En residencial Don Honorio luchan por conservar su esencia

Denuncian constructores violan normas que limita a cuatro la altura de edificios

Edificio de 11 niveles, que según la junta de vecinos, viola la norma de cuatro niveles vigente para Don Honorio. (Diario Libre/Joliver Brito)

Cuando en los años 80 un señor conocido como Don Honorio decidió vender parte de sus terrenos, por el kilómetro 11 de la Autopista Duarte, lo hizo pensando en construir un espacio donde la gente viviera en paz, en armonía y respeto con la naturaleza, pero con el tiempo las cosas han cambiado.     

La demanda de viviendas en el Distrito Nacional obligó a que muchas de las casas unifamiliares que en principio existían en el lugar, se transformaran en edificios con altura máxima de cuatro niveles, pero hoy Don Honorio tiene edificaciones de hasta 11 niveles que violan el Plan Regulador de Edificaciones consensuados con los residentes.

Francisco María dijo que los constructores no solo violan la normativa de los cuatro niveles, sino que han dejado calles sin aceras porque construyen encima de esos espacios dedicado a los peatones y aunque los vecinos reclaman, no hacen caso.

Tenemos un edificio en un Cul de Sac donde no se debe construir porque no hay espacio. Imagínese que suceda una situación de emergencia, un incendio, ¿cómo van a salir de una callecita de menos de seis metros?, tenemos otro caso en la central que tiene una construcción aprobada de cuatro niveles y construyó seis”, indicó.

De acuerdo con María, encargado de Seguridad vial y ciudadana de la junta de vecinos, los casos han sido sometidos a la Alcaldía del Distrito Nacional a través del departamento jurídico, pero ignoran el por qué no se ha dado curso si tienen más de un año depositados en jurídica.

Destaca que el director de Planeamiento Urbano de la Alcaldía, Mayobanex Suazo, ha sido muy diligente, pero entiende que está atado de pies y mano y lo que puede hacer es someter al tribunal vía la consultoría jurídica de la Alcaldía.

Dinanyely Báez y Jonahnny Bueno están preocupadas porque Don Honorio está perdiendo su esencia, el sector crece hacia arriba sin que se tome en cuenta que tienen las mismas calles y servicios como drenaje, electricidad y otros.

Nos han dejado sin acera, una persona no puede caminar, imagínate una persona minusválida es imposible caminar porque no hay aceras, nos robaron las aceras. En el parque bambú hubo un constructor que redujo el parque porque sí, para que se pueda parquear y pasen carros, esa zona de ahí es un caosDinanyely Báez,residente en Don Honario
 
Poco espacios en las aceras parea caminar Por (Joliver Brito)
Haitianos viven en casas que estaban deshabitadas Por (Joliver Brito)
Edificio que según vecinos, viola el permiso de uso de suelo Por (Joliver Brito)
Por (Joliver Brito)
Las aceras no cumplen los metros de anchura. Por (Joliver Brito)
Por (Joliver Brito)
El sector crece hacia arriba Por (Joliver Brito)

Informó que el residencial no tiene una planta de tratamiento, mientras crece la cantidad de habitantes, igual ocurre con la energía energética, por lo que entiende que pronto esos serán problemas para el residencial.

Mientras que Jonahnny Bueno invitó a la alcaldesa Carolina Mejía para que vea la situación que están viviendo, sobre todo en lo que tiene que ver con los permisos de altura de las edificaciones y las áreas verdes.

Un residencial con áreas verdes

Es que Don Honorio es uno de los residenciales que cuenta con mayores espacios de área verde, solo en la parte baja existe un área 22,400 metros cuadrados que es uno de los pulmones del residencial y es considerado como parte del modelo concebido para el proyecto original que quiso su impulsor.

Un proyecto habitacional que colinda con Don Honorio se había adueñado de 4,500 metros del área verde, pero los comunitarios se unieron y dieron los pasos legales y recuperaron el terreno.

Aquí diversas especies de aves ambientan el lugar con su canto, también hay plantas endémicas, anfibios y reptiles como iguanas, pero un esta última desaparecieron debido a que una comunidad de haitianos que reside se las comieron, cuentan lugareños.

“Es un inconveniente el drenaje, se han hecho filtrantes y colapsan, a veces tenemos las aguas por las calles, a veces como administración de edificios, tenemos que gastar altas sumas de dinero para hacer filtrantes nuevos que son bien caros, necesitamos un sistema cloacal, una planta de tratamiento”, reiteró Bueno.

Parque Bambú Por (Joliver Brito)
Según los moradores este edificio tiene aprobado 6 niveles y se proyecta para 8. Por (Joliver Brito)
Irrespeto a los peatones Por (Joliver Brito)
Verjas que ocupan parte de las aceras Por (Joliver Brito)
Vecinos claman por la aplicación de la normativa de uso de suelo Por (Joliver Brito)
Por (Jolover Brito)
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Guillermo Berroa es uno de los vecinos preocupado por las áreas verdes y dedica gran parte de su tiempo al cuidado de estas. Se pasa horas dándole mantenimiento a las plantas, sembrando otras, protegiendo la flora, de depredadores y de personas que la dañan.

Los haitianos

En la parte baja una cañada separa el área verde de unas propiedades privadas donde existen casas antiguas, algunas a medio construir donde viven cientos decenas de haitianos. En una vivienda se autorizaba a uno o dos haitianos para cuidar el inmueble, pero al poco tiempo venían muchos más y ya la población de esos extranjeros en la zona es considerada preocupante para los residentes en Don Honorio.

Cuenta el señor Berroa que ha tenido que enfrentar a los extranjeros porque cortaban los árboles para hacer carbón y además de matar las iguanas se han dedicado a sembrar frutos menores.

De acuerdo con los residentes, los haitianos contaminan el lugar porque hacen sus necesidades fisiológicas en fundas y las lanzan a la cañada o a cualquier parte de las áreas protegidas, igual la basura, lo que ha causado que se entapone la cañada cuando llueve mucho.

Angela Mercedes de Prensa (doña Angy) presidenta de la Junta de Vecinos de Don Honorio, afirma que han luchado contra viento y marea para conservar a Don Honorio como era antes. Dice que no se opone al desarrollo, pero siempre que sea respetando las normas.

“Aquí tenemos muchos problemas, hay un grupito que estamos luchando porque se dé lo mejor, porque Don Honorio tenga paz y tranquilidad y que sea Don Honorio por el que nosotros compramos, el sueño que compramos para vivir nuestra vejez, no queremos que nos la cambien, queremos vivir, no queremos abandonar no importa lo que venga, vamos a seguir luchando porque aquí tenemos nuestro terruño”.

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.