La escuela para sordos de Santiago no tiene quien la escuche

Más de 100 estudiantes de la Escuela Nacional para Sordos (Enapsor), extensión Santiago, podrían quedar fuera del próximo año escolar producto del mal estado en que se encuen­tra la planta física de ese centro, ubicado en la avenida Juan Pablo Duarte de esa ciudad.

Las tablas del local, que acoge desde el año 1970 a los niños, niñas y adolescentes con dicha discapacidad, están carcomidas.

Francisca Anyelina Pérez, directora del centro educativo, dijo que en las últimas semanas las maderas se están desplomando debido al avanzado estado de deterioro que presentan.

La educadora indicó que lo mismo ocurre con el plafón de la edificación, de estilo victoriano.

Pérez atribuye ese deterioro al tiempo que tiene la vivienda que fue construida. Se trata de una edificación construida durante la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Según dijo, desde el Ministerio de Educación tienen conocimiento de los problemas que tiene la estructura.

Realizada la denuncia a través de los medios de comunicación, la directora del plantel espera de las autoridades actúen a la mayor brevedad posible, para que los alumnos con problemas de audición puedan iniciar el próximo año educativo.

De no ser intervenido, la educadora dijo que no comenzarán el ciclo escolar en esas instalaciones, “ya que fácilmente puede desplomarse y poner en peligro la integridad física de los estudiantes y de nuestro personal docente”.

La Escuela Nacional para Sordos de Santiago tiene una matrícula de 107 estudiantes. Se trata del único centro de ese tipo que opera en la región Norte del país, por lo que allí estudian escolares, además de la Ciudad Corazón, de Santiago Rodríguez, Moca, La Vega y de otras demarcaciones.