Los niños y niñas no deben trabajar para sostener el hogar
Los propios niños y adolescentes aseguran que sus progenitores les obligan a buscar dinero, ya sea vendiendo o pidiendo
Francis Williams es psicólogo especializado en terapia familiar. Actualmente, es encargado de la Sección de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle y Peores formas de Trabajo Infantil en el Conani. De su experiencia, comparte para este especial de Diario Libre: “Trabajo infantil, la invisibilidad de un delito cotidiano”, los riesgos de una niñez que es empujada por la pobreza y, en ocasiones, por la negligencia de los padres, a salir a las calles en busca de un sustento para sí o de toda la familia.
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El trabajo infantil se refiere a cualquier trabajo o actividad que priva a los niños y niñas de su infancia plena, limitando el desarrollo adecuado de sus facultades, ya que estas actividades son perjudiciales para la salud física y mental, haciéndoles vulnerables.
Al hablar de trabajo infantil es necesario enfatizar qué es “infancia” y qué es “trabajo”, pues hay una amplia variedad de posiciones relativas a estos dos conceptos. Aunque el concepto trabajo tiene varios significados, para el caso que nos ocupa, el término suele emplearse con referencia a la actividad que se realiza a cambio de una remuneración. Mientras que infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta la pubertad.
El concepto de trabajo infantil hace alusión a que los niños realicen ciertas actividades con fines lucrativos. Por tanto, suele asociase con la explotación infantil, también llamada esclavitud infantil. Es la utilización de niños en trabajos normales o peligrosos, para fines económicos familiares o de otra índole, de menores de edad por parte de adultos, afectando con ello el desarrollo personal y emocional de los niños, niñas y adolescentes y el disfrute de sus derechos.
En algunos casos, los niños, niñas y adolescentes van a las calles por negligencia de sus padres, madres o tutores, ya que, en ocasiones, los niños y adolescentes aseguran que sus progenitores les obligan a buscar dinero, ya sea vendiendo o pidiendo en espacios públicos o en las inmediaciones de las plazas comerciales. En otros casos, se van a las calles a hurtadillas de sus padres por vivir en situaciones de maltrato o abuso en cualquiera de sus manifestaciones, experimentados en su seno familiar.
Bajo otras circunstancias, se han identificado desde bebés en brazos hasta adolescentes, los cuales son utilizados por personas adultas para pedir y luego quitarles lo que reciben. Así también niños, niñas y adolescentes en espacios públicos, huérfanos o abandonados por sus progenitores o expulsados de sus casas por conflictos familiares.
Para visualizar globalmente la situación en la que se encuentran millones de niños y niñas en relación a este tema, el 12 de junio de cada año se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Éste se centra en el impacto de la crisis, desde la perspectiva garantista de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
En la actualidad, la pandemia producida por el COVID-19 ha tenido un impacto tanto económico como en el mercado laboral y, por consiguiente, en los medios de vida de las personas. Desafortunadamente, los niños suelen ser los primeros en sufrir. Esta crisis puede llevar a cientos de niños en nuestro país a ser más vulnerables frente al trabajo infantil.
Con miras a proteger y garantizar los derechos de los niños en el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes se articulan todas las instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (Asociaciones Sin Fines de Lucro), comprometidas en la provisión, protección y participación de derechos de niños, niñas y adolescentes.
Una de las estrategias utilizadas en la actividad, con resultados muy favorables es la implementación de la Campaña Nacional de Crianza Positiva, la cual se efectúa a través de la participación activa que realizan las instancias locales y los más de dos mil (2,000) facilitadores, quienes por medio de los talleres muestran a padres, madres y tutores que existen modos de disciplinar a los hijos con un estilo de crianza basado en el respeto a los hijos, criándolos con amor, a través de una corrección no maltratante, ni abusiva.
Por medio de esta campaña se han sensibilizado más de setenta mil (70,000) familias en toda la geografía nacional, llegando a cada rincón de la geografía nacional. Actividad que a pesar de la pandemia no ha cesado, ya que, en tiempos de pandemia, permaneciendo un tiempo en casa, es cuando más se necesita contar con herramientas que fomenten el buen trato a los niños, niñas y adolescentes.
La Ley 136-03 (Código para el Sistema de Protección de los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes) es el norte para actuar frente a las situaciones del trabajo infantil en sus peores formas.
Tomando en cuenta que en nuestro país existe el Sistema Nacional de Protección, compuesto con varias instituciones, como son Ministerio de Trabajo, Ministerio Salud Pública y Asistencia Social, la Procuraduría General de la República, entre otros, en el caso que nos ocupa, el Ministerio de Trabajo como entidad que preside el conjunto de instituciones pertenecientes al Comité Directivo Nacional de Lucha Contra el Trabajo Infantil (CDN), establecido mediante el Decreto 144-97, tiene la responsabilidad de coordinar las estrategias y acciones llevadas a cabo por el Estado dominicano para la prevención y erradicación del trabajo infantil en la República Dominicana.
El CDN está integrado por el Ministerio de Trabajo, Conani, la Organización Internacional de Trabajo (OIT), los Ministerios de Salud Pública, Ministerio Público, Ministerio de la Juventud, Ministerio de Deportes, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, Ministerio de la Mujer, el Fondo de las Naciones Unidas, sector empresarial, entre otras instituciones. Este Comité se reúne bimensualmente de manera ordinaria y cuantas veces sea necesario de manera extraordinaria.
En el Protocolo de Actuación de Lucha contra el Trabajo Infantil, del año 2014, se contemplan algunas acciones para el trabajo articulado con las instituciones que inciden en este flagelo y forman parte del SNP (Ministerio Trabajo, Educación, Deportes, etc.).
Hay una coordinación importante con el Ministerio de Trabajo para el referimiento de los casos que detectan en trabajo infantil, con la intención de que sean remitidos al Conani para restitución de los derechos vulnerados y seguimiento, considerando que el Ministerio de Trabajo aborda la sanción al empleador. De igual forma, las demás instituciones del SNP participan a través de los Directorios Municipales y Directorio Nacional.
Por otro lado, se ha organizado una Red de Servicios con las organizaciones que trabajan con la protección de NNA en situación de calle y víctimas de las peores formas de trabajo infantil, con la intención de aunar esfuerzos y estrategias para la prevención y asistencia de los casos.
Además de apoyar los programas infantiles, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia participa activamente en la protección y promoción de los derechos de la infancia.
Conani, como órgano rector del Sistema Nacional de Protección, contempla una respuesta multisectorial entre los actores que intervienen estos casos. Es importante destacar la eficacia en el engranaje interinstitucional, pues cada institución involucrada de manera directa lleva a cabo acciones cónsonas con el rol que cada una debe jugar en el marco de la protección integral de los niños, niñas y adolescentes.
El trabajo infantil es un problema global que afecta el desarrollo de millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) debido a la asignación de tareas, remuneradas o no, que sustrae a esta población de aquellas actividades y experiencias propias de su edad, y que además son necesarias para una vida saludable y plena. A pesar ello, el trabajo infantil se encuentra desproporcionalmente más acentuado en los países en vías de desarrollo, donde los derechos de NNA son vulnerados de manera consuetudinaria, y el problema no se visibiliza en la magnitud que lo amerita por razones fundamentalmente culturales, socioeconómicas, políticas, así como por una débil institucionalidad.
Si bien es cierto erradicar el trabajo infantil es una tarea difícil y compleja porque muchas familias no cuentan con un ingreso o dinero suficiente para pagar los gastos de atención médica o las matrículas de la escuela, suplir las necesidades básicas de los niños, más bien es cierto que los niños y niñas no deben trabajar para sostener el hogar. Por esto es favorable que los ciudadanos denuncien cuando un niño, niña o adolescente se encuentre en una situación de vulnerabilidad, tal como el trabajo infantil en sus peores formas.
Por esto, en la actualidad el Conani, bajo las instrucciones de la Presidenta Ejecutiva, Paula Disla, se encuentra en el proceso de fortalecer las acciones protectoras, con miras a brindar una respuesta eficaz.
Garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes es tarea de todos.