¡Toco madera!
Es un producto natural, ecológico y renovable.
La madera es un producto natural, ecológico y renovable. Utiliza un menor gasto energético en su producción, sus desechos son biodegradables y es reciclable. Además de que es un excelente aislante, no es tóxica, es duradera y muy acogedora.
La madera es tan orgánica, natural. versátil, hermosa y resistente que se ha ganado desde hace siglos el título de material por excelencia para construir muebles y estructuras arquitectónicas, y ello es así, pese a que las nuevas tecnologías han logrado crear nuevos materiales, y readaptar otros, que en gran medida han ido desplazándola.
Sin embargo, son muchos los arquitectos e ingenieros que hoy siguen utilizando la madera en sus diseños y construcciones, y entre sus beneficios cuentan su alta resistencia a sismos, la reducción del tiempo de construcción y el ahorro en climatización, además de ser un material sustentable y que no agrade al medio ambiente.
El manual "Madera laminada: arquitectura, ingeniería y construcción", elaborado por la Corporación Chilena de la Madera y el Centro de Transferencia Tecnológica de la Madera de Chile, destaca en el prólogo escrito por el arquitecto Juan Sabbagh que la aplicación de tecnologías de punta en el procesamiento de la madera ha permitido la producción de variados productos de primera calidad con certificaciones y a costos que permiten su uso masivo.
Sabbagh señala entre estos productos los elementos estructurales, revestimientos, planchas aglomeradas, terciados en todas sus formas y la madera laminada "con todas sus especiales y magnificas posibilidades que nos abren a los arquitectos, ingenieros y diseñadores un gran campo de trabajo con insospechadas posibilidades constructivas y estéticas para el desarrollo de nuestra actividad".
El profesional de la arquitectura explica que la versatilidad en las posibilidades de uso de la madera, gracias a sus excepcionales cualidades físicas y estéticas, la destacan como un material que ha acompañado al hombre desde sus orígenes y que gracias a las nuevas tecnologías se presenta como un material del futuro.
Dice que sus características físicas de gran resistencia, trabajabilidad y flexibilidad, junto al hecho de que no hay otro material "que logre despertar en el hombre sentimientos de humanidad y la emoción de la asociación con su propia naturaleza", hacen de la madera un material "único e insustituible, el que jugará un rol fundamental como elemento protagonista en la generación de nuevos espacios para la vida, el trabajo y el ocio del hombre".
MADERA LAMINADA
El arquitecto Edwin González, en artículo escrito para la revista Construir, editada para América Central y el Caribe, explica que las demandas del sector construcción y las distintas necesidades de sus usuarios, hicieron que la madera no sólo se empleara de la manera tradicional, es decir en piezas enteras aserradas, sino en distintas aplicaciones que satisfacen todos los gustos y necesidades.
González explica que a mediados del siglo XIX los carpinteros reinterpretaron la forma de utilizar la madera por medio del desarrollo de pegamentos, pero que fue al inicio del siglo XX cuando el carpintero Otto Hetzer logró perfeccionar la tecnología para su aplicación como madera laminada.
Para elaborar el laminado, sostiene, el primer paso es definir la madera a utilizar, ya que hay diferentes especificaciones en cuanto a dureza, flexibilidad y porosidad. Agrega que generalmente se utiliza pino chileno (Pinus radiata), debido a su gran resistencia mecánica; el cativo blanco (Prioria copaiferia) se utiliza en Costa Rica para la producción de plywood , y también el tipo de madera llamada lechosa (Brosimun utile), debido a que es muy fácil de trabajar y no se revienta ni se tuerce.
El proceso de elaboración de la madera lamina, comúnmente llamada madera contrachapada encolada (plywood, en inglés), según el arquitecto, comienza en la plantación ya que se debe estar seguro de que el producto cumplió con los aspectos técnicos, legales y de respeto al medioambiente
Dice que se introducen los troncos en una maquina especial que va eliminando capas en distintos grosores, hasta llegar a formar una sola lámina de madera. Luego el producto pasa por una serie de procesos de secado, curado y rectificación, para entonces llegar a la etapa del encolado o pegado entre piezas, que es una de las más importantes, ya que de ello depende su durabilidad.
MADERA LAMINADA ESTRUCTURAL
El arquitecto González explica que en el siglo XVI fue que se comenzó a trabajar la madera estructural, principalmente en puentes, y que en los siglos posteriores nuevas investigaciones demostraron que la disposición del material en capas en la construcción de arcos, permitía salvar grandes distancias sin apoyo, y que luego se le dio una mayor resistencia al utilizar pequeñas piezas más fuertes, unidas no sólo por medios mecánicos, como placas y tornillos, sino mediante adhesivos.
"La madera laminada en estructuras suma a los proyectos estética, calidez especial y una muy importante resistencia. Esta característica se potencia debido a que sus piezas son más livianas que las de otros materiales, lo que permite al diseñador ser cada vez más atrevido en sus propuestas, sin sacrificar el aspecto estructural", sostiene.
Se utiliza en proyectos donde necesitan grandes distancias libres entre apoyos, llegando incluso a los 100 metros.
A diferencia de la madera lamina no estructural, que se fabrica con láminas de pequeños grosores, en este caso son necesarias piezas con una dimensión mayor, para lo cual se intercalan elementos de madera con dimensiones variables.
A su juicio, la tecnología actual permite al diseñador utilizar la madera en muchas formas, por ejemplo, se le puede curvar por medio de prensa, además de emplearla no sólo para vigas estructurales, sino también para columnas y entrepisos.
ALGUNAS ESPECIFICACIONES
Vetas y estructuras. Según la definición de Arquba.com, la madera es una sustancia dura y resistente que constituye el tronco de los árboles. El dibujo que presentan todas las variedades se llama veta, y se debe a su propia estructura. La madera contiene pequeños tubos que transportan agua, y los minerales disueltos en ella, desde las raíces a las hojas. Estos vasos conductores están dispuestos verticalmente en el tronco.
Es por eso que cuando se corta el tronco en paralelo a su eje, la madera tiene vetas rectas, pero en algunos árboles los conductos están dispuestos de forma helicoidal, es decir, enrollados alrededor del eje del tronco, por lo cual el corte producirá madera con vetas cruzadas, lo que suele ocurrir al cortar cualquier árbol por un plano no paralelo a su eje. El tronco de un árbol no crece a lo alto, excepto en su parte superior, sino a lo ancho.
Clasificación. También señala Arquba.com que hay dos tipos de maderas: duras y blandas, según el árbol de que se obtienen. La de los árboles de hojas caducas se llama madera dura, y la de las coníferas se llama blanda, con independencia de su dureza. Las maderas duras tienen vasos largos y continuos a lo largo del tronco; las blandas no, los elementos extraídos del suelo se transportan de célula a célula, pero sí tienen conductos para resina paralelos a las vetas. Las maderas blandas suelen ser resinosas; muy pocas maderas duras lo son.
Propiedades físicas. Sus principales propiedades son resistencia, dureza, rigidez y densidad. Ésta última suele indicar propiedades mecánicas puesto que cuanto más densa, más fuerte y dura es. La resistencia depende de lo seca que esté la madera y de la dirección en la que esté cortada con respecto a la veta. Siempre será más fuerte si se corta en la dirección de la veta. Tiene una alta resistencia a la compresión, en algunos casos superior, con relación a su peso, a la del acero. Tiene baja resistencia a la tracción y moderada resistencia a la cizalladura.
Duración. La madera es por naturaleza una sustancia muy dura, y si no la atacan organismos vivos puede conservarse cientos e incluso miles de años. Se han encontrado restos de maderas utilizadas por los romanos casi intactas gracias a una combinación de circunstancias que las han protegido de ataques externos. De los organismos que atacan a la madera, el más importante es un hongo que causa el llamado desecamiento de la raíz. El nogal, la secuoya, el cedro, la caoba y la teca son algunas de las maderas duraderas más conocidas.
Protección. Para conservar la madera, asegura Arquba.com, hay que protegerla químicamente. El método que sugiere es impregnarla con creosota o cloruro de cinc. Este tratamiento sigue siendo uno de los mejores, a pesar del desarrollo de nuevos compuestos químicos, sobre todo de compuestos de cobre. También se puede proteger de la intemperie recubriendo su superficie con barnices y otras sustancias que se aplican con brocha, pistola o baño. Pero estas sustancias no penetran en la madera, por lo que no previenen el deterioro que producen hongos, insectos y otros organismos.