Cementerio de vehículos provoca problemas ambientales en el Gran Santo Domingo

Más de 21,000 están en centros de retención Hay otros 5,000 en el renglón de chatarras para subasta pública

Coronela Carmen M. Pérez.

SD. Más de 21,000 unidades vehiculares, entre ellas, motocicletas y vehículos, retenidas en el Gran Santo Domingo por infracciones de tránsito generan componentes altamente contaminantes al medio ambiente y son multiplicadoras de ratones y mosquitos, lo que afecta a residentes cercanos a los lugares de su almacenamiento.

De estas unidades, hay 5,299 (25 %) inservibles, de un total de 21,291 almacenadas en el Gran Santo Domingo, según las cifras hasta el pasado 25 de febrero provistas por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), cuyo director es el general de brigada Ramón Antonio Guzmán Peralta, de la Policía Nacional.


En el renglón de “chatarrización” tienen vehículos de hasta más de ocho años arrumbados en centros de retención que parecen cementerios de autos. De los 5,299 inservibles, 5,250 son motores y 49 vehículos deteriorados.

De acuerdo con la Digesett, diariamente son retenidos entre 150 y 500 vehículos a ciudadanos por violar la Ley 63-17 sobre Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana.

La coronel abogado de la Policía Nacional (PN), Carmen Maritza Pérez, encargada de los Departamentos de Retenciones de Vehículos a Nivel Nacional de la Digesett, explicó que “retenemos cada día unas 150 unidades vehiculares, dependiendo la época, como por ejemplo, en la Semana Santa y en diciembre, retenemos hasta 300 o 500 motores, y entregamos o damos salidas a alrededor de 150 o menos a los ciudadanos o conductores que lo reclaman”.

Señaló que las unidades incautadas por accidente de tránsito mayormente no son retiradas por sus dueños, por lo que están entre seis y ocho años arrumbadas, proceso que concluye en “chatarrizarlas”.

Subastarán más de 5,000 motores

Pérez, quien también es encargada del Centro de Retención de Vehículos El Coco, conocido como El Canódromo, revela que “hay más de 5,000 motocicletas que están organizadas para que el Intrant la subaste y unos 46 vehículos”.

Indicó que por la pandemia, el año pasado no se pudo realizar una subasta pública, pero que se tiene previsto realizarla a través del Intrant, aunque no se tiene fecha exacta para su realización.

Anteriormente, aclaró, “estas subastas la realizaba la Policía Nacional, junto con Bienes Nacionales y la Procuraduría General de la República, pero ahora como Intrant es que rige y organiza, se hacen en conjunto”.


Refirió que en los casos de robo, el Departamento de Recuperaciones de Vehículos siempre va a los centros de almacenamiento a revisar el número de chasis de las unidades vehiculares, conocido también con las letras VIN, que es el código de identificación de un vehículo específico. El VIN sirve como huella digital de un auto y por ello no habrá dos vehículos en funcionamiento que tengan el mismo número. Cuando se depuran, se dan cuenta si el vehículo ha sido sustraído.


Ante la pregunta de si hay agentes que usan vehículos de esos retenidos, Pérez expresa que “no utilizamos ningún objeto que esté por debajo de nuestra responsabilidad, jamás”.

Consultado al respecto, Luis Carvajal (Cuchito), reputado biólogo, manifestó que “la permanencia de chatarras por largo tiempo en un espacio físico, representa un abuso en término de manejo, y sus principales problemas son la emisión de aceite de combustibles, los procesos de oxidación y la multiplicación de ratones y mosquitos”.


Carvajal, egresado de la Universidad Máximo Gorki, de Rusia, con una maestría en Ciencias Biológicas (Fisiología y Bioquímica de las plantas) y especialidad en Biotecnología en Costa Rica y en la Universidad de Las Villas, Cuba, advirtió que al igual que los cementerios que emiten contaminantes, aunque son diferentes, “los componentes que provienen de chatarreras son metales pesados, óxidos de metales pesados, que pueden entran en contactos con las aguas y contaminarlas”.
Refirió que “el problema de eso está en el tiempo en que tardan en mover los vehículos y en el manejo general que tienen, porque nosotros carecemos de una estrategia para manejar eso y dar respuestas a las preguntas de cuándo se desecha y cómo deponer el material que termina desechándose”.
Mantuvo que “en estos sitios se desprenden vapores y gases, los vehículos no los encienden, pero tanto los combustibles como los aceites empiezan a lixiviar (fenómeno de desplazamiento de sustancias) y terminan afectando a los vecinos más cercanos”.

Asimismo, Carvajal recomendó “operar en un sistema de entrada y salida, descartando aquellos vehículos que empiezan a convertirse en chatarras, para que puedan ir a chatarreras manejadas o hacer reciclados. Además, debe haber una inspección para establecer cuál es la pertinencia de los manejos ambientales en esa zona”.

Estadísticas de retenciones en el GSD


De acuerdo con el informe de vehículos retenidos en los diferentes Centros de Retenciones Vehiculares (CRV) de la Digesett del 25 de febrero de 2021, en el Distrito Nacional, más bien en El Coco, conocido como El Canódromo, había 13,215 motores retenidos y 720 vehículos. En la calle Independencia, casi esquina Máximo Gómez, había 39 motores retenidos y 71 vehículos, y en Santo Domingo Norte, 3,315 motores y 179 vehículos.


Asimismo, según este informe, en el CRV de La Victoria había al pasado 25 de febrero 3,306 motores retenidos y 174 vehículos, y en la Zona Oriental 260 motores y 12 vehículos.

En adición, en el CRV de la Independencia casi esquina Máximo Gómez, hay decenas de chatarras rotuladas con letreros de la Policía Nacional.

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