Las vacunas: esenciales para prevenir enfermedades y la mortalidad en niños y adultos
La especialista Carmen Sarah Mota explica por qué se priorizan algunos grupos para la vacuna de la influenza
Aunque un 70% de las vacunas se aplican en los primeros 18 meses de vida y el proceso de protección primaria se completa en los primeros cinco años, existen inmunizaciones específicas para la adolescencia, e incluso hay vacunación para edades adultas, explicó la infectólogo pediatra Carmen Sarah Mota.
“Las vacunas no solamente son esenciales para los niños y eso es una de las cosas, por ejemplo, que tenemos que desmitificar”, indicó la especialista.
Mota explicó que las vacunas son, después del agua potable, la estrategia de salud más efectiva a nivel mundial para prevenir enfermedades y mortalidad.
“Si hay algo donde los gobiernos pueden implementar políticas de verdadera equidad, es a través de un programa de inmunización que sea amplio y que llegue a todos los ciudadanos por igual”, dijo.
La doctora explicó que dentro de los criterios que se utilizan para indicar las vacunas a unas edades determinadas está el tema de la susceptibilidad.
“Es decir, la mayoría de las vacunas que se colocan en los primeros dos años de vida son de enfermedades que si les dan a los niños en esas edades podrían matarlos o dejarlos con secuelas importantes”, señaló la infectóloga.
Mota indicó que la razón por la que se colocan las vacunas, en los primeros meses de la vida, es porque la mayoría de las que se administran a esta edad son de enfermedades que producen en ese período de vida del individuo e impactan en la morbimortalidad.
“Entonces, las edades dependen de los riesgos, porque mientras más joven te infectas, más posibilidades tienes de agravarte”, precisó.
Importancia
Con relación a la importancia de las vacunas, la especialista explicó que gracias a la inmunización se pueden erradicar o controlar ciertas enfermedades, se reduje el uso de antibióticos y se corta la cadena de propagación de la enfermedad en cuestión.
“Muchas enfermedades que han formado parte de la historia de la medicina se han erradicado del mundo, precisamente por la vacunación efectiva. Ya no existe la viruela, en nuestro país hace años que no vemos un caso de síndrome de rubeola”, resaltó.
La rubeola es una enfermedad que, aunque para un niño o adulto puede ser leve, para el buen desarrollo de un bebé en una embarazada, puede ser riesgoso.
“El producto en un embarazo puede tener malformaciones como la cabeza pequeña, microcefalia, malformaciones a nivel cardíaco, retraso mental”, indicó.
Mota explicó que las vacunas impactan tanto a nivel individual como comunitario, porque evita que las enfermedades continúen propagándose.
“Por otro lado, también tienen impacto en el tema del uso de antibióticos, porque si tenemos un paciente perfectamente vacunado contra ciertos gérmenes, pues ya nuestro abordaje como médicos cambia un poco y utilizamos otro tipo de antibióticos, a diferencia de si tenemos un paciente que no tiene ninguna vacuna y quizás los diagnósticos que tenemos que barajar son mucho más”, dijo.
Influenza
Al hablar sobre el tema de la vacuna contra la influenza, la doctora explicó que en algunos casos las personas tienden a confundir la influenza con la simple gripe.
“Desde el punto de vista clínico de médico, cuando hablamos de infección por gripe estamos hablando de la influenza, que es el virus para el cual se pide una vacuna que se recomienda colocar justamente en los meses de otoño, ya que el pico más alto de incidencia de infección de influenza es en las temporadas invernales”, aclaró.
Mota explicó que las diferencia entre una gripe común y la influenza radica en que la influenza en el caso de las personas más vulnerables como menores de dos años, embarazadas, adultos mayores y el personal de salud, pueden presentar complicaciones severas que lo lleven a la muerte.
“La influenza va desde un cuadro leve que puede pasar desapercibido e incluso confundirse con una gripe común a pasar por cuadro de cefaleas, dolor de cabeza intenso, congestión nasal, tos...”, dijo.
La infectologa señaló que los pacientes que empiezan con la influenza y presentan mal estado general, sumado a un proceso de infección respiratoria, pueden adquirir una bacteria además del virus.
“Cuando hablamos de vacunar o priorizarse esta población es porque, por ejemplo, la producción de vacuna de influenza a veces no es todo lo abundante que queramos, ya que la características del virus que muta constantemente todos los años hace que se produzca una cantidad x de vacunas”, explicó la doctora.