“El proyecto Nuevo Domingo Savio debe ser modelo de política integral del Estado”

SANTO DOMINGO. Por considerar que la República Dominicana es uno de los países más vulnerables al cambio climático y porque miles de personas viven en zonas de alta vulnerabilidad, el director de Programas Especiales de la Presidencia (DIGEPEP), Domingo Contreras, planteó la necesidad de un plan de política integral que incluya ayuntamientos y otras entidades.

Al participar en el espacio de entrevista Diálogo Libre, el funcionario dijo que el Gobierno se ha enfocado en cuatro proyectos para combatir la arrabalización: La Barquita, en Santo Domingo; Boca de Cachón, en la provincia Independencia y el Nuevo Domingo Savio, en el Distrito Nacional. Además está el proyecto El Riíto, en La Vega, y La Mesopotamia, en San Juan.

Para Contreras, el Nuevo Domingo Savio es el modelo a seguir por sus características, porque constituye un proyecto de revitalización, de servicios e infraestructuras, que con el concurso de diversas entidades y los actores sociales se busca una solución al problema del hábitat sin sacar a la gente del entorno en donde siempre ha vivido.

Considera que ese tipo de proyectos debe hacerse simultáneamente en los diferentes escenarios donde la gente vive en condiciones vulnerables y entiende que República Dominicana debería prepararse a un nivel mayor, como tener un satélite propio para mediar en vivo que está ocurriendo con los flujos de agua y de esa manera enfrentar esos retos.

“Se requieren instrumentos que sean más efectivos, más rápidos y de mayor impacto, pero es la metodología correcta desde mi punto de vista con la que tenemos que enfrentar la arrabalización que hemos tenido a escala nacional. Tiene que haber reinversión de la riqueza del país para darle mejor calidad de vida a la gente que vive en nuestros barrios”, afirmó Contreras.

La participación

Pero para Contreras el trabajo no es solo responsabilidad del gobierno central, sino que se requiere el concurso de otros actores como los cabildos, para identificar las zonas de mayor vulnerabilidad y contribuir con mejor calidad de vida para sus munícipes.

En ese sentido, dijo que se requiere una política de inclusión social y de promoción de derechos y que los ayuntamientos deben entrar también en esa dinámica, con intervenciones puntuales, como por ejemplo mediante la fiduciarias que en países como Colombia ha sido un instrumento utilizado desde las municipalidades para lanzar programas de revitalización.

Una necesidad, según el director de la DIGEPEP, es la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo porque es un gran dilema, un tema de aplicación de autoridad y que no se termina de aprobar a pesar de casos tan evidentes y necesarios como el de Valle Nuevo, donde la propia autoridad reclama el cumplimiento de la ley.

“Nosotros permitimos que todavía haya poblaciones que se estén habitando en este momento en lugares que sabemos que son vulnerables y que ponen en riesgo vidas, pero que tiene un costo social... aquí se tienen que endurecer las aplicaciones de la autoridad”, enfatiza.

Ministerio de Desarrollo

Domingo Contreras sostuvo que aunque la DIGEPEG, por mandato del presidente Danilo Medina, desarrolla una estrategia de coordinación institucional para el combate a la pobreza en múltiples factores, existe la necesidad de una reforma institucional que unifique la labor de ministerios y direcciones de cara a un propósito común para que no haya dispersión de las políticas sociales y por un tema de inversión.

“Aquí hay pendiente una reforma institucional para la creación de un ministerio de desarrollo social, aquí hay una dispersión en el sector social y en algún momento la República Dominicana tiene que resolver ese tema”, indicó.

Domingo Contreras manifestó que mientras tanto existe el plan “Quisqueya sin Miseria” para atacar de manera integral la pobreza, una deuda social acumulada con los años.

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