Carlos Ros, Luis Ros y Carlos Nieto: “RD ha crecido tanto en últimos 50 años, pero el nivel de aseguramiento se ha mantenido muy bajo”
La compañía privada tiene propuestas para impulsar el aseguramiento de obras públicas ante desastres
Aunque es una empresa, la alta dirección de Ros Seguros & Consultoría insta a dejar el lucro a un lado y pensar en la necesidad de que en la República Dominicana se afinque la conciencia sobre el riesgo y la importancia de asegurar las viviendas y obras públicas, por ejemplo, ante desastres. Para ello plantean propuestas que abarcan desde un fondo de contingencia y un fideicomiso filantrópico con miras a preservar el desarrollo económico ante un eventual fenómeno natural.
“Tenemos 50 años en esta industria y lamentablemente sentimos que, en 50 años, el avance que hemos logrado aquí en República Dominicana ha sido muy poco”, dice Carlos Ros, socio presidente de la firma. “El país ha crecido tanto en los últimos 50 años, pero el nivel de aseguramiento se ha mantenido muy bajo, o sea, la penetración de seguros se ha mantenido, como dice, estática. Y ha habido demasiada inversión, entonces toda esa inversión no está asegurada. Todos los puentes, todas las carreteras”.
En cuanto a viviendas, la empresa estima que aproximadamente un 2 % está asegurada. “Todos los edificios que ustedes ven aquí de apartamentos de clase media, la gran mayoría no están asegurados”, alerta Carlos Ros en el segmento Diálogo Libre de este periódico. “Imagínate la cantidad de gente que tiene préstamos hipotecarios, pero el préstamo hipotecario asegura al banco, no asegura al dueño de la propiedad”.
Luis Ros, socio presidente de la compañía, observa que el sector seguros tiene participación de 1.6 % en el producto interno bruto (PIB), a diferencia del 3.5 % que en promedio tienen los demás países de Latinoamérica. Su hermano Carlos advierte la necesidad de asegurar las vías que dan acceso a los centros turísticos importantes, los puentes, las carreteras, las líneas de transmisión eléctrica..., “porque la economía hay que tratar de levantarla lo más rápido posible” ante un evento catastrófico.
La aseguradora -que ya ha externado su preocupación a los presidentes dominicanos- se ha trazado poner en la agenda nacional la conciencia del seguro y no parar hasta que se instaure esa cultura. Lo ha asumido por la vulnerabilidad del país al estar en el trayecto de huracanes y sobre fallas geológicas importantes. Y para no hacerlo sin base, la semana pasada publicó un estudio que concluye con una propuesta de inversión para desastres naturales.
Hallazgos
En su estudio, Ros destaca que la historia registra que desde 1562 la isla La Hispaniola ha sido sacudida por no menos de 13 terremotos de magnitud superior a 6.4 grados en la escala de Richter, llegando hasta 7.8 y generando, por lo menos, 30 tsunamis de fuentes cercanas y uno de fuente distante.
“Si la República Dominicana tuviera que enfrentar hoy un evento con características similares a los que ya han ocurrido en la isla, la magnitud de los daños potencialmente excedería en niveles preocupantes la capacidad de respuesta de los sectores público y privado debido a la suma total que representarían las pérdidas no aseguradas, ya sea bajo pólizas de seguros o bajo algún esquema de financiamiento del riesgo donde se haya previsto los fondos correspondientes”, se advierte en el estudio.
Como ejemplo de los beneficios de los seguros, se resalta el caso de Puerto Rico, que logró recuperar 60 % de las pérdidas totales causadas por el huracán María en 2017, entre las indemnizaciones de los seguros y los aportes del gobierno de Estados Unidos a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
“Mientras más altos son los niveles de cobertura de seguros, mayor es la capacidad para mitigar los impactos económicos de un siniestro con dinero fresco y en moneda dura que entra al país por vía de los reaseguradores y a través de las aseguradoras, contribuyendo a la rápida normalización de las actividades económicas”, indica.
¿Qué propone?
La aseguradora propone crear un fondo de contingencia a partir de los recursos provenientes del 16 % de impuesto selectivo al consumo (ISC) que grava las pólizas de seguro, con la finalidad de que éste sirva y se destine a la adquisición de seguros especiales para cubrir la infraestructura del Estado dominicano, con relación a daños que puedan derivar de desastres naturales, catástrofes u otros siniestros.
Para lograrlo, sugiere procurar la promulgación de una ley especial que disponga que un porcentaje de los ingresos recaudados a partir del ISC del sector Seguro sea destinado al Fondo Nacional de Prevención y Mitigación (modificación de la Ley No. 147-02 de Gestión de Riesgos), y proponer en dicha ley que el fondo sea utilizado para la adquisición de los seguros especiales con el objetivo de proteger la infraestructura del Estado que se haya identificado.
Además, propone diseñar un mecanismo de mercado a partir del cual el Estado pueda adquirir los seguros especiales que procuran proteger su infraestructura, utilizando las partidas del Presupuesto Nacional previstas para responder a los casos de desastres naturales y calamidades públicas.
Motiva a que el país aproveche los seguros paramétricos para los principales riesgos catastróficos de terremoto y huracán. Estos pagan una cantidad fija cuando ocurre un evento por encima de un parámetro determinado. El estudio cita que México recibió un pago de 150 millones de dólares al activarse el 100 % de la cobertura paramétrica por sismo ante un terremoto de magnitud 8.1 ocurrido en 2017.
Otra propuesta es incorporar un fideicomiso filantrópico como mecanismo de “seguro e institucional” para recaudar y canalizar fondos a los sectores que se identifiquen como damnificados en caso de un desastre natural.
Implicaría la incorporación y gestión por parte del sector privado, con un asiento en el Consejo para el sector público, y permitir que tanto personas locales como extranjeras puedan realizar aportes directos al fideicomiso. “Esta propuesta implica la creación de una estructura que le permita beneficiarse de las ventajas fiscales de una asociación sin fines de lucro y, al mismo tiempo, confiera la confianza que genera una fiduciaria”, indica Ros.
“Los países y las empresas tienen que estar preparadas para lo peor y saber qué van a hacer después del evento, no pensar en que pase el evento y después qué vamos a hacer”, reflexiona Carlos Ros.
—¿Cuánto cuesta asegurar una vivienda? —se les pregunta a los ejecutivos de Ros Seguros & Consultoría.
—Más o menos 6,000 pesos al año por un millón. Va a depender del valor que tenga la propiedad —responde Carlos Nieto, su vicepresidente técnico.
—¿Y si cuesta 4 millones?
—24,000 pesos anual, más el 16 por ciento del impuesto selectivo: 27,840 pesos.
—¿Cómo serían los pagos?
—La ley contempla hasta cuatro meses (120 días para pagar la prima), pero hay planes que ya las compañías de seguro han ido creando que pueden adaptarse a eso. Lo han hecho más para automóvil, pero pueden adaptarse (...) Es un 25 por ciento de inicial y cuatro cuotas iguales, mensuales, consecutivas.—¿Se puede contratar un seguro cuando ya viene un huracán?—Cuando ya se anuncia o se avisa que puede haber un ciclón inminente, que va a entrar aquí, en el país se cierra la suscripción de la aseguradora. Uno no puede suscribir, porque los reaseguradores no lo permiten (...) El reasegurador, inclusive, te da un periodo de 48 horas para darte la cobertura para terremoto o ciclón.“Hoy en día se le carga un impuesto selectivo al seguro, que es un selectivo para usualmente tú tratar de que la gente no siga consumiendo ese producto”, se queja Carlos Ros. “Pero, el seguro debería ser un incentivo que la gente lo utilice. Tenemos años el sector asegurador tratando de que lo pongan como ITBIS o se elimine”.
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