Preescolares: los más afectados durante la pandemia de COVID-19
En el nivel Inicial, la reducción afectó más a las niñas, al pasar de 59.8% a 28.3% (-31.5 puntos porcentuales.)
La matrícula escolar entre niños menores de cinco años se redujo en casi una tercera parte, como consecuencia de la pandemia del COVID-19, lo que ha convertido a ese grupo en el más vulnerable al compararse con otros niveles educativos, de acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Economía, Plani- ficación y Desarrollo publicado el pasado 7 de junio.
Los resultados de la publicación “COVID-19 y la Educación preuniversitaria en la República Dominicana: Evaluación Precrisis, su impacto y efectos sobre la población en edad escolar”, indican que para la población de 3 a 5 años la participación escolar se redujo en 28.6 puntos porcentuales de 2019 a 2020, como efecto de la crisis sanitaria, al ubicarse en una tasa de 28.5%.
Precisa que, en el nivel inicial, se observa que la disminución en la tasa de matrícula general afectó más a las niñas, al pasar de 59.8% a 28.3% (-31.5 puntos porcentuales.). Mientras, en el caso de los niños, la reducción fue de 25.9 puntos porcentuales en el nivel básico.
En cuanto a la educación media, se registró una evolución negativa en la tasa de participación, al disminuir en un 6.2 puntos porcentuales, debido a que se colocó en 71.1% en 2020, en comparación con el 77.3% registrado en 2019.
“En el nivel medio, la retención escolar exhibió disminuciones prácticamente en igual cuantía entre ambos segmentos con relación a las tasas vigentes en 2019. Este resultado trajo como consecuencia que la brecha se mantuviera sin variación significativa, a pesar de que en los últimos años venía mostrando una importante reducción”, expresa el informe del Ministerio de Economía.
Sobre el nivel básico, que de acuerdo con el estudio en años recientes había mostrado una brecha a favor de las niñas, se observan retrocesos que modifican esa tendencia. El decrecimiento en la tasa de matriculación de las niñas fue de 6.1 puntos porcentuales y en los niños de 4.7.
Los resultados son estimaciones hechas con la encuesta nacional continua de fuerza de trabajo porque los registros administrativos que son publicados al cierre del año escolar no están publicados todavía.
Pandemia es el mayor shock
La evaluación fue realizada por Ana M. Fernández y Yasiris Alcántara, quienes explicaron que el artículo de investigación plasma cómo la crisis sanitaria del COVID-19 es, sin duda, el mayor shock jamás experimentado por el sector educativo de la República Dominicana.
“El país ha enfrentado el doble desafío de la disrupción del sistema económico y sanitario, acompañado del cierre total de las escuelas y la adopción de un conjunto de estrategias de educación a distancia que no han favorecido la continuidad de los procesos de aprendizajes en todos los niveles que componen el sistema preuniversitario, tanto por la salida de una cantidad importante de niños y niñas en nivel inicial como por aquellos que han enfrentado dificultades en el acceso y uso de las tecnologías necesarias para el cumplimiento de los programas educativos y las competencias requeridas en cada nivel”, expusieron a Diario Libre.
Desafíos para el nuevo año escolar
El estudio, de la Dirección de Análisis Económico Sectorial del Viceministerio de Análisis Económico y Social (VAES), considera que la prioridad del retorno a la presencialidad es un elemento fundamental para sostener el vínculo de los estudiantes con el sistema y, así, mantener las trayectorias educativas en todos los niveles y grados de los sectores público y privado en la República Dominicana.
Puntualiza que la pandemia del COVID-19 llegó en un momento en el que el país se enfrentaba a una importante crisis de aprendizaje y precisa que, a pesar del incremento de las inversiones hechas en el sector educativo en los últimos años, estas no se tradujeron en una mejora del nivel de aprendizaje de la población escolar.
El documento señala que la definición de las etapas de retorno debe estar relacionada con aspectos sanitarios y otros puntos prioritarios por considerar.
Indica que, en el aspecto sanitario, debe destacarse el impacto que la vuelta a las aulas tiene en la circulación de personas y el nivel diferenciado de afectación de la pandemia en el territorio, tomando en cuenta el contexto socioeconómico y la vulnerabilidad de la población. A su vez, sostiene que es necesario considerar las demandas del proceso de enseñanza y aprendizaje que son diferenciadas según el nivel educativo.
También sostiene que se debe tomar en cuenta cómo se combinaría la educación virtual y presencial en la medida en que se retorne a los centros educativos, programáticamente, en carga horaria y en lo referente a la organización del tiempo docente.
Por igual, agrega que las opciones de escalonamiento del retorno a la presencialidad deben contemplar las necesidades de los diversos grupos de la comunidad educativa. Por ejemplo, señala que los niños de educación inicial, y quienes se encuentran en situación de mayor obstáculo para usar las plataformas virtuales, deben tener prioridad en el regreso a clases, debido a que para este grupo, la rutina, el vínculo y el espacio de cuidado y desarrollo que constituyen los centros educativos, es determinante en los procesos de enseñanza y aprendizaje.