de corales, estabilización y enriquecimiento de playas, supervisión ambiental del campo de golf, diseño y construcción, calidad y gestión en el uso de agua y manejo de nutrientes. Actualmente, se trabaja en un proyecto de reforestación y un vivero de corales.
Reserva y Parque Ecológico Ojos Indígenas
Son 1,500 acres de bosque preservado de propiedad y manejado por la FEPC. Es parte de un bosque subtropical decorado con once lagunas de agua dulce. Los visitantes atraviesan túneles verdes con más de 500 especies.
Más información: www.puntacana.org
Tropiezos y desafíos
No todo han sido éxitos, pero más que sentarse a llorar los fracasos, los integrantes de la FEPC corrigen lo que sale mal, lo adaptan y lo comparten para que otros no cometan el mismo error.
Como ejemplo, Kheel refiere que en un proyecto de siembra de vegetales se utilizaron contenedores de piedra que estaban secando el suelo, lo que afectaba la planta y reducía la producción, por lo que fueron cambiados. También en la producción de compost con lombrices se utilizó un diseño que no funcionaba. "Las lombrices se afectaban por plagas y otros problemas. Cambiamos el método y ahora funciona mejor", comenta.
Lograr la colaboración de la comunidad tampoco ha sido fácil. Kheel señala que en cuanto al manejo de desechos sólidos, "nuestro trabajo de educar a incorporar nuestra comunidad de propietarios ha sufrido muchas pruebas. Ha sido todo un proceso enseñar a clasificar los desechos, porque la idea es que todo el mundo mejore su ambiente ambiental, no solo nosotros, como empresa".
En cuanto a la comunidad de Verón, Kheel sostiene que surgió hace unos 10 ó 15 años, atraída por el desarrollo turístico, compuesta por unas 50,000 personas no nativas, por lo que "nuestro trabajo, primero, fue crear un sentido de comunidad". Como parte de ese empeño, el grupo creó una escuela.
La colaboración de esa comunidad con los proyectos de la FEPC no siempre está garantizada, porque la gente no se siente identificada, lo que hace más difícil conseguir apoyo para proyectos ambientales, sobre todo porque este tema para ellos no es prioridad, dice Kheel.
Resalta, sin embargo, la integración de la comunidad de pescadores, de la que dice ha sido muy buena.
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