Santa Cruz de Hicayagua o Santa Cruz de El Seibo
Zeibo, Seybo y Seibo son algunas de las denominaciones El Seybo predominó, aunque por su pobreza y poca población
La isla que habitamos, llamada de varias maneras por los indígenas, al ser ocupada por los españoles a partir del 1492, tuvo varios nombres. Originalmente Colón la llamó La Española, pero con el tiempo se le dio el nombre de su ciudad capital, Santo Domingo. Los historiadores extranjeros la llamaron “Hispaniola” y así ha quedado en los textos en inglés. Por su lado, los nombres originales de la isla fueron varios y aun hay controversia sobre ello. Los nombres son Haití, Quisqueya y Babeque y se discute sin que haya explicación ni consenso. Como la isla estaba dividida en varios cacicazgos, es posible que en cada uno de ellos se le diera uno de esos nombres. No es extraño pues que villas y ciudades de las fundadas al principio de la colonia tengan varios nombres. Los taínos le tenían sus nombres propios a sus lugares y aldeas, pero al llegar los colonizadores españoles, les dieron otros o les agregaron. Así por ejemplo la región de Maguana (uno de los cacicazgos) se vino a llamar San Juan de la Maguana. Al nombre de la región de Higüey, y al fundarse su pueblo, se le puso el de Salvaleón de Higüey. Otro ejemplo es Azua, a cuyo nombre taíno se le agregó el español antiguo de Compostela, que quiere decir “campo de estrella”.
Estos dos nombres son los que vamos a estudiar en este corto artículo. Santa Cruz de El Seibo o Santa Cruz de Hicayagua. Aparte de Santa Cruz, que es español, los otros dos nombres son taínos y por lo tanto se deben referir a algún lugar de la región oriental de la isla dentro del cacicazgo de Higüey.
En 1508, una Real Orden de los reyes Fernando e Isabel otorgó títulos de “villas” a 15 poblados de la isla, recientemente colonizada. Muchos no eran sino fortalezas para que las tropas españolas se establecieran para el control de los indios que se negaban a acatar las órdenes y se rebelaban y escapaban a los montes para mantener su libertad.
Santa Cruz de Hicayagua fue uno de esos poblados-fortalezas. Al mismo tiempo de darle esa categoría de villas, se le otorgó a cada una un escudo de armas, en señal de nobleza. El otorgado a Santa Cruz de Hicayagua se describía como compuesto de: “Una cruz de plata, formando cuatro cuarteles en campos de gules sembrados de fuegos blancos en todo el campo”.
En 1515, el conquistador Juan de Esquivel, por órdenes del gobernador Nicolás de Ovando, se dispuso a pacificar la región Este de la isla, donde los indígenas se negaban a ser sometidos y se defendían bravamente. La región era el cacicazgo de Higüey, cuyo cacique era Cayacoa. En el poblado indígena de ese cacique, Esquivel fundó el pueblo de Santa Cruz de Hicayagua, pero en muchos documentos antiguos también aparece el nombre de Santa Cruz de El Seibo, lo que nos produce una confusión, pues no está claro si se trata de dos pueblos distintos o uno solo con dos nombres.
Fue uno de los partidos en que se dividió la colonia española y tenía bajo su administración las parroquias de Higüey, Bayaguana, Boyá y Monte Plata y así se mantuvo por el resto del período en que fuimos colonia española.
En un documento oficial del año 1528, los jueces de la Real Audiencia de Santo Domingo le informan al rey que varias de las villas originalmente fundadas habían sido despobladas. Entre ellas mencionan a “Santa Cruz de Izagua”. Esto podría implicar que eran en realidad dos villas, pues en esa lista de villas despobladas El Seibo no aparece. Más confusión, pues. Algunos de nuestros jóvenes investigadores pudieran aclarar esto.
Más adelante vemos en un reporte oficial del año 1679 que el nombre se deletrea Zeibo. Aquí otra versión del nombre y ya van cuatro. Pero El Seybo predominó, aunque por su pobreza y poca población formaba parte de la provincia o departamento de Santo Domingo hasta que tras la independencia dominicana, la Constitución de San Cristóbal, al establecer la división territorial de la nueva nación, Santa Cruz de El Seybo quedó como una de las cinco provincias, siendo las demás Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, Compostela de Azua y Concepción de La Vega, manteniéndose así sus nombres originales desde la época colonial.
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