Un año después de que las lluvias se convirtieron en lágrimas por la tragedia de la 27 de Febrero

Familia de Bonheur Dorvilien lucha por recuperarse tras la tragedia provocada por el colapso de una parte del paso a desnivel de la avenida 27 de

Febrero con Máximo Gómez

Paso a desnivel de la 27 de Febrero con Máximo Gómez donde colpasó uno de los muros, provocando la muerte de nueve presonas en 2023. (Archivo/Diario Libre)

Este lunes se cumplió un año de la muerte de nueve personas al colapsar el muro lateral noroeste del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez a causa de las lluvias, y sus secuelas dolorosas en la vida de familiares y la sociedad se mantienen presentes.

La tragedia involucró a tres nacionalidades: dominicana, haitiana y puertorriqueña, a la que el destino les apagó la felicidad y llevó dolor a sus parientes y pesar a sus compueblanos. Las lluvias provocadas por un disturbio tropical fueron la causa de la tragedia al infiltrarse por los muros de la estructura vial hasta derribarlos.

Entre las víctimas había un matrimonio que venía al país a vacacionar desde Puerto Rico, un médico militar retirado identificado como Eduardo Cabrera Castillo, Omar Avilés Méndez y su hija Solange Méndez, que se había casado recientemente; Ramón Martínez y Awilda Sánchez, padres de María Nereida Martínez, quien estaba embarazada y Bonheur Dorvilien (Bonel), de origen haitiano.

A pesar de los esfuerzos realizados, Diario Libre solo pudo contactar a los familiares de uno de los fallecidos para dialogar con ellos al cumplirse el año del fatídico suceso.

Babylove Dorvilien (Baby), de 35 años, era la esposa de Bonheur Dorvilien (Bonel), quien dejó cuatro niños en la orfandad de 12, 10, 6 y un año, pero además estaba embarazada al momento de la tragedia de una niña que ahora tiene ocho meses. 

Paso a desnivel 27 de Febrero reconstruido. Por (Neal Cruz)
La casa que les construyen algunas personas a la familia de Bonheur Dorvilien. Por (Neal Cruz)
Una familia aloja en su casa a la madre y los cinco hijos. Por (Neal Cruz)
Una de las habitaciones de la nueva casa. Por (Neal Cruz)
Babylove agradece a personas por su casa. Por (Neal Cruz)
Con poca inversión se termina la vivienda.  Por (Neal Cruz)
Las habitaciones tienen piso, pero faltan la sala, baños y galería. Por (Neal Cruz)

Para ella y su familia ha sido un año de mucha tristeza porque Bonel era el alma de la familia. Los niños lloran en ocasiones por la ausencia de su padre. Viven en carencia, pero como dice su madre, ellos, a pesar de su corta edad, están conscientes de las precariedades y no exigen más que lo básico.

La madre y sus hijos se alojan en la casa de una vecina, sin cama ni los demás enseres que se dañaron con las lluvias recientes, mientras se les construye una nueva casa de bloques. En la casa donde vivían antes se tapaban con una lona.

Es que personas solidarias las han ayudado a construir su casa con donaciones. El Gobierno, a raíz del suceso prometió construir una casa a la familia, pero no cumplió. Un hombre llamado José Zapata y una señora de nombre Cecilia son los que más les han ayudado con la construcción de la vivienda.

Babylove es una mujer cristiana y siempre ora por todos los que la han ayudado, principalmente por Zapata y Cecilia y agradece a Diario Libre porque fue que dio a conocer su situación. 

Ya la casa está construida, pero falta el piso de la sala, la cocina, pasillos y los baños; la colocación del sistema sanitario, además de camas y utensilios.

Una tragedia que se podría repetir

Durante el descenso que hizo el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, al lugar donde se reconstruía el muro colapsado, el 6 de diciembre del año pasado, informó que se había contratado a la Constructora Estrella para reconstruir la parte colapsada y aplicar técnica de ingeniería que garantizaran seguridad en el lugar, trabajo que se hizo a un costo de 250 millones de pesos.    

Informó que los restantes siete pasos a desnivel también serían intervenidos para reforzarlos y evitar una nueva tragedia, pero ha pasado un año y no se ha trabajado en los demás, lo que ha generando inseguridad e incertidumbre entre ciudadanos cada vez que llueve de manera considerada.

Valentín Polanco, es un usuario del corredor 27 de Febrero y cuenta que cada vez que llueve transita por el muro central de la avenida, recordando la tragedia del 18 de noviembre del año pasado, mientras que Sofía Alvarado dijo a Diario Libre, que cuando llueve prefiere transitar “por arriba” porque se siente más segura.

Diario Libre contactó al Ministerio de Obras Públicas para saber los planes que tiene en el proceso de reforzamiento de los pasos a desnivel, pero no fue posible obtener una reacción al respecto

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.