Casi dos millones de deportados por EEUU durante gobiernos de Obama
Más de 500 organizaciones y 29 legisladores demócratas pidieron a Obama que detenga deportaciones
WASHINGTON. - La cantidad de deportados por Estados Unidos desde que el presidente Barack Obama asumió el poder en 2009 se ubicó este año ligeramente por debajo de los dos millones, anunció el jueves la policía de inmigración y aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
El director interino del organismo John Sandweg dijo a periodistas en conferencia telefónica que las deportaciones practicadas durante el año fiscal 2013 (que abarca desde el 1 de octubre del 2012 al 30 de septiembre del 2013) fue de 368.644, la cantidad más baja desde 2009.
El monto total de las deportaciones practicadas entre 2009 y 2013 asciende entonces a 1.958.095, apenas 40.000 por debajo de los dos millones.
Entre 2008 y 2012 las deportaciones ascendieron hasta ubicarse por debajo de las 400.000 anuales, el doble de las 200.000 registradas en 2007, la cifra más alta durante los dos periodos del presidente George W. Bush.
Sandweg distribuyó el descenso durante 2013 respecto a años previos a un incremento importante de inmigrantes centroamericanos arrestados en la frontera con México, ya que el procesamiento de esos casos suele ser más prolongado.
Los mexicanos representaron un 65% de los deportados durante 2013, seguidos en un muy distante segundo lugar por Guatemala, con un 13%.
Más de 500 organizaciones y 29 legisladores demócratas pidieron este mes a Obama que detenga las deportaciones de los inmigrantes que se beneficiarían del proyecto de ley migratoria aprobado en junio por el Senado. La mayoría republicana en la cámara baja rechazó la legislación aprobada en junio por el Senado y anunció que elaborará, en cambio, varios proyectos de ley separados, lo que mantiene a la reforma migratoria en un limbo.
La cámara de representantes culminó la semana pasada sus actividades de 2013 sin haber abordado la reforma migratoria.
La Casa Blanca ha reiterado su negativa a ampliar un programa creado en junio del 2012 para suspender las deportaciones de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización durante su niñez, alegando que la única solución definitiva es una reforma legislativa.
La cantidad sin precedentes de deportaciones ha generado que un creciente número de voces en la comunidad hispana expresen su frustración con protestas en el Congreso, la Casa Blanca y en centros de detención migratoria de todo el país.
Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros Organizados, dijo que "los cinco años de criminalización que el presidente ha encabezado cubre de sospechas a las comunidades inmigrantes y causa que las personas vivan con temor".
Entre 2008 y 2012 las deportaciones ascendieron hasta ubicarse por debajo de las 400.000 anuales, el doble de las 200.000 registradas en 2007, la cifra más alta durante los dos periodos del presidente George W. Bush.
Sandweg distribuyó el descenso durante 2013 respecto a años previos a un incremento importante de inmigrantes centroamericanos arrestados en la frontera con México, ya que el procesamiento de esos casos suele ser más prolongado.
Los mexicanos representaron un 65% de los deportados durante 2013, seguidos en un muy distante segundo lugar por Guatemala, con un 13%.
Más de 500 organizaciones y 29 legisladores demócratas pidieron este mes a Obama que detenga las deportaciones de los inmigrantes que se beneficiarían del proyecto de ley migratoria aprobado en junio por el Senado. La mayoría republicana en la cámara baja rechazó la legislación aprobada en junio por el Senado y anunció que elaborará, en cambio, varios proyectos de ley separados, lo que mantiene a la reforma migratoria en un limbo.
La cámara de representantes culminó la semana pasada sus actividades de 2013 sin haber abordado la reforma migratoria.
La Casa Blanca ha reiterado su negativa a ampliar un programa creado en junio del 2012 para suspender las deportaciones de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización durante su niñez, alegando que la única solución definitiva es una reforma legislativa.
La cantidad sin precedentes de deportaciones ha generado que un creciente número de voces en la comunidad hispana expresen su frustración con protestas en el Congreso, la Casa Blanca y en centros de detención migratoria de todo el país.
Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros Organizados, dijo que "los cinco años de criminalización que el presidente ha encabezado cubre de sospechas a las comunidades inmigrantes y causa que las personas vivan con temor".
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