¿No le gustan las matemáticas? Las usa más de lo que cree

Diario Libre consulta a profesionales para conocer el uso dado a lo aprendido en la escuela

SANTO DOMINGO. Quizás habrá escuchado a más de uno cuestionar la utilidad de las tantas horas que pasó en la escuela aprendiendo matemáticas. Preguntar para qué le enseñaron a el pi, a encontrar la tangente o a resolver complicadas ecuaciones que, inclusive, lo llevaron a reprobar exámenes.

Lejos de complicar la vida a los estudiantes, las matemáticas tienen un uso cotidiano que suele ignorarse. Si no se aprenden en la etapa escolar, cuando se necesiten, existirá la probabilidad de lamentar el porqué no se prestó más atención a ese profesor cuyo objetivo no era complicar la existencia.

Dolly Martínez, maestra de Precálculo, Cálculo y Ecuaciones Diferenciales en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), reconoce que es común que, al no relacionar los conceptos aprendidos con su aplicación en la realidad, se provoque una actitud de rechazo a esta ciencia. Por tal razón, enumera situaciones en que se usa.

“Al levantarnos y ver los números en el reloj despertador, contar la cantidad de calorías que tiene el desayuno, comparar los megabytes entre dos modelos de memorias USB, medir el tiempo que tenemos para llegar a la escuela u oficina, ver la gráfica de variación de la tasa del dólar en el periódico y descubrir que en el día de hoy los vegetales tiene un 30 por ciento de descuento y el arroz está en especial, a 15 pesos la libra, estamos aplicando matemáticas”, explica.

Martínez cita más ejemplos que se presentan a continuación, junto con otros dados por un ingeniero químico, una arquitecta y un economista consultados. Haga clic sobre cada imagen para ver la utilidad.

El Banco Interamericano de Desarrollo preparó el siguiente vídeo para motivar la enseñanza de las matemáticas mediante la educación a través del juego, experimentos prácticos y pensamiento crítico.