Proconsumidor y el “ácido del diablo”: una lucha interminable
La venta de esta sustancia química está restringida desde el 2010
Desde el año 2010, el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) prohibió, mediante resolución, la venta al público del ácido del diablo y limitó su comercialización solo para fines técnicos e industriales, con el propósito de frenar los ataques criminales que, en su mayoría, afecta a mujeres víctimas de sus exparejas.
Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para frenar la venta de los productos con que se prepara el líquido corrosivo que 11 años después sigue dañando vidas.
Cada vez que alguien es víctima de esta sustancia, el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) realiza operativos para incautar o “sacar del mercado” este ácido también conocido como plomerito.
Para noviembre del 2020, meses después de que Yocairi Amarante fuera rociada con este químico, Proconsumidor anunció que procedió a la destrucción y deposición final del producto denominado “ácido del diablo”, encontrados en varios comercios del país.
En agosto y septiembre del año en curso, luego de que más víctimas, incluso fallecieron a causa del ácido del diablo, esta institución informó que decomisó “centenares” de productos químicos utilizados para su fabricación y anunció que sancionará a los negocios que vendan esta peligrosa sustancia química.
Además, la entidad dijo que iba a realizar operativos de inspección para evitar la venta masiva y clandestina del producto.
Sin embargo, los intentos por parte de Proconsumidor para eliminar esta sustancia definitivamente del mercado han sido en vano, porque cada día son más las víctimas que se suman a los afectados por causa de esta sustancia.
Dentro de los hechos que más han consternado al país se encuentra el de la joven Yocairi Amarante Rodríguez, la cual en septiembre del 2020, mientras viajaba en un transporte público, dos personas a bordo de una motocicleta, le arrojaron el ácido por orden de otra persona que le pagó 3,500 pesos.
Otro caso que ocurrió en abril de este año fue el de una pareja de esposos del municipio Cabrera, provincia Trinidad Sánchez, quienes fueron rociados con este químico mientras dormían.
Y el más reciente que tiene conmocionado al país es el de Yanelis Arias, quien falleció luego de ser rociada con ácido del diablo por un desconocido el pasado 20 de agosto y aún no hay paradero del verdugo. La joven permaneció casi un más de dos semanas ingresada luchando por sobrevivir, pero no lo logro. Su atacante hizo creer que le estaba llevando flores y le lanzó la sustancia en la galería de su vivienda.
En la República Dominicana, dentro de las provincias en las que más frecuencia se han producido ataques con este químico se encuentran la provincia de Santo Domingo y el Distrito Nacional, Hermanas Mirabal, municipio de Cabrera, en la provincia Trinidad Sánchez, Monseñor Nouel, entre otros.
Leyes
De acuerdo con abogados, el Código Penal actual no condena el ataque con ácido del diablo como tal, y para poder procesar a los criminales el Ministerio Público basa sus imputaciones en los delitos de actos de tortura o barbarie, violencia contra la mujer, además de heridas y golpes voluntarios, delitos previstos y sancionados en los artículos 265, 266, 303, 303-4 numerales 7 y 10, 309 y 309-1 del Código Penal Dominicano.
Con estas tipificaciones, la pena que se impone a los condenados por estos crímenes es de 20 años, lo que podría cambiar de aprobarse el nuevo Código Penal, el cual contempla penas hasta de 50 años de prisión para quienes lancen este ácido a otra persona, según el presidente de la Comisión Permanente de Justicia de la Cámara de Diputados.