9-1-1: “Tenemos una fractura de fémur, dígame si copió”
Durante tres días, un equipo de Diario Libre hizo guardia con unidades de respuesta del sistema
SANTO DOMINGO. Son las 8:30 de la noche del martes. Dos jóvenes socorristas monitorean la radio desde donde se escucha una voz que periódicamente distribuye emergencias variadas al personal del nuevo Sistema de Emergencias y Seguridad 9-1-1. De llamar a la unidad B0105 para su tercer caso de la jornada, están preparados para salir en la ambulancia parqueada en la estación de Bomberos No. 6, en la Urbanización Fernández.
Miguel, un paramédico de 27 años, aprovecha para cenar una ración de espaguetis y pan para aguantar el turno que empezó a las 7 de la noche y terminará a las 7 de la mañana. El equipo de Diario Libre lo acompaña en la guardia y a su compañera Ludoviski, una estudiante de medicina de 24 años.
"Hemos tenido percances de choques, percances en casas", dice Miguel. "Se han cortado y han estado trancados en el baño. Hemos tenido en habitaciones cerradas que no podemos abrir porque el paciente está obstruyendo la vía para abrir la puerta, y está desmayado; en ese caso llamamos a los bomberos".
Semanas atrás, socorrió en un accidente ocurrido a las 3 de la mañana en la avenida Núñez de Cáceres. Murió un joven de 22 años mientras lo auxiliaban.
"Cada escena tiene su característica particular", dice Ludoviski, quien no oculta su pesar de que el trabajo le robe tiempo a su hija.
Mientras hace un inventario de los insumos médicos guardados dentro de la ambulancia, la joven comenta que le llaman la atención los dolores de pecho, los paros respiratorios y los incidentes que involucran múltiples afectados. El día anterior atendió el caso de una señora de 70 años que tenía 12 horas encerrada en su habitación. La encontró muerta.
Miguel está en labores de socorrista desde los 14 años cuando se incorporó a la Cruz Roja. Compara una emergencia con llenar una botella y luego dejar salir su contenido. Así evita traumatizarse con cada evento.
Son las 9:05 de la noche. "Adelante unidad 0102", se escucha en la radio. El caso es un dolor y dificultad respiratoria.
El sistema 9-1-1 cuenta actualmente con 50 ambulancias y se gestiona comprar 84 más para su expansión -aún sin fecha definida- hacia Santiago, Puerto Plata y el este. Decenas de unidades que se mueven en estos vehículos y a bordo de motocicletas (URI), responden a las llamadas de la radio. Saben que hay zonas inseguras. Antes de llegar a ciertos barrios, solicitan protección policial.
En una ocasión, a una unidad que fue en auxilio de dos heridos en un accidente en Manganagua, la cercó 15 personas armadas quienes empujaron a un socorrista y golpearon al otro en la cabeza. La turba intentó sustraer equipos de la ambulancia. Como andaban en motocicletas, le dijeron a los rescatistas que se movieran a la velocidad de ellos, si no, les disparaban. Tres del grupo flanquearon la ambulancia hacia el hospital Marcelino Vélez Santana, en Herrera.
Son las 9:47. La radio pide una unidad por una mujer inconsciente. Diez minutos más tarde, la emergencia es por un accidente debajo del puente Juan Pablo Duarte. A las 10:17 es por una persona inconsciente.