Sinatrae denuncia suspensión de enfermeras de clínicas privadas; demandarán a dueños El sindicato acusa a las clínicas de hacer del COVID-19 un negocio
El Sindicato Nacional de Enfermería (Sinatrae) denunció este miércoles que continúan las suspensiones de cientos de enfermeras en clínicas privadas, lo que violenta el Código de Trabajo.
“El ministro de trabajo, Winston Antonio Santo, abandonó a su suerte a ciento de enfermeras de las clínicas privadas, quienes fueron ilegalmente suspendidas en sus contratos de trabajos, sin salario durante tres meses, sin motivos y causas aparentes”, informó el secretario general de Sinatrae, Julio César Cruceta.
El gremialista hizo un llamado a las autoridades para buscar una salida a la situación, o de lo contrario emprenderán acciones judiciales.
Cruceta explicó que las enfermeras no son beneficiarias de ninguno de los programas del Gobierno debido a que las clínicas continúan trabajando de forma normal, por lo que no aplican al programa FASE.
“Las clínicas hacen el gran negocio al suspender los contratos de trabajo del personal, mientras aumentan los precios de sus servicios”, afirmó Cruceta.
De acuerdo a Sinatrae, el número de enfermeras y enfermeros suspendidos en clínicas privadas ascienden a 600.
Sinatrae también denuncia que en el hospital Metropolitano de Santiago HOMS y en la clínica Corominas se han contagiado de COVID-19 más de 15 enfermeras y personal de salud, por lo que las administraciones de esos establecimientos de salud las obligan a trabajar sin los equipos de protección personal adecuados.
De su lado las enfermeras denuncian falta de condiciones y material de bioseguridad para trabajar en las clínicas privadas, amenazas al exigir sus derechos y el posible cruce de contagios al ser trasladadas de una unidad a otra.
Sistema de salud
García señaló que el sistema de salud dominicano colapsó por su incapacidad para brindar servicios y cubrir la necesidad que tiene el sector.
“No hay cama en los hospitales y centros privados, aunque te digan que hay una disponibilidad de un 20%, nosotros quisiéramos que nos digan en dónde es que están, porque la realidad es que no hay disponibilidad”, precisó.
Explicó que el martes pasado, cientos de personas esperaban en los alrededores del Laboratorio Nacional Dr. Defilló para hacerse una prueba COVID-19.
“Es más fácil sacarse la lotería que conseguir que le hagan una prueba en un establecimiento público o privado, hay personas que tienen 15 días con una indicación para una prueba rápida y no la consigue”.
Precisó que personal de enfermería le contactan a menudo en busca de facilidad para realizarse la prueba que detecta el coronavirus.
“Denunciamos que las clínicas privadas hacen del COVID-19 un negocio, llegando a cobrar hasta un millón de pesos de depósitos a pacientes no asegurados y discriminando a los de bajos recursos económicos”, indicó.