Las aceras de Los Jardines del Norte no son aptas para caminar
Las autoridades reconstruyen calzadas en parte del sector
Cuando las personas entran al sector capitalino Los Jardines del Norte, por la avenida Buenaventura Freites, lo primero que los recibe es el mal olor de unas cloacas tapadas por las aguas residuales y la basura. En una alcantarilla hay estancada una cantidad de agua putrefacta.
Cada vez que llueve el área se inunda, dificultando el tránsito vehicular y, sobre todo, de los transeúntes que salen a pie de la estación del Metro Francisco Gregorio Billini, que está ubicada en la esquina John F. Kennedy.
En los primeros 100 metros de la calle los caminantes conviven con el mal olor, que emana de las aguas, varios negocios de comida rápida, a los que siguen aceras muy accidentadas, con partes destrozadas por hundimiento o por las raíces de árboles.
Las isletas del centro de la vía han sido expandidas y derribadas por estas raíces.
Llegando a la curva, frente a la plaza comercial Civil Center, el concreto de la acera se partió en bloques que se derrumban hacia la depresión por donde pasaba una cañada abierta. Esta corriente de agua contaminada fue canalizada por las autoridades a través de túneles de concreto.
Al otro lado de la cañada ya se reconstruyen las aceras de la calle Jardines Encantados, como parte del programa de reconstrucción del Ministerio de Obras Públicas. Pero todavía falta la parte más transitada en la avenida Freites.
A lo interno del sector es visible el avance de los trabajos en muchas calles. Aun así, las aceras nuevas son interrumpidas por agujeros que se dejan abiertos para los medidores de agua y para permitir pasar tuberías y canales de desagüe de propiedades privadas.
En varias secciones el vaciado se detiene, dejando tramos con un relieve más bajo, donde se ve la antigua acera. La terminación del trabajo es más rústica de lo acostumbrado y son numerosas las grietas que cruzan las aceras de lado a lado.
Es mucha la tarea que tiene por delante Obras Públicas, como se puede apreciar en un recorrido por las calles residenciales de la zona.
Los espacios concebidos para el paso de los peatones son destruidos por las raíces de grandes árboles o invadidos por el follaje de plantas que sobresalen de los solares en las que han sido sembradas. Un ejemplo de esto es la calle Jardines de los Cerezos, que desemboca en la Buenaventura Freites.
Los habitantes de Los Jardines del Norte también contribuyen a obstaculizar el libre tránsito por las aceras con tanques de basura, con desechos tirados directamente y otros objetos.
El Gobierno destina 456 millones de pesos en un plan de construcción y rehabilitación de aceras, contenes, badenes e imbornales en el Distrito Nacional.
El presidente Luis Abinader dio el primer palazo del programa el pasado 3 de septiembre.
Allí se anunció que las primeras áreas intervenidas serían las circunscripciones 1, 2 y 3.
Se construyen 167 mil metros cuadrados de aceras y 75 mil metros lineales de contenes.
Esto significará 75 kilómetros de aceras en 328 calles.
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