Estudio con fondos de NASA analizará impacto humano en costas de Puerto Rico
"Cualquier modificación de usos del terreno afecta a los ríos"
SAN JUAN. Un estudio de 1,4 millones de dólares financiado por la NASA permitirá analizar cómo la actividad humana a través de cambios en los usos del terreno en dos ríos de Puerto Rico impacta las costas de la isla caribeña.
La catedrática de la Universidad de Puerto Rico Maritza Barreto Orta señaló ayer a Efe que el estudio se centrará en los cambios de usos de terreno y sus consecuencias en las cuencas del Río Grande de Manatí y el Río Loco de Yauco, esté último en especial muy impactado por la actividad humana.
La geóloga marina dijo que la actividad humana en el curso del Río Loco de Yauco, municipio de la costa suroeste de Puerto Rico, ha originado cambios en los procesos de sedimentación -ahora mayor- que finalizan en las playas.
Dijo que el ecosistema local ha resultado afectado, en concreto los corales de la zona, según análisis preliminares, así como los manglares.
"Cualquier modificación de usos del terreno afecta a los ríos", destacó la especialista, tras detallar que, por ejemplo, si en el cauce de un río se construyen represas, éstas provocarán que se depositen menos sedimentos de los que puede necesitar el ecosistema.
"Queremos estudiar precisamente cuánto sedimento de esos ríos llega a las desembocaduras", indicó.
El Centro de Investigación Ames (ARC, por su sigla en inglés) de la NASA es el que ha entregado los fondos que harán posible un estudio que comenzó la pasada semana con la presencia en Puerto Rico de dos científicos de esa entidad científica estadounidense.
Junto a ellos, un grupo de planificadores entre los que destacan oceanógrafos, biólogos, geógrafos, geólogos y expertos en salud pública se reúnen estos días en la Escuela de Planificación de la Universidad de Puerto Rico para debatir sobre el problema.
Los científicos ya han llevado a cabo visitas de campo al Río Grande de Manatí y la cuenca del Río Loco en Yauco, donde cada experto aportó información de su disciplina.
El grupo de científicos evaluará también el impacto de las escorrentías en los corales de la Bahía de Guánica y La Parguera, en el sur de la isla caribeña.