La realidad de los extranjeros en el país y el ultimátum migratorio
Vicepresidenta AIRD apoya plazo para que empresas regularicen contratación
Un día después de las medidas anunciadas por el Consejo Nacional de Migración, luego de una reunión con el presidente de la República, Luis Abinader, las reacciones de sectores gubernamentales, empresariales y sociales exponen la realidad de los extranjeros en el país.
Las disposiciones, que incluyen un ultimátum a los empresarios sobre la contratación irregular de extranjeros y limitar la entrada al país de extranjeras embarazadas, fueron a-nunciadas casi una semana después de que el mandatario dominicano advir- tiera en su discurso ante la septuagésima sexta Asamblea General de la ONU que “no hay, ni habrá, una solución dominicana a la crisis de Haití”.
AIRD apoya ultimátum
Al comentar sobre la disposición de otorgar un plazo de tres meses para que las empresas que tienen empleados extranjeros de forma irregular se normalicen según la Ley Nacional de Migración, la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AI- RD), Circe Almánzar, apoyó la medida.
La norma establece que el 80 % de la mano de obra debe ser dominicana, lo que está en vigor desde 1992, pero que hasta ahora ha sido letra muerta.
La empresaria aclaró que en el renglón de empresas al que pertenece están regularizados, pero entiende que sí se debe cumplir con la medida. Dijo no tener el dato exacto, pero en la Asociación de Industrias, solo el 5 % corresponde a extranjeros regularizados.
Violación de derechos
En tanto que la resolución del Consejo Nacional de Migración de vetar la entrada al país de extranjeras embarazadas de seis meses o más fue calificada de discriminatoria y violadora de derechos por la defensora de los derechos de las mujeres, Sergia Galván.
Galván dijo la disposición está enfocada hacia las migrantes haitianas, con el argumento de reducir la mortalidad materna en el país.
El Consejo aseguró que las migrantes embarazadas implican una “carga irrazonable para las finanzas públicas”.
La activista aseguró que detrás del argumento de que las migrantes son una “carga” para el sistema de salud se busca “negar” la realidad de que hay un “incremento significativo” de la mortalidad materna en el país por la “mala calidad” de los servicios que reciben las migrantes y las nacionales.
Galván dijo que está de acuerdo con que los países tomen medidas para controlar la migración irregular, pero no sobre la base de vulnerar los derechos y la discriminación.
SP sostiene extranjeras impactan mortalidad
Contrario a Galván, el ministro de Salud Pública sostiene que la falta de atención prenatal es una de las principales causas de la mortalidad materna, y que esta realidad se ve impactada por las parturientas extranjeras que, al no estar reguladas acuden al médico solamente cuando van a dar a luz.
“Lo que sucede es que no existe regulación, lamentablemente no tienen chequeo prenatal (las extranjeras) y lo que hemos vistos es que la mortalidad aumenta significativamente por la carga del no chequeo de este tipo de pacientes”, dijo el ministro Daniel Rivera ayer.
Hasta el 18 de septiembre, en el país se habían registrado 181 muertes maternas, un 22% más que las registradas el año pasado en ese período, cuando ascendieron a 148.
Aunque las estadísticas de la Dirección General de Epidemiología no especifican el porcentaje de madres extranjeras que son atendidas, Rivera indicó que la ocupación de estas embarazadas en las maternidades dominicanas asciende casi al 70 % de disponibilidad hospitalaria.
“En las maternidades nuestra a veces anda hasta en un 70% la ocupación de extranjeras. Entonces tiene que haber una regulación, un control para que disminuya esta afluencia de personas que no tienen control de todo lo que tiene que tener una mujer embarazada”, precisó el galeno.
Explicó, además, que la mayor cantidad de parturientas extranjeras corresponden a las de nacionalidad haitiana y venezolana.
En ese sentido, recomendó a las empresas regular a sus trabajadores para que tengan seguro de salud y un buen chequeo médico.
De acuerdo con datos ofrecidos ayer a Diario Libre por el Servicio Nacional de Salud (SNS), hasta agosto de 2021, los hospitales públicos dominicanos había registrado 70,279 partos, de estos 20,402 corresponde a extranjeras. En 2020, de los 80,768 desembarazos, 30,322 fueron a haitianas, lo que representa el 37.5 %.
El mercado laboral
Trabajadores agrícolas, de la construcción y empleados en comercios caracterizan el empleo de los extranjeros que viven en el país. Según los datos de la encuesta ENI-2017, el país de origen marca a la hora de cerrar un contrato laboral. Entre 77 % y 80 % de los trabajadores haitianos en República Dominicana solo logran contratos “de palabra” con sus patronos, en contraste con un tercio de los nacidos en otros países (no especifica cuáles) que acuerdan contratos de trabajo verbales. Apenas un 16.1 % de los haitianos tiene contratos laborales escritos, en contraposición con el resto de los trabajadores extranjeros, que registra una tasa de contratos por escrito de 61.1 %.
La ENI-2017 indica que el hecho de no tener papeles o no ser dominicano es un factor para no encontrar un empleo. En esto sí hay una uniformidad entre haitianos y otros extranjeros: entre 36 y 38 % de los trabajadores foráneos cree que está desempleado por no tener permiso para trabajar en el país o por ser extranjero.
La población extranjera que trabaja en el sector formal es poco representativa. Los datos de la Tesorería de la Seguridad Social indican que apenas un 1.4 % de los trabajadores que cotizan a la seguridad social, equivalente a 30,251 personas, son extranjeros. Esto quiere decir que se encuentran en una situación migratoria regular o que en algún momento lo estuvieron.
En el campo el 95 % de los peones son haitianos, dijo a Efe Manuel Matos, director de la Asociación de Productores Agrícolas del Valle de San Juan, una de las regiones agrícolas más pujantes del país.
Matos aseguró que “jamás” se va a cumplir el límite de 20 % de trabajadores extranjeros que marca la ley, porque los jornaleros dominicanos se han ido a los pueblos a trabajar en mototaxis, aunque los salarios en el campo son incluso “superiores” a los que se pagan en la ciudad. En esta información colaboraron Yulissa Alvarez, Graciela Cuevas, Pedro Pedro Martín Sánchez, Suhelis Tejero, Argénida Romero y agencia EFE.
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