Discurso íntegro del presidente Luis Abinader
La alocución del mandatario duró 26 minutos y 45 segundos
Buenos noches, pueblo dominicano:
Como saben, siempre estamos atentos a lo que siente y necesita la gente y estamos dispuesto a responder cuando sea necesario y dar las explicaciones que sean oportunas. Reconocemos que hemos debido hablar antes y explicar en detalle a todos ustedes lo que hemos encontrado en el Estado. No obstante a 53 días de mi toma de posesión es oportuno y necesario dirigirme a todo el pueblo dominicano para informarles y responder a sus necesidades.
Este año, no cabe duda, está siendo uno de los más difíciles de nuestras vidas. La pandemia del coronavirus ha marcado el panorama económico mundial. Nadie estaba preparado para el impacto destructivo a gran escala sobre todas las economías y la vida de las personas.
Las medidas sanitarias de distanciamiento físico y aislamiento social afectaron de forma sensible la economía cuando fueron paralizadas simultáneamente todas las actividades productivas. Simplemente recordemos que la gran mayoría de los países del mundo están sufriendo una recesión en el año 2020. Nunca antes se había registrado una crisis económica y de salud de tal magnitud en tan breve plazo y de manera simultánea.
Como consecuencia, el bienestar general de la población se ha visto reducido de manera indiscriminada. Todos, absolutamente todos, hemos sufrido los efectos de la pandemia en la salud física, mental y económica. El sacrificio asumido por la población y el Estado es enorme.
La economía dominicana tuvo una caída acumulada del 8.4 % entre los meses de enero a agosto. Esto es una consecuencia directa de las medidas restrictivas para mantener bajo control la propagación de la pandemia. Esta caída ha afectado a los sectores más productivos del país como son el turismo, transporte, comercio, construcción y manufactura local.
La economía ha sufrido una importante crisis, pero la pandemia no es la única culpable. El país no olvida que durante muchos años el gobierno fue un instrumento de una corporación partidaria dedicada a convertir el patrimonio público en patrimonio privado. Entre patria y patrimonio, eligieron patrimonio.
La máxima dirección del PLD instauró un régimen político dedicado a la corrupción y a la impunidad. Esta es la fecha en la que aún no completamos la real magnitud del daño causado, porque cada día encontramos cosas nuevas.
Esta idea es compartida por la mayoría del pueblo dominicano y por gobiernos extranjeros. En el mes de marzo del 2019 el Departamento de Estado de los Estados Unidos dio a conocer en su informe sobre los Derechos Humanos la alta complicidad que tenía el Gobierno de entonces con la corrupción y la impunidad.
Nos podrán decir que la corrupción es difícil de erradicar porque depende de acciones individuales. Sin embargo, la impunidad es una acción política deliberada que se convirtió en un instrumento de gobernanza para garantizar seguir en el poder. Eso lo estamos cambiando.
La Cámara de Cuentas, responsable de auditar, nunca ha auditado a fondo ni en serio a ninguna entidad pública. Le hemos solicitado que lo hiciera ahora, pero en ningún caso ha acudido. Esta Cámara de Cuentas responde a los intereses del PLD. Esta Cámara de Cuentas es parte de su blindaje y sus miembros ya deberían haber renunciado.
Esa es la razón que nos llevo a ordenar a la Contraloría General de la República realizar auditorías en todas las instituciones públicas. Este organismo, que tenía años sin realizar auditorías, ya envió auditores a las principales instituciones.
Esta estructura de impunidad establecida por el PLD la estamos desmantelando e inmediatamente tengamos los resultados de las auditorías actuaremos.
No obstante, en algunas instituciones las irregularidades son tan obvias que ya fueron depositadas en el Ministerio Público, como el caso de los 11.500 millones de pesos del contrato de excepción del hormigón asfáltico, entre otros expedientes.
No podemos olvidar tampoco que la unidad de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, el departamento de sobornos, funcionaba desde la República Dominicana.
Hoy sabemos que desde ese departamento se realizaron sesenta y dos pagos por treinta nueve millones de dólares en sobornos relacionados a la Planta Termoeléctrica Punta Catalina. Esos pagos y proyectos de obras públicas no fueron incluidos en ninguna investigación o causa judicial hasta la fecha. El nuevo Ministerio Público ha informado que está investigando este caso.
Como ven, fuimos azotados por la pandemia de la corrupción y la impunidad mucho antes de la propagación del coronavirus. La alta dirección del Partido de la Liberación Dominicana y funcionarios de la pasada administración responsables del mayor régimen de impunidad y corrupción, no tienen autoridad moral para criticarnos.
El pueblo ni tampoco nosotros hemos olvidado. No hemos olvidado: que los ilícitos de los Gobiernos del PLD cubren casi la lista completa de todos los tipos penales.
Este comportamiento ilegal involucraba de arriba hasta abajo a muchos en el Gobierno y en el partido. Lo mejor que pueden hacer es guardar silencio mientras el pueblo habla, porque la diferencia es que este Gobierno es honrado, ético, transparente y, sobre todo, escucha. Este Presidente escucha, porque nosotros como humanos podemos cometer errores, pero siempre rectificaremos. Lo que aseguro es que no voy a tolerar ningún acto de corrupción en mi Gobierno.
Por escuchar a la ciudadanía y por interés de la nación fue que nombramos un Ministerio Público independiente que tiene total libertad para investigar y someter a la justicia cualquier expediente que involucre casos de corrupción perpetrados contra el patrimonio público. Se hará justicia, pero reconociendo que la justicia penal tiene un ritmo propio que no puede ser alterado por ninguna influencia externa. No creemos en el circo de la persecución sin fundamento que solo logra, al final, dejar en libertad a los culpables.
Por escuchar a la ciudadanía he instruido a la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo una revisión exhaustiva para efectos de suspensión, de todos los contratos que mantiene el Gobierno dominicano con la constructora brasileña Odebrecht. No es posible mantener como contratista del Estado a la compañía responsable del mayor caso de sobornos de la historia del continente y del país.
Por escuchar a la ciudadanía estoy instruyendo también a la Consultoría Jurídica a contratar de manera inmediata a abogados idóneos para que representen los intereses del Estado en las acciones tendentes a recuperar el patrimonio sustraído y exigir las indemnizaciones por los daños causados. Así haremos justicia.
Por escuchar a la ciudadanía hoy me dirijo a ustedes para informarles sobre el proyecto de ley de Presupuesto para el año 2021. Y quiero hacerlo personalmente, porque ante situaciones difíciles y graves, la ciudadanía debe recibir las explicaciones directamente de sus máximos representantes públicos.
Quise compartir estas palabras desde inicio del mandato, pero en ese momento el país necesitaba más que nunca esperanza para no caer en la frustración. Pero hoy les tengo que decir que cuando llegamos al Gobierno los beneficiarios de los programa sociales no habían recibido el pago correspondiente al 7 de agosto y no había dinero en caja para el pago de nóminas. Lo que sí encontramos fue el pago irregular de 40 mil millones de pesos no presupuestados, a contratistas y en compromisos electorales para sostener una red clientelar.
Asumimos el Gobierno con una presión en la tasa del dólar, escasez de reservas, de divisas y una deuda enorme, porque la administración anterior de manera irresponsable tomó préstamos en los tiempos buenos y no en los malos cuando es necesario. Y a todo ello se sumó la presión del COVID-19 sobre nuestros hospitales que los mantenía colapsados, según dijo el director saliente del Servicio Nacional de Salud.
Pero pese a estos obstáculos, nos vimos en la obligación de recurrir a créditos extraordinarios del Banco de Reservas para lograr pagar los programas sociales y extenderlos hasta diciembre, pagar nóminas y hacer frente a la pandemia y controlarla.
La situación es compleja y el Gobierno se enfrenta a la decisión presupuestaria más dura de los últimos años, porque estamos en medio de la situación económica más difícil en sesenta años. Y debe ser el Presidente quien ofrezca las explicaciones y haga frente a la situación, quien asuma la responsabilidad y el liderazgo.
Lo dije antes de ser elegido: no voy a engañar, ni mentir, ni ocultar la realidad a la sociedad dominicana. Los dominicanos tienen que conocer la verdad, conocer los motivos y saber cómo el Gobierno va a enfrentar esta situación.
Es el momento de la buena política, de los cambios, de ofrecer propuestas y de llevarlas adelante. De ofrecer soluciones y un horizonte de esperanza en el futuro inmediato.
Por eso hoy me dirijo a ustedes.
Quiero recordar, que estamos a 8 de octubre. Hace tan solo un mes y medio yo no había asumido el cargo y no se había formado el Gobierno.
En menos de dos meses, el Gobierno ha tenido que formarse, renovar sus cargos y hacer frente a todas las urgencias derivadas de la pandemia.
Se han tenido que preparar en pocas semanas dos presupuestos en medio de la mayor urgencia. Uno complementario y el correspondiente al año 2021. Hemos tenido que empezar de cero.
Estábamos obligados por ley a presentar un proyecto de presupuesto antes del 1 de octubre y así lo hicimos. Proyectamos todas las alternativas posibles y ahora tomaremos la decisión sobre qué camino escoger.
Como saben, este es el proyecto más importante para un gobierno, pues marca como ningún otro la hoja de ruta que se quiere perseguir, los objetivos que se buscan a corto y largo plazo y las inversiones y gastos prioritarios para el país. En definitiva, se fijan los objetivos económicos y sociales de un gobierno.
Nuestro proyecto de presupuesto da prioridad a los servicios de salud, educación y de protección social. Esta es la prioridad.
Este presupuesto nace en un contexto de dificultades derivadas de la pandemia mundial que estamos sufriendo, pero también de la mala planificación de gasto e inversión del gobierno anterior. Esta crisis sanitaria los sorprendió, porque no hicieron su tarea.
El esfuerzo que estamos haciendo es duro, pero es satisfactorio. Porque mantenemos los principios de estabilidad macroeconómica, reduciendo el déficit y manteniendo la deuda en parámetros prudentes, dadas las circunstancias, a la vez que mejoramos la calidad del gasto y protegemos las partidas sociales que afectan a millones de dominicanos y dominicanas.
Hemos controlado la pandemia, estamos colocando las bases de un crecimiento económico sano y rescatamos y ayudamos a todos los ciudadanos y empresas de nuestro país. En medio de esta difícil situación hemos podido incrementar las reservas internacionales brutas en un 58 %. Al mes de julio el país contaba con unos US$ 6,689 millones de dólares en reservas, mientras que al mes de septiembre alcanzamos los US$10,552 millones dólares. Mandando un mensaje claro: Este es un Gobierno que te ayuda, que está a tu lado y en el que se puede confiar.
¿Y cómo hacemos todo esto?, Mejorando los ingresos y mejorando el gasto. Y siendo rigurosos y realistas con el dinero del pueblo dominicano.
En términos de ingreso, y producto de la desaceleración económica que produjo el COVID-19, la estimación base para las recaudaciones de impuestos de la DGII y la DGA alcanzaría los 628 mil millones de pesos.
Estamos hablando de una cifra por debajo de lo recaudado en 2019, por lo que se hace necesaria la implementación de una serie de acciones de política fiscal destinadas a incrementar los ingresos del Gobierno como por ejemplo: aumentar las recaudaciones fiscales por encima de la estimación base y los ingresos del Estado provenientes de la Tesorería Nacional o potenciar la venta de activos.
La suma de estas medidas permitirá que en 2021 los ingresos totales estimados alcancen los 746 mil millones de pesos, un 15.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para el año que entra.
El esfuerzo realizado por el Gobierno no se refleja únicamente en estos mayores ingresos. Por el lado de los gastos, con el fin de reorientar los mismos a los sectores más necesitados y evitar redundancias, hemos ido reduciendo los gastos de representación y suprimiendo las nominillas. Hemos eliminado costosas estructuras del Estado, reduciendo Direcciones Generales, decenas de subdirecciones, organismos prescindibles como el despacho de la Primera Dama, el Fonper, la OISOE, la CDEEE, ProComunidad y fusionando otras como el CEA y Bienes Nacionales. Estamos haciendo un verdadero saneamiento en el ministerio de Relaciones Exteriores eliminando centenares de designaciones que no cumplían funciones. El ahorro total de este esfuerzo alcanzaría aproximadamente los 16 mil millones de pesos.
Estamos conscientes que somos nosotros, el Gobierno, los que tenemos que apretarnos los cinturones. Por eso desde hace dos semanas y durante los próximos dos meses un grupo de especialistas de los ministerios de Economía y Presidencia están revisando cada cuenta de gasto del Gobierno para confirmar su pertinencia y asegurarse de eliminar gastos de representación, viajes y asignaciones excesivas de combustibles para adecuar el presupuesto del 2021. El primero en dar ejemplo será el Presidente de la República eliminando sus gastos de representación.
En este presupuesto hay 16 ministerios que sufrirán reducciones en sus asignaciones de gastos con relación a la que tenían en el presupuesto original del 2020. Inclusive, existen 3 ministerios que presentan recortes en su asignación con relación a su ejecución del 2019.
En este presupuesto, mantenemos el compromiso nacional del 4% para la educación y se incrementan las partidas de los ministerios de Salud Pública, Obras Públicas, Interior y Policía, Agricultura y Mujer.
El presupuesto para el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social será de 107 mil millones pesos. 12 mil millones de pesos más. El aumento de este ministerio se explica por los recursos destinados a continuar la lucha contra el COVID-19, así como los recursos para financiar la administración de la vacuna a la población y aumentar un 30% al salario de los médicos, enfermeras y bioanalistas.
De igual forma, parte de su presupuesto está destinado a cubrir la inclusión de los 2 millones de nuevos asegurados al Senasa que se producirá durante el 2020, quedando una cifra total de asegurados de más de 5 millones y medio de dominicanos y dominicanas. La cifra más alta de la historia.
También es una prioridad para nosotros lograr una mejora sustancial de la infraestructura sanitaria. Por eso estamos disponiendo de un presupuesto de RD$ 6,809 millones de pesos para invertirlos en la reparación, construcción y equipamiento de 19 hospitales de todo el país, muchos con más de 7 años en construcción.
En lo referido al Ministerio de Educación, se continúa otorgando el 4% del PIB al presupuesto de esta institución, que en esta ocasión asciende a 195 mil millones de pesos, destinados, entre otras, al apoyo del modelo de educación a distancia implementado en el ciclo lectivo 2020-2021 en el contexto de la pandemia de COVID19.
En cuanto a la educación superior, debemos recordar que asignamos 234.5 millones a la Universidad Autónoma de Santo Domingo y también 200 millones de pesos en bonos de ayuda estudiantil a los estudiantes de universidades privadas para garantizar que ningún ciudadano pierda la oportunidad de continuar su formación académica.
Sabemos que la principal preocupación de los ciudadanos, después de la pandemia, es la seguridad; por esta razón comenzaremos la renovación de la Policía Nacional, aumentando el sueldo mínimo de los agentes en un 30 % para llevarlos al equivalente a 300 dólares mensuales. Así seguiremos incrementándolo hasta llegar al equivalente de los 500 dólares prometidos, lo cual contribuirá a la reforma de la Policía que ya está en curso.
Salud, educación y seguridad son los motores y principios de este presupuesto. Pero también la protección social y la inversión productiva son dos piezas claves de estas cuentas del 2021.
Estamos trabajando para un fuerte repunte de la economía dominicana durante 2021. Hemos recuperado la confianza de los agentes económicos nacionales e internacionales. Ambos tienen deseos de invertir en el país. Estamos poniendo en marcha grandes proyectos como el de Pedernales y el puerto de Manzanillo, próximamente anunciaremos otros en Barahona y Samaná, que crearán miles de empleos y serán motor de la recuperación. Ya en este mes de octubre comenzarán a operar el 40 % de los hoteles y esperamos que para diciembre alcancemos un 60 % de reapertura. Todo esto gracias a las medidas de estímulo de nuestro Gobierno al sector turismo.
El plan de inversión a ejecutar focaliza recursos a proyectos que priorizan la infraestructura para relanzar la economía. El gasto de capital programado impulsará el proceso de recuperación a través de la ejecución de proyectos de alta rentabilidad social que a su vez generarán encadenamientos productivos, como son:
• Obras de infraestructuras viales destinadas al mejoramiento del transporte terrestre, como la carretera del ámbar, la circunvalación de Baní y la terminación de la carretera Rancho Arriba/Ocoa, entre otras.
• La construcción y ampliación de planteles educativos
• Reparación y remodelación de hospitales y estancias infantiles
• Reparación y construcción de viviendas
• Así como programas de mantenimiento de calles y avenidas en las distintas provincias del país.
El grueso del gasto en proyectos de inversión para el 2021 se concentrará en el mejoramiento de la red vial urbana e interurbana, con la finalidad de facilitar el transporte de personas y de cargas, lo que resulta fundamental para catalizar la inversión privada, tan necesaria en esta época de crisis y fundamental para la recuperación.
En términos de programas sociales, se prevé un gasto de más de 25 mil millones de pesos, destacando que para el programa Comer Es Primero se otorga un aumento en la cápita vigente al inicio del 2020, pasando de unos 825 a 1,650 pesos, honrando nuestra promesa de la Tarjeta La Doble, con el objetivo de favorecer a los hogares más necesitados de nuestro país. Aumentaremos la cobertura de 800 mil beneficiarios a 1 millón con respecto al inicio de la pandemia.
Y todo ello, lo haremos manteniendo el rigor presupuestario, reduciendo el déficit y controlando la deuda. Ya les puedo decir que, desde el 16 de agosto hasta la fecha, el déficit se ha reducido en 19.000 millones de pesos.
En definitiva, este proyecto de ley reafirma el compromiso del Gobierno con la eliminación gradual y continua del déficit fiscal, que permitirá en un plazo prudente tener un equilibrio en las finanzas públicas y reducir el peso del servicio de la deuda sobre los ingresos tributarios, para poder garantizar la asignación de recursos públicos en áreas prioritarias que permitan mejorar la calidad de vida de la población en un contexto de sostenibilidad fiscal.
Como Presidente de la República quiero asegurar a la sociedad dominicana que si seguimos estos planes y abordamos y aprobamos el pacto fiscal y energético, saldremos adelante. Y también quiero asegurar al pueblo dominicano que estamos dando los pasos necesarios para superar esta coyuntura económica difícil y recuperar el crecimiento y el empleo para asegurar el futuro.
Lo haremos tratando de no sacrificar a la población. Por eso, estamos realizando un profundo esfuerzo de reducción de gastos revisando partida por partida; y, además, en el día de ayer, alcanzamos un acuerdo con el sector financiero y la empresa minera Barrick Gold para recibir adelantos de sus compromisos con el Estado que nos permitirá disponer de los recursos equivalentes a las nuevas medidas impositivas propuestas en el proyecto de ley de presupuesto.
Esto nos permite anunciar ahora que procederemos a enviar al Congreso de la República la adenda necesaria para modificar el proyecto de presupuesto 2021, retirando todos los nuevos impuestos propuestos para discusión.
Pueblo dominicano: esto significa que para el año 2021 no tendremos nuevos impuestos.
No obstante, tenemos que recordar que la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo exige un pacto eléctrico y un pacto fiscal que debieron realizarse hace 7 anos. Es urgente y necesario, ante la situación actual, cumplir con esa ley y comenzar a discutirlos ahora.
Por ello, convoco al Consejo Económico y Social para que empiece la discusión de ambos pactos a partir del 26 de octubre próximo y que, en un plazo no mayor de 6 meses, después de concluidos y consensuados, sean convertidos en reformas aplicables en el 2022. Estos pactos son esenciales para la sostenibilidad de las finanzas públicas y poder, entre todos, decidir el país que queremos.
Recuperaremos la capacidad de crecimiento económico, pero ahora con calidad del gasto público, transparencia y honestidad que nos permitirá reducir la pobreza, combatir la desigualdad y generar un verdadero desarrollo humano.
Ahora toca garantizar lo fundamental, lo esencial para las personas. Arrimar, todos el hombro y salir adelante, y les aseguró que así será.
Muchas gracias y que Dios bendiga al pueblo dominicano.