Planes no han faltado para abordaje del drenaje pluvial en República Dominicana

Durante más de 80 años en la República Dominicana se han diseñado varios planes y herramientas técnicas para tratar la problemática del drenaje pluvial en el país, sin embargo, a juicio de expertos, la falta de voluntad política no ha permitido el arranque de estas iniciativas.

La carencia de un sistema de drenaje pluvial eficaz ha sido más visible en momentos en que el país pasa balance a los daños y víctimas mortales dejados por las inundaciones registradas el pasado viernes, cuando cayó en menos de tres horas más del 50 % de las lluvias esperadas en el mes de noviembre, de acuerdo a datos de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).

El arquitecto urbanista Omar Rancier explicó que la República Dominicana ha tenido planes para hacer frente al problema del sistema de drenaje desde 1939, cuando el dictador Rafael Leónidas Trujillo contrató al exministro y arquitecto español Bernardo Giner de los Ríos para tales fines. 

“Nosotros hemos tenido como cinco o seis planes urbanos y directores para Santo Domingo, pero no se ejecutan, si no hay una voluntad de implementar el plan que necesita la ciudad de Santo Domingo”, manifestó Rancier.

El “Informe Básico sobre Puntos Críticos y Problemática de la Contaminación en las Cuencas Media y Baja del Río Ozama e Isabela en el Gran Santo Domingo”, desarrollado en 2013 por la Unidad Ejecutiva para la Readecuación de la Barquita (Urbe), cita los cinco planes mencionados por Rancier: Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario y Pluvial de Santo Domingo, de 1969; Propuesta Técnica para un programa de Acción para el Saneamiento de la ciudad de Santo Domingo, de 1994.

También el Plan Director de Drenaje Pluvial para la ciudad de Santo Domingo, de 1997; Plan de Saneamiento Ambiental para las Cuencas Media Baja Ozama- Isabela- Haina y el Litoral de Santo Domingo, de 1999 y el Informe Diagnóstico y Estudios Básicos para el Plan Maestro de Alcantarillados de Santo Domingo, del 2011.

Sobre este último, desarrollado durante la gestión de Alejandro Montás en la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), es importante señalar que se ejecutó, aunque desde el punto de vista del tratamiento de las aguas residuales.

Túneles subterráneos: ¿una solución?

Para el exsecretario general de la Alcaldía del Distrito Nacional, Domingo Contreras, el desarrollo de un territorio, como el hecho en Santo Domingo, requiere una obra que responda a los servicios que necesita la ciudad.

“Yo he planteado que aquí hay una oportunidad para promover un fideicomiso que genere una infraestructura en subsuelo que nos dé cinco servicios: agua potable, aguas sanitarias, aguas pluviales, cableado de telefónica y eléctrico”, agregó.

Añadió que en el país “hay herramientas técnicas, infraestructuras y empresas públicas y privadas que requieren esos servicios, además de que hay una necesidad fundamental”. Manifestó que con la creación del Metro de Santo Domingo se desarrollaron dos líneas de sistema de galerías (túneles), pero que actualmente no están en uso. 

“Para las dos líneas del Metro se hizo una infraestructura en paralelo que tiene la capacidad de todos los servicios mencionados. Nosotros tenemos otras líneas que se han desarrollado; hay que completar ese trabajo, por ejemplo, a lo largo de la Núñez de Cáceres desde la Gustavo Mejía Ricart, en La laguna. Ahí se hizo un sistema de tubería que atraviesa toda esa zona con los equipos del Metro”, indicó.  

Agregó que este tipo de infraestructuras “son una obligación para responder al reto de un territorio que se está desarrollando. Pienso que el presidente de la República, que ha tenido una política del fideicomiso y la alianza pública privada, tiene en este desafío una enorme oportunidad para lanzar un proyecto de este tipo en Santo Domingo”.

 

Puede volver

Para el meteorólogo criollo Francisco Holguín lo ocurrido con los aguaceros del viernes debe llevar a repensar la ciudad con el tema del drenaje, sobre todo, porque es un evento que puede volver en una semana, un mes o un año, pues es una de las consecuencias inesperadas del cambio climático.

La magnitud de las lluvias que dejó anegadas las principales avenidas y calles de la ciudad y ahogó cientos de vehículos, era impredecible, según varios expertos.

Tanto Holguín como el meteorólogo John Morales coinciden en que lo ocurrido no había manera de predecirlo, más allá de las alertas meteorológicas que emitieron desde el viernes en la mañana, los servicios de socorro en sus plataformas web y de redes sociales.

El fenómeno ha recordado, nuevamente, la necesidad de otro radar meteorológico para aumentar la calidad de los pronósticos.