Saccorhytus, la criatura marina que pudo ser el primer abuelo del ser humano

El Saccorhytus era una organismo microscópico con forma de saquito, de cuerpo elíptico, con una boca grande y en el que “misteriosamente” los investigadores no encontraron evidencias de que tuviera ano. (Simon Conway Morris/Jian Han)

MADRID. El Saccorhytus, una criatura marina de no más de un milímetro de tamaño y que vivió hace unos 540 millones de años, puede ser el primer paso conocido en la senda evolutiva que acabó llevando al surgimiento de los humanos, según un estudio de fósiles encontrados en China y que este lunes publica Nature.

Un equipo de investigadores británicos y chinos identificó restos microfósiles de lo que sería el primer ancestro prehistórico de los humanos, una criatura nueva para la ciencia y que se cree que es “el ejemplo más primitivo” de los deuterostomados, un amplia categoría biológica que abarca, entre otros subgrupos, a los vertebrados.

El estudio señala que “esta criatura sería el ancestro común de una gran variedad de especies y el primer paso descubierto, hasta ahora, en el camino de la evolución que cientos de millones de años más tarde llevó hasta los humanos”, según un comunicado de la Universidad de Cambridge.

El estudio fue realizado por un equipo internacional de académicos que reunía a investigadores de la Universidad británica de Cambridge, y de la china de Northwest, con el apoyo de otros colegas e instituciones chinas y alemanas.

El Saccorhytus, que probablemente vivía entre los granos de arena del lecho marino, era una organismo microscópico, aproximadamente de un milímetro, con forma de saquito, de cuerpo elíptico, con una boca grande y en el que “misteriosamente” los investigadores no encontraron evidencias de que tuviera ano.

Sus características estaban “extraordinariamente conservadas en los restos fósiles” y aunque observados a simple vista parecían pequeños granitos negros, bajo el microscopio el nivel de detalle era increíble”, indicó Simon Conway Morris, de la Universidad de Cambridge.

El Saccorhytus, como representante temprano de los deuterostomos “puede representar el comienzo de una gran diversidad de especies, incluidos nosotros mismos”, indicó el experto.

Además proporciona “una destacable comprensión de las primerísimas etapas de la evolución de un grupo que llevó a los peces y, en última instancia, hasta nosotros, agregó su colega de la Universidad Northwest Degan Shu.

Los fósiles fueron encontrados en la provincia china de Shaanxi (centro), que en la era Cámbrica podría haber sido un mar poco profundo y los científicos tuvieron que procesar unas tres toneladas de piedra caliza para localizarlos.

El estudio sugiere que su cuerpo era bilateralemente simétrico, una característica heredada por muchos de sus descendientes, incluidos los humanos, y estaba cubierto de una piel fina y relativamente flexible.

Esa flexibilidad sugiere que tenía algún tipo de musculatura, lo que lleva a los investigadores a concluir que pudo hacer movimientos contráctiles y desplazarse serpenteando.

Sin embargo, su característica quizás más sorprendente era su forma “bastante primitiva” de comer y dispersar los residuos, pues el Saccorhytus tenía una boca grande en relación con el resto de su cuerpo y probablemente se alimentaba engullendo partículas de alimento o incluso otras criaturas.

Al no haber encontrado evidencias de la existencia de ano, estiman que cualquier material de desecho se evacuaba a través de la boca, “una perspectiva -señalo Conway- que, desde luego, suena bastante poco atractiva”.

Los expertos destacaron también que la criatura marina tenia estructuras cónicas en el cuerpo, que podrían servir para hacer salir el agua que tragaba, siendo así el precursor evolutivo de las branquias de los peces.