Entaponamientos en la capital aumentan el gasto en combustibles
Choferes, conscientes del incremento vehicular
SANTO DOMINGO. Julián López tiene 27 años como taxista en la intersección de las avenidas Máximo Gómez y Nicolás de Ovando.
Con el paso de los años, ha observado cómo el congestionamiento vehicular en el Distrito Nacional ha contribuido a que su combustible dure menos, y por ende, que su bolsillo se vea “más golpeado”.
“En la medida en que usted tiene un vehículo parado en un entaponamiento, está gastando combustible. Es un caos total el tránsito diariamente, excepto los domingos y días de fiesta, que el cambio es del cielo a la tierra, porque el tránsito está descongestionado... se avanza. Pero el entaponamiento es asunto diario”, opinó.
Para conductores del transporte público y privado, el hecho de mantener un vehículo encendido durante más de 15 minutos en una vía, implica una pérdida de combustible, que luego hay que reponer para continuar el trayecto.
Y, aunque dijeron estar conscientes de que el crecimiento del parque vehicular propicia que las largas filas de vehículos se tornen interminables y “fastidiosas”, confían en que las instituciones correspondientes trabajen en el reordenamiento del tránsito en la capital dominicana.
Los tapones “a toda hora” han provocado un efecto negativo en el bolsillo del chofer de carro público Bolívar de los Santos.
Contó que, en muchas ocasiones, pierde una hora entre un tapón y otro, para llegar a la avenida Independencia, desde la avenida Máximo Gómez.
“La situación está cada vez peor, porque se van aglomerando más vehículos. Eso nos hace gastar a nosotros un buen de combustible. Es que duramos en un tapón mucho tiempo... el semáforo cambia a verde tres y cuatro veces, pero el agente de la AMET da paso a un solo carril cuando se presentan esos tapones”, deploró.
Los choferes entrevistados coincidieron en que mientras existan las mismas vías, sentidos direccionales y políticas de circulación del transporte, será imposible resolver el caos que impera en el tráfico del Distrito Nacional.
“En los tapones fuertes uno gasta pila (sic) de combustible. Parado dura uno hasta una hora en un mismo lugar. El vehículo prendido, dando cambios, eso es una pérdida. Los tapones están en todas las avenidas principales, por la Isabel Aguiar no hay quien cruce después de las cinco de la tarde”, declaró Elía Hestea, chofer de guagua pública desde hace 18 años.
El gasto adicional de combustible por los tapones se deja sentir también en personas que se trasladan a su trabajo diariamente.
“Yo tengo que apagar el aire en pleno tapón, por el temor a quedarme a pie. Hay mayor gasto con el caos en el transporte. Al menos nosotros, contrario al transporte público, podemos buscar atajos. No tenemos que seguir una ruta específica”, expresó Aníbal Ruíz.
Junior Ramírez distribuye productos en su carro. Entiende que debe existir una política unificada entre entidades para reordenar el tránsito en el Distrito Nacional, y así disminuir el congestionamiento vehicular.