Gobierno "toma" control de cárcel en operación que deja 8 muertos
GUATEMALA.- El Gobierno se hizo hoy con el control de la cárcel de Pavón, la más grande de Guatemala que estaba en poder de la mafia, en un operación militar y policial que dejó al menos ocho muertos y 20 heridos, informaron fuentes oficiales.
El ministro dijo que Zepada, quien cumplía una condena de 27 años por asesinato, "murió con un fusil M-16 en la mano" con el que opuso resistencia a las fuerzas de seguridad.
También perdió la vida un narcotraficante colombiano, aún no identificado, con una granada en la mano, añadió.
Otros seis reclusos, que tampoco han sido identificados, murieron durante la "toma" de la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón, situada en el municipio de Fraijanes, a unos 30 kilómetros al sureste de la capital.
Además, la operación, ordenada por el presidente del país centroamericano, Oscar Berger, dejó 20 heridos, entre ellos un agente de la Policía Nacional Civil (PNC).
Los más de 1.600 reclusos de la cárcel fueron sorprendidos por la operación militar y policial llevada a cabo junto con perros amaestrados.
La cárcel había sido convertida en una verdadera escuela del crimen, según una investigación publicada ayer por el diario local "Prensa Libre", que identificó a Zepeda como uno de los cabecillas de la mafia que funcionaba en el penal y cuyos actos ilícitos le representaban ganancias por más de 100.000 dólares anuales.
"Pavón es una caja de pandora", dijo Giammattei, al explicar que se localizaron armas de fuego, artefactos explosivos, líneas telefónicas para escuchas y un gran número de computadoras.
Según el ministro, ésta es la primera vez desde 1989 que se realiza una requisa a gran escala en Pavón y con el que se dio "un golpe real al crimen organizado".
El ministro guatemalteco de Defensa, el general Francisco Bermúdez, aseguró a periodistas que la prisión está bajo el control de las fuerzas de seguridad.
Bermúdez señaló que en el penal hay un sin número de casas y chozas que habían sido levantadas por los reos. "Parece un barrio y serán demolidas", afirmó.
De acuerdo con el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Erwin Sperissen, en la operación participaron más de 1.500 agentes de esa institución, del ejército, del Ministerio Público, de presidios y representantes de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos.
La operación estuvo precedida de la publicación hoy en el diario Centroamérica (oficial) del "Estado de Prevención" en Fraijanes, decreto mediante el cual se suspenden alguna garantías constitucionales durante ocho días.
La medida prohíbe las reuniones, las manifestaciones públicas y espectáculos, la libre locomoción y el porte de armas de fuego, entre otras.
En una investigación realizada por periodistas del diario local "Prensa Libre", publicada ayer, se desnudó la forma de operar del crimen organizado en esa cárcel, que también ha sido escenario de varios motines sangrientos entre pandilleros.
Según el diario, el COD que dirigía Zepeda controlaba el 90 por ciento de la prisión, en donde procesaban droga e incluso los secuestradores llevaban allí a sus víctimas mientras cobraran el rescate.
Zepeda contaba con un ejército de guardaespaldas con pistolas y machetes con el que reprimía y extorsionaba a los propios reclusos y también tenía un servicio secreto que delataba a sus opositores, de acuerdo con la investigación.
Este recluso que murió en la operación cobraba hasta por la energía eléctrica en el penal aún cuando el servicio lo proporciona el Estado e incluso hasta vendía viviendas.
Los reos de Pavón serán trasladados a otras prisiones, según Giammattei.
El ministro dijo que Zepada, quien cumplía una condena de 27 años por asesinato, "murió con un fusil M-16 en la mano" con el que opuso resistencia a las fuerzas de seguridad.
También perdió la vida un narcotraficante colombiano, aún no identificado, con una granada en la mano, añadió.
Otros seis reclusos, que tampoco han sido identificados, murieron durante la "toma" de la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón, situada en el municipio de Fraijanes, a unos 30 kilómetros al sureste de la capital.
Además, la operación, ordenada por el presidente del país centroamericano, Oscar Berger, dejó 20 heridos, entre ellos un agente de la Policía Nacional Civil (PNC).
Los más de 1.600 reclusos de la cárcel fueron sorprendidos por la operación militar y policial llevada a cabo junto con perros amaestrados.
La cárcel había sido convertida en una verdadera escuela del crimen, según una investigación publicada ayer por el diario local "Prensa Libre", que identificó a Zepeda como uno de los cabecillas de la mafia que funcionaba en el penal y cuyos actos ilícitos le representaban ganancias por más de 100.000 dólares anuales.
"Pavón es una caja de pandora", dijo Giammattei, al explicar que se localizaron armas de fuego, artefactos explosivos, líneas telefónicas para escuchas y un gran número de computadoras.
Según el ministro, ésta es la primera vez desde 1989 que se realiza una requisa a gran escala en Pavón y con el que se dio "un golpe real al crimen organizado".
El ministro guatemalteco de Defensa, el general Francisco Bermúdez, aseguró a periodistas que la prisión está bajo el control de las fuerzas de seguridad.
Bermúdez señaló que en el penal hay un sin número de casas y chozas que habían sido levantadas por los reos. "Parece un barrio y serán demolidas", afirmó.
De acuerdo con el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Erwin Sperissen, en la operación participaron más de 1.500 agentes de esa institución, del ejército, del Ministerio Público, de presidios y representantes de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos.
La operación estuvo precedida de la publicación hoy en el diario Centroamérica (oficial) del "Estado de Prevención" en Fraijanes, decreto mediante el cual se suspenden alguna garantías constitucionales durante ocho días.
La medida prohíbe las reuniones, las manifestaciones públicas y espectáculos, la libre locomoción y el porte de armas de fuego, entre otras.
En una investigación realizada por periodistas del diario local "Prensa Libre", publicada ayer, se desnudó la forma de operar del crimen organizado en esa cárcel, que también ha sido escenario de varios motines sangrientos entre pandilleros.
Según el diario, el COD que dirigía Zepeda controlaba el 90 por ciento de la prisión, en donde procesaban droga e incluso los secuestradores llevaban allí a sus víctimas mientras cobraran el rescate.
Zepeda contaba con un ejército de guardaespaldas con pistolas y machetes con el que reprimía y extorsionaba a los propios reclusos y también tenía un servicio secreto que delataba a sus opositores, de acuerdo con la investigación.
Este recluso que murió en la operación cobraba hasta por la energía eléctrica en el penal aún cuando el servicio lo proporciona el Estado e incluso hasta vendía viviendas.
Los reos de Pavón serán trasladados a otras prisiones, según Giammattei.
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