La vieja Barquita Este se vuelve plana después de los traslados

Con desalojo, se abre espacio para que el río Ozama ya no sea una amenaza a la vida

El lugar va quedando libre de casuchas y de la pobreza, que por años, reinó en ese espacio. (Nehemías Alvino)

SANTO DOMINGO. Alrededor de 200 familias de la vieja Barquita ya han sido reubicadas en su nueva vivienda desde que se inició el proceso de traslado que se espera concluya a finales del próximo mes.

La información la dio a conocer ayer Nelson Camilo, encargado de la comisión de mudanza y de Programación, de la Unidad de Reubicación y Entorno. Recordó que las familias a ser trasladadas son 1,400, de acuerdo con el censo que se elaboró.

Recordó que todos los días mudan entre 20 y 30 familias, y que inmediatamente se traslada a las personas y sus propiedades, las viviendas son demolidas.

Afirmó que hasta ahora se ha hecho un trabajo sin ningún inconveniente, aunque reconoció que todavía se está en proceso de negociación con los propietarios no residentes.

Manifestó que la Dirección General de Catastro y Bienes Nacionales hacen los avalúos de lugar para luego proceder a indemnizar a los propietarios.

“Le pedimos paciencia a la gente, porque cuando se comienza a desalojar, se trabaja de inmediato la demolición de las viviendas, tenemos una planificación de la zona”, dijo.

Pero propietarios como Máximo Sierra no están conformes con lo que se ha hecho con ellos. Cuenta que con ellos no se ha hablado sobre el pago de sus bienes inmuebles, a pesar de que han acudido a entidades como Bienes Nacionales.

“No sabemos cuánto nos van pagar por nuestras viviendas, cuando viene a ver le dan una tontería que no le alcanza a uno para construir en otro lugar, y nosotros nos merecemos una vivienda igual que las otras personas”, sostuvo.

De su lado, Josefina Madé, presidenta de la Junta de Vecinos, destacó el orden como se ha llevado el proceso de traslado, pero entiende que mucha gente se desespera, porque cree que no va a recibir su nueva vivienda. Aseguró que todo el que fue censado tendrá su techo en La Nueva Barquita.

“Todos quieren que los muden al mismo tiempo, pero eso no se puede”. Algunas personas denuncian que los ladrones están haciendo de las suyas, porque cuando se muda una familia los ladrones se roban las puertas y el zinc de las viviendas.

Expresó que hay casos que escapan del control de las autoridades, porque “los ladrones siempre se salen con la suya”, pero que todo se hace en orden.