Centro de Operaciones de Emergencias: el legado de una entidad de servicio ciudadano

Cada Semana Santa, Navidad, 21 de enero, o cuando la naturaleza anuncia la manifestación de algún fenómeno atmosférico, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) se reactiva para orientar a la ciudadanía y garantizar respuesta a situaciones de urgencia y desastres.

Un equipo conformado por más de 100 hombres y mujeres, con el general Juan Manuel Méndez a la cabeza, asume el liderazgo junto a representantes de diversas instituciones ofíciales y privadas para salvaguardar vidas y propiedades llevando informaciones oportunas, precisas y adoptando medidas de protección.

Esta entidad que nace en el año 2001 mediante el decreto 360-01 fue creada como una dependencia de la Presidencia de la República como entidad responsable de promover, planear y mantener la coordinación y operación conjunta, entre diferentes niveles, jurisdicciones y funciones de instituciones involucradas en la respuesta a emergencias y desastres.

Es cinco años después de su creación cuando comienza a tener visibilidad la labor de la entidad, ganándose el respeto de la ciudadanía que, en su mayoría, acata las orientaciones del organismo cuando el país requiere de coordinación de acciones de preparación para dar respuesta conjunta ante cualquier evento que afecte a la gente.

Aunque el COE es una dependencia de la Presidencia de la República, tiene su propio presupuesto, de aproximadamente 83 millones de pesos al año que en su mayor parte se invierte en el pago al personal, pago de servicios y adquisición de bienes de consumo como alimentos, entre otras.

Un rostro familiar

Durante 15 años el COE ha tenido el rostro del general de brigada del Ejército de la República Dominicana, Juan Manuel Méndez García, un abogado con vocación de servicio y una hoja de vida de 34 años en el cuerpo armado donde ha ocupado los cargos de relacionista público y consultor jurídico.

Su cara aparece con frecuencia en los noticieros de televisión y en las fotos de los diarios nacionales desde que inicia la temporada ciclónica desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre para ofrecer informaciones ante cualquier evento de la naturaleza, peo además cuando el país celebra festividades que ameritan movilidad de personas.

Méndez llegó a la institución en julio de 2005 mediante decreto, luego que el entonces director de la Defensa Civil lo recomendara y desde entonces se propuso desarrollar el COE junto al Comando Sur de Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas. Ambas entidades jugaron un papel preponderante en lo que es hoy el COE.

De acuerdo con el funcionario, el propio Comando Sur de Estados Unidos ha informado que el Centro de Operaciones de Emergencias de la República Dominicana es el más importante de la región del Caribe debido a su capacidad de respuesta ante eventos de la naturaleza.

“A nuestra llegada no había nada de lo que usted ve en esta mesa, en esto 15 años y algo hemos construido el Plan de Contingencia para huracanes, Plan de Contingencia para Eventos Súbitos como los terremotos. Con la asesoría técnica del Comando Sur de Los Estados Unidos, así como de las Naciones Unidas y otras agencias. Hemos trabajado con el PNUD, por ejemplo, en el 2009 en lagunas ilustrada para que los niños aprendan a defender en eventos súbitos aprender a cómo manejarse y defenderse”.

Para cada evento o situación se ha elaborado un manual que puede ser actualizado y mejorado, pero que de acuerdo con el general Méndez son herramientas disponibles que no existían.

Otro aporte es la aplicación de una APP que se llama “Alerta COE” que puede ayudar a la población a defenderse de un sismo, de huracanes porque están las recomendaciones, inclusive georreferenciada con los lugares donde están los albergues y hasta traza la ruta de cómo llegar a los albergues, gracias a una plataforma donada por el Banco BHD que usa tecnología Android y Huawei.

La capacitación técnica es otro pilar del COE, pues cada miembro de la entidad debe pasar por un proceso de educación que los pone en condiciones de asumir cualquier responsabilidad dentro del organismo.

“En estos años hemos trabajado tanto que, este último, entrenamos personal de las Fuerzas Amadas Defensa Civil, la Cruz Roja, Salud y logramos en este 2020 ser la entidad que pudo dar la primera respuesta en el tema del COVID-19 porque los que teníamos la experiencia con el tema biológico y lo habíamos trabajado en el país eran el COE y algunas unidades de las fuerzas armadas que estaban involucradas en este tema”, expresó Méndez.

Cuando se echan las palomas

El oficial dice sentirse satisfecho por los logros de los últimos 15 años y reconoce al equipo que lo acompaña para lograr que hoy el COE sea una institución más fuerte y con mayor capacidad de respuesta a la ciudadanía.

¡Pero es hora de abrir espacios a otros! Méndez quiere disfrutar más de su familia, compartir más con sus siete hijos, pues en los últimos 15 años, dice que no ha tenido Semana Santa con sus seres queridos, no ha disfrutado de la Cena de Nochebuena, pues se pregunta cómo lo haría si tiene a su cargo un personal en las calles cuidando de la gente.

Informa que hace dos años solicitó su retiro del Ejército, ya no quiere ser militar porque entiende que cumplió su ciclo en la institución, lo que quiere es compartir con sus hijos, bañarse bajo la lluvia, irse a una playa, a no tener que irse al COE cada vez que se nubla o se anuncian lluvias o algún fenómeno atmosférico.

“Para vivir no necesito puesto, yo me adaptaré a lo que me salga de mi pensión y algo buscaré qué hacer soy abogado y tengo maestría en derecho civil... me siento satisfecho con lo que he logrado, y la parte económica ha quedado demostrado con la pandemia que no es lo más importante, el afecto de las personas, el cariño de la familia es lo más importante que debe tener un ser humano”, expresa.

Este sábado, fue dado a conocer el decreto 320-20, de fecha 14 de agosto de 2020, mediante el cual el Poder Ejecutivo asciende al rango de mayor general y coloca en honrosa situación de retiro a Méndez García, con disfrute de pensión, por antigüedad en el servicio.

Cuenta que cuando era un adolescente sufrió un accidente de tránsito, se fracturó una pierna y les hicieron varias transfusiones y con el tiempo se descubrió que se había contagiado de hepatitis C. Para él fue una gran experiencia porque buscó ayuda para contrarrestar la enfermedad, pero a excepción del entonces almirante Sigfrido Pared Pérez y del doctor Pérez Méndez poco apoyo recibió.

En medio de la satisfacción del deber cumplido, de algunos desengaños y de profundas reflexiones sobre lo más importante de la vida, este general quiere colgar su uniforme y dedicar más tiempo a su vida y a los suyos, pero deja claro que hasta su muerte será un servidor, un luchador por la vida.

“Que la población tenga en cuenta que lo que he hecho es por vocación, de servir. Siempre le di mi teléfono privado a la población y a los medios, que es el 809 773-4447, ese es mi celular, el que yo pago. Ese número no lo voy a cambiar y cuando la población necesite de mí, saben que tienen una persona que le va a responder la llamada”, afirma.

Anecdota