El presidente Medina deja inaugurado el año escolar en un centro de educación especial

El presidente Danilo Medina y la primera dama, Cándida Montilla, dejaron inaugurado el año escolar 2019-2020 para casi tres millones de estudiantes de todo el país en un emotivo acto en la escuela especial Eustacia Marte de Fernández, en Cuesta Colorada, al norte de Santiago, la cual abrió sus puertas tras ser construida por el Gobierno.

El citado centro cuenta con 23 aulas incorporadas a la Jornada Escolar Extendida (JEE), con capacidad para 630 alumnos que presenten deficiencias auditivas y visuales.

En un discurso, el ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, afirmó que el 73 por ciento del total de estudiantes de todo el país que iniciaron hoy el año lectivo 2019-2020, pertenecen al programa de JEE.

Anunció que en las próximas semanas el Gobierno entregará millares de computadoras a los niños y jóvenes de todos los centros educativos de República Dominicana.

Peña Mirabal explicó que por cada día de actividad escolar, en toda la República Dominicana el Ministerio de Educación estará sirviendo en los centros educativos 4,679,594 raciones alimenticias con una inversión que sobrepasa los 26 mil 411 millones de pesos.

Asimismo, dijo que la inversión que hará el Gobierno en las uniformes y las mochilas es superior a los mil 226 millones de pesos.

Peña Mirabal indicó que a través del programa República Digital, cada estudiante recibirá una computadora portátil, que será utilizada como herramienta de trabajo en las aulas.

“Pero ese programa no solo alcanza a nuestros docentes, sino que también estudiantes y centros educativos son impactados por este novedoso plan, que pone las tecnologías de la información y la comunicación al servicio de una educación de calidad actualizada”, puntualizó Peña Mirabal.

En cuanto al centro inaugurado, con una inversión de 102 millones de pesos.

A nombre de los padres de niños especiales que estudiarán en el nuevo centro, expresó las gracias Elson de Jesús Pérez. La bendición del plantel estuvo a cargo del obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Plinio Valentín Reynoso.