VIDEO | Familiares de oficial Nicolás Buten: "Si ya lo habían capturado, ¿por qué tenían que matarlo?"
El oficial Nicolás Eladio Buten cayó abatido en un supuesto intercambio de disparos
"¿Cuál era la necesidad de maltratarlo y matarlo de esa forma?", se pregunta la hermana de Nicolás Eladio Buten, de 29 años, uno de los oficiales de la Armada que fue abatido en un supuesto intercambio de disparos en la cabaña Tía Tania, ubicada en el kilómetro 12 de la Autopista 30 de Mayo.
Buten había servido en la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) durante aproximadamente ocho años.
Según relató su hermana, quien prefirió no ser identificada, Nicolás siempre estaba contento y encontraba el lado bueno en todo.
"Incluso cuando las cosas parecían malas, él las veía de la mejor forma. Siempre tenía una sonrisa para todos. No había nadie que se le acercara a quien él no le prestara ayuda. Siempre estaba dispuesto a ayudar", indicó.
Su hermana no cree que los agentes de la Dirección Central de Investigación (Dicrim) de la Policía Nacional hayan matado a su hermano en medio de un intercambio de disparos, por lo que pide que se investigue el incidente.
Al describir a su hermano como un hombre "amoroso", señaló que esta tragedia ha afectado profundamente a su familia debido a la forma en que ocurrieron los hechos.
"Han llenado las redes sociales sin tener en cuenta a nuestra familia con cosas que no son ciertas, y aún si lo fueran, ¿cuál era la necesidad de maltratarlo y matarlo de esa forma? No había necesidad. Si ya lo habían capturado, ¿por qué tenían que matarlo? ¿Qué les hizo?", expresó indignada.
De igual forma, un cuñado del fallecido, Darío Rivas, afirmó que Buten tenía un comportamiento intachable y no cree la versión proporcionada por la Policía de que él pertenecía a una peligrosa banda criminal.
"Esta noticia ha consternado a todo un pueblo debido a la forma en que ocurrió. Recuerdo que hace varios años, este joven quería ingresar a la Armada y nosotros lo apoyamos. Cuando finalmente consiguió trabajo en la DNCD, estábamos orgullosos de él", expresó Darío.
Nicolás vivía en el Café de Herrera, Santo Domingo Oeste. Su cuerpo permanece en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para realizarle la autopsia correspondiente.