Gobierno de Abinader agregaría alrededor de 11 kilómetros al Metro de Santo Domingo
Director de la Opret plantea cómo ve el Metro en 2024 Rafael Santos habla sobre la rentabilidad de las alianzas público-privadas en el desarrollo de nuevas líneas
El crecimiento que ha registrado el Gran Santo Domingo hace imperativo que se realicen varios servicios de transporte colectivo, a juicio del director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Rafael Santos Pérez, quien manifestó que esto supone un costo muy elevado para un país pobre como República Dominicana.
A propósito de la fundación de la ciudad de Santo Domingo, que se conmemora este 4 de agosto, Santos dijo a Diario Libre que cada gobierno tiene la obligación de definir qué le agregará al plan maestro creado para dicho sistema, “que no solamente tiene que ser el Metro, puede ser otro modo de transporte”.
“En ese sentido, lo poco que le va a tocar, a pesar de la pandemia, al presidente Luis Abinader, es ampliar la capacidad de las dos líneas y la extensión del servicio del Metro hasta Los Alcarrizos”, señaló Santos Pérez, e indicó que en la agenda se incluiría “muy posiblemente, una parte en el este de la Línea dos, que son unos tres kilómetros (hasta Los Mameyes), que, si pudiera haber recursos y tiempo, tal vez estuviera resuelto en el cuatrienio”.
La Opret informó el pasado jueves 29 de julio que la extensión abarcará un tramo de 7.3 kilómetros, además de la construcción de cinco estaciones que formarán parte del sistema de transporte integrado Metro-Teleférico. El proyecto, que podría ser inaugurado a finales de 2023, tendrá un costo base de 506 millones de dólares, incluyendo material rodante y una marginal alimentadora.
Santos Pérez manifestó que, de lograrse este objetivo, el Gobierno del presidente Abinader agregaría alrededor de 11 kilómetros a la línea del Metro, además de ampliar la capacidad de los sistemas actuales. Añadió que también se han creado instituciones y oficinas que, tal vez, inicien algún proyecto que signifique una mejoría en el transporte colectivo.
Informó que, en pro del desarrollo del transporte, y algo que repercute en el Metro, es la organización de corredores que alimenten a las estaciones de ese medio de transporte. Sostuvo que el proyecto de extensión de Los Alcarrizos traerá como consecuencia un ordenamiento a la entrada de la capital, junto a dichos corredores.
“Se van a hacer unas marginales que van a interrelacionarse con los barrios y las estaciones del Metro para que puedan ir sin tener que entrar a la (autopista) Duarte y que pueda convertirse en un expreso exclusivo, básicamente hacia la entrada”, manifestó.
Agregó además: “El lado que va a intervenir el Metro es la construcción de la extensión que es en la dirección de Santo Domingo-Cibao, lado sur de la autopista Duarte, entonces, esa parte quedará saneada”.
El funcionario indicó que con el aporte que ofrecerá el teleférico de Los Alcarrizos, “un ciudadano podrá ir a Gualey o Sabana Perdida de Los Alcarrizos con 20 pesos, o con la tarifa que estemos cobrando”.
El Metro y las alianzas público-privadas
En octubre del año pasado, durante un recorrido por las instalaciones del Metro y el Teleférico de Santo Domingo, el presidente Luis Abinader ponderó la construcción de una línea que iría hacia el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA). Más adelante se refirió a que una alianza pública privada podía hacerse cargo del proyecto.
Al ser preguntado sobre si sería rentable dicha alianza para el país, el titular de la Opret manifestó que el costo, desde el punto de vista del Estado, tiene dos componentes: uno social, “que es el principal porque se gobierna para la gente”, y otro económico.
“El social lo define la cantidad de personas a quien tú le puedes ofrecer el servicio y en toda esa ruta hasta Boca Chica tenemos casi dos millones de personas que pueden hacer uso de ese servicio, entonces, el componente social está sobrepago”, manifestó Santos Pérez.
En tanto, que el componente económico, explica el funcionario, lo ponen las inversiones. “Si unos inversionistas se animan a hacer ese tipo de inversión, con un modo de transporte, que no necesariamente tiene que ser el Metro, pero un modo adecuado, seguro, como el Metro, es porque le será rentable, porque nadie va a invertir en un proceso para perder”, añadió.
Sostuvo que si las alianzas se hacen es porque, económicamente, primero el Estado pondría la parte que le corresponde, que, a juicio del funcionario, no será la mayor, “dependiendo la negociación que se vaya a ejercer”.
“Creo que, en el orden económico, eso (las alianzas) hay que discutirlo, hay que hablarlo, qué modo de transporte se va a usar, cómo se va a usar, de qué manera y, entonces, eso dará pie a un análisis económico y pudiera funcionar”, indicó.
Añadió que es debido a esto que el Gobierno ha creado una institución que puede lidiar con ese tipo de oportunidades y proyectos, haciendo alusión a la Dirección General de Alianzas Público Privadas. “Si las cosas son económicamente factibles se harán, de no poderse, entonces el Gobierno la hará cuando pueda”, declaró el incumbente.
“Yo no creo que, en este momento, en adición de lo que está planificado para hacerse, el Gobierno pueda hacer más. Pero, las necesidades y la parte social, a veces, se imponen a la parte económica y con la mentalidad de un presidente como el que tenemos, eso pesa mucho”, concluyó.
Lo que sigue tras la agenda de ampliación y extensión
El titular de la Opret indicó que luego de que se inicien los trabajos de la extensión del Metro a Los Alcarrizos, comenzarán la planificación de otras rutas que están en carpeta.
“Tenemos planeadas muchísimas rutas que son necesarias, hay que llegar a San Luis, hay que extender un poco la Línea 1 hacia Punta (en Santo Domingo Norte), que es un compromiso que ya tiene el Presidente”, manifestó.
En agenda también están rutas hacia la Zona Colonial y Haina. “Todos los centros de población que demanden transporte colectivo, tenemos la obligación de planificarlos”, sostuvo Santos Pérez.
La Opret, en la actualidad, se enfoca en la ampliación de la capacidad de la Línea 1 del Metro, para que, en vez de tres vagones, a través de arreglos físicos y la adquisición de trenes, aumente a seis, para duplicar su capacidad. La entidad busca, además, incrementar la capacidad del suministro de energía.
En pro de esos trabajos de ampliación, Santos Pérez informó que próximamente firmarán un convenio para ocho trenes, “que son 24 vagones, y estaremos sometiendo a la consideración del Estado la posibilidad de comprar diez vagones más con un nuevo financiamiento”.
Este proyecto se desarrolla mediante financiamiento de la Agencia Francesa para el Desarrollo, entidad que también ofrecería consultoría por su dominio de lo que significa la movilidad. El titular de la Opret indicó que los financiamientos son de 50 y 100 millones de dólares. “Falta uno de que es para la adquisición de los últimos diez trenes, que los estamos procesando”, indicó.
Se prevé que los planes de ampliación se tomen dos años, puesto que es el tiempo que conllevaría la fabricación de los trenes. Sin embargo, la Opret busca reducir ese plazo por la demanda de mayor capacidad de la Línea 1, que, de acuerdo a su director, transporta al 60 % de los usuarios del Metro.
La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) fue creada en 2005 para el diseño de un sistema de transporte rápido y masivo: el Metro de Santo Domingo.
Ese mismo año, y con una inversión de más de 750 millones de dólares, empezaron los trabajos de construcción de ese medio de transporte, que vio la luz en 2009, con una primera línea, y fue extendido en 2013 y 2018, con la Línea 2A y 2B, respectivamente.
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