Alarmados, impotentes y dolidos están los vecinos de Willeni, la niña hallada muerta en San Cristóbal
La madre de la infante, Nicaury Herrera, se quejó de que las autoridades no le ayudaron a encontrar a su hija a tiempo
El barrio La Piña en Madre Vieja Norte, San Cristóbal, está de pie desde el mismo momento en que se supo del hallazgo del cuerpo sin vida de la niña Willeni Lorenzo Herrera, de 11 años, cuyo cadáver fue tirado por un barranco a orillas de la autopista 6 de Noviembre en el sector Canaán de Cambita, en la misma provincia.
La madre de la infante, Nicaury Herrera, decía llorando desconsoladamente que las autoridades no le ayudaron a encontrar a su hija a tiempo.
"Tanto que pedí en la prensa, hasta al presidente Luis Abinader, que me ayudé y no me ayudaron", se lamentó la madre.
Los vecinos del lugar, impotentes por la situación, dicen que en la confianza está el peligro.
"Hoy hace dieciséis días del hecho. Ya, ya pasó. Ya hay un resultado fatal y lo que esperábamos era que las autoridades pudieran encontrarla con vida", dijo Nelson Ciprián, un vecino.
Las calles angostas del sector lucen repletas de personas. La gente comenta frente a sus casas y decenas de agentes policiales merodean por la zona.
El cuerpo en descomposición de Willeni todavía está la morgue del cementerio Cristo Redentor en el Distrito Nacional, en donde personal del Instituto Nacional de Ciencias Forenses le harán la autopsia correspondiente.
"Ojalá que alguna prueba de ADN pueda determinar que no es ella. Todavía hay esperanza", le dijo una amiga de la familia al abuelo de Willeni mientras lo consolaba.
Un vecino, el sospechoso
El sospechoso de la desaparición y muerte de la niña es Juan Alberto Sánchez Nival, alias “Bruly”, quien era vecino y una persona de confianza en la familia. Guarda tres meses de prisión preventiva como medida de coerción, acusado de violación sexual a otra menor de edad.
Este habría lanzado a Willeni envuelta en un saco por un barranco que conduce a un arroyuelo a orillas de la autopista 6 de Noviembre.
El hecho ha causado conmoción en la sociedad dominicana, pero mucho más en el barrio donde residía la víctima.
De acuerdo con familiares de la menor, los cuerpos de inteligencia del Estado materializaron el hallazgo gracias al seguimiento al sospechoso a través de cámaras de seguridad del Sistema de Emergencias 9-1-1.
Otros dicen que él dio las coordenadas a las autoridades.