Reconstrucción del hospital Padre Billini avanza sin fecha de entrega
El director del SNS había estimado reinaugurar la obra en julio, plazo que no se alcanzará a cumplir
La construcción de la segunda fase del hospital Padre Billini, ubicado en la Zona Colonial, en el Distrito Nacional, un edificio completamente nuevo levantado desde cero, avanza a paso lento pero estable.
Esta ampliación es el punto clave que detiene la reinauguración del hospital, luego del paro de sus actividades en la Zona Colonial cuando en 2018 se hundió parte de la estructura del edificio original.
Al consultar a su director, Sergio Roque Cruz, sobre cuándo podría reabrir sus puertas, el galeno se escudó afirmando que son los ingenieros quienes podrían precisar la fecha de conclusión de la obra.
“Tendrían ustedes que conversar con los ingenieros de la obra, ellos siempre están ahí a la disposición. Hay muchas situaciones que ellos son los que saben. No te puedo dar una fecha, ojalá yo que sea mañana”, comentó.
Diario Libre visitó el centro sanitario y pudo constatar un movimiento de camiones con escombros, excavadoras y aplanadoras entrando y saliendo del lugar.
El edificio anexo al hospital apenas está en cimientos, observándose al desnudo las varillas que soportarán las columnas de la edificación.
En el pasado mes de abril, el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Mario Lama, y el ministro de la Vivienda, Carlos Bonilla, ofrecieron una rueda de prensa en conjunto, en la cual confirmaron que la parte antigua del hospital estaba “lista y equipada”.
De acuerdo a Lama, en abril, el avance de la obra estaba en un 80 % y la perspectiva era entregarla en 75 días (mes de julio), fecha que será imposible de alcanzar.
Por su parte, Bonilla expresó, en la ocasión, que “es un trabajo delicado, básicamente artesanal que no se puede apresurar”.
Junta de vecinos
Residentes de la zona piden que se reinaugure el centro sanitario lo antes posible para disponer de todos los servicios que allí se prestan. Esto a pesar de que el hospital sigue operando en el espacio arrendado en el quinto nivel del edificio del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart), en la Zona Universitaria.
“La parte que están haciendo nueva, le falta como quien dice todo, la parte antigua esa sí está lista”, expresó Ruth Gesualdo, encargada de Bienestar Social de la Unión de Junta de Vecinos de la Ciudad Colonial.
“Si una persona tiene un inconveniente en el malecón o en El Conde lo atendían y no como ahora que hay que llamar a que venga una ambulancia y se lo lleven, a ver a dónde lo aceptan y esperar que el 9-1-1 aparezca cuando le dé su voluntad. Los médicos están dispersos y quieren volver a su casa. A nosotros, como comunidad, nos hace mucha falta el hospital”, narró la comunitaria.
La petición de Gesualdo, en nombre de los habitantes del área, es que cuando se reabran las puertas del hospital “se quede público, como está”. Su temor nace a raíz de comentarios de que sería entregado a un patronato, tal como opera la Plaza de la Salud.
Ya el doctor Lama había advertido que “no será entregado a patronatos”, aunque sí funcionará un voluntariado, que será una unidad de apoyo.
Veinte nuevos especialistas
El doctor Sergio Roque se pronunció al finalizar una misa de Acción de Gracias en la Catedral Primada de América con motivo de la investidura de 20 médicos del Padre Billini en las especialidades de medicina interna, cirugía general, anestesiología, nefrología y reumatología.
“Son médicos muy humanos, formados con moralidad, con criterio y con responsabilidad”, afirmó el galeno.
Sobre la Unidad de Hemodiálisis, insignia del hospital, dijo que “está cada día más fuerte”, con una cartera ampliada de 118 a 220 pacientes.
Por su parte, Edisson Féliz, director del Servicio Regional de Salud Metropolitano (SRSM), aseguró que “este hospital no tiene un centavo de deuda” y cuenta “con superávit”