Curitiba, ciudad cuyo transporte público Santo Domingo trató de imitar

El servicio de autobuses de la OMSA se inspiró en el sistema de esta urbe de Brasil, sin embargo no ha sido eficaz

Autobús de la OMSA en la avenida 27 de Febrero de Santo Domingo. (Nehemías Alvino)

Para un dominicano que recorre las calles de Curitiba, capital del estado brasileño de Paraná, resulta un tanto inevitable notar las similitudes que tienen algunos servicios públicos de esa ciudad con los de Santo Domingo.

El exsecretario general del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Domingo Contreras, confirma que la idea de implementar la OMSA en Santo Domingo y en Santiago se inspiró en Curitiba, un modelo que también se extendió a otras ciudades de América Latina.

El arquitecto Erick Dorrejo también explica que el concepto original de la OMSA planteaba elementos similares al modelo de Curitiba, con carriles exclusivos, paradas definidas y autobuses articulados. “Sin embargo, el modelo debió articularse a los demás medios de transporte, y por eso no está funcionando”, comenta.

En Curitiba, el sistema de transporte público urbano es eficaz, a diferencia de la desorganización que el Ayuntamiento de la ciudad recuerda que existía para 1970.

Es a partir de esa década cuando surge la “revolución” del transporte y, actualmente, con unos 1.8 millones de habitantes, las autoridades reportan que 32 de cada 100 de sus habitantes utilizan todos los días el transporte colectivo.

Los autobuses de esta ciudad, ubicada al sur de Brasil, no compiten con carros tipo “concho”, que abundan en Santo Domingo, porque no existen.

Tanta importancia tiene el modelo de movilización masiva de Curitiba, que el diseño de estaciones en forma de tubo es un símbolo de la ciudad y se promociona como un pequeño suvenir en las tiendas de recuerdos para los turistas.

Dichas estaciones están formadas por un cilindro de vidrio y acero equipado con una casilla rotatoria en las partes delanteras y traseras, un espacio para el cobrador, un área de espera y mecanismos de accesibilidad para las personas con discapacidad.

Estación en forma de tubo. Por (Mariela Mejía)
Estación regular y otra en forma de tubo. Por (Mariela Mejía)
Una estación de tubo en una avenida de Curitiba. Por (Mariela Mejía)

Mantener un modelo similar de transporte no ha resultado en la República Dominicana. La OMSA, creada en 1997, brinda un servicio deficiente a unos 4.3 millones de habitantes de Santo Domingo y Santiago.

El servicio pasó de mover 35.2 millones de pasajeros en 2010 a 17.8 millones en 2014, lo que equivale a una reducción de casi 50%, según reportes de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

Además, la ONE indica que sus recaudaciones disminuyeron. En 2010, la OMSA reportó RD$336.2 millones de ingresos por pasaje, y en 2014 se redujeron a RD$252.8 millones.

A esto se agrega una ineficaz política gubernamental que ha motivado que los sindicatos de transporte controlen gran parte de las rutas urbanas, lo que genera un caos en el servicio.

Gimnasios públicos... y gratis

Para quienes no deseen pagar una cuota en el gimnasio, en algunos parques públicos del Distrito Nacional se han instalado máquinas fijas de hacer ejercicio. Curitiba y otras ciudades del estado de Paraná también las han implementado.

Contreras indica que esta idea el Ayuntamiento no la tomó de Curitiba. Explica que Corea del Sur fue la ciudad que masificó esta herramienta con costos asequibles.

El alcalde Roberto Salcedo ha promovido una red de gimnasios públicos en distintos puntos del Distrito Nacional que forman parte de una política de prevención de salud. El Ayuntamiento reporta que hay instaladas 227 máquinas en los parques Iberoamérica, Mirador Sur, Eugenio María de Hostos, Los Ríos, San Gerónimo y Güibia. También los hay en Santo Domingo Este, como el ubicado en el parque Gregorio Luperón de la avenida San Vicente de Paul.

En septiembre de 2014 se registraron quejas de usuarios por el estado de los aparatos del Parque Güibia. Estaban desgastándose las posaderas de los pies en los equipos y los asientos en las máquinas, algunas partes lucían oxidadas y se había perdido un disco de un equipo que se maneja con pesas. Ante la queja, la alcaldía pintó y reparó las maquinarias.

En febrero del presente año, Diario Libre recorrió nuevamente las instalaciones en Güibia y los parques Mirador Sur y Eugenio María de Hostos. Se verificó que había máquinas que lucían desgastadas y en malas condiciones. Algunos usuarios reclamaron que el gobierno de la ciudad sea más constante en el mantenimiento.

Senderos para el caminante

La habilitación de senderos para caminar o trotar es también usada en Curitiba.

Contreras indica que este modelo, también aplicado en Santo Domingo, se tomó de Nueva York y Bogotá, y el viejo parque Mirador Sur es uno de los lugares donde se empezó a implementar.

Tanto los ayuntamientos del Distrito Nacional como los de la provincia Santo Domingo lo han llevado también a los parques de urbanizaciones y en algunos se han instalado pequeñas rutas.