Mujeres avanzan en la vice pero retroceden en la carrera presidencial
Abinader apostó al poder fáctico de la sociedad cibaeña
Gonzalo Castillo a la popularidad de Margarita Cedeño
Leonel Fernández a consolidar el voto de los reformistas
La elección de tres candidatas vicepresidenciales ha creado un espíritu positivo en quienes promueven que la equidad de género aplicada en el nivel municipal se extienda al presidencial.
Pero las mujeres retrocedieron en comparación con las elecciones del 2016, en las que participaron dos candidatas presidenciales: Minou Tavares Mirabal, por la Alianza por la Democracia (APD) y Soraya Aquino por el Partido de Unidad Nacional (PUN).
Josefina Padilla fue la primera candidata vicepresidencial, en 1962 por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Milagros Ortiz Bosch rompió el hielo al convertirse en la primera vicepresidenta de la República en los comicios del 2000 al acompañar al expresidente Hipólito Mejía.
A ella le siguió los pasos la actual vicepresidenta Margarita Cedeño, que lleva dos períodos en esa posición y busca un tercero ahora como compañera de boleta del candidato peledeísta Gonzalo Castillo.
Luis Abinader sorprendió esta semana al anunciar a la vicerrectora de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Raquel Peña, quien ha sido bien ponderada por la sociedad de Santiago.
El expresidente Leonel Fernández optó por otorgar la candidatura vicepresidencial a su principal aliado, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), con la dirigente Sergia Elena de Séliman.
Peña, contrario a Cedeño y a la candidata reformista, no es una mujer de carrera política, pero sin duda que Luis Abinader la eligió como su compañera de fórmula tomando en cuenta al importante poder fáctico de la clase santiaguera y la región cibaeña.
Con Margarita Cedeño, Castillo apostó a restar votos peledeístas al expresidente Leonel Fernández y sumar adeptos por la indudable popularidad de la vicemandataria, que maneja el Gabinete Social.