Cancillería dice llamada de Pompeo a Medina “demuestra sólidas relaciones” entre RD y EEUU
En un comunicado, indicó que la conversación de este miércoles, es “otra más de las varias que han sostenido”
La llamada telefónica que le hizo Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, al presidente de la República, Danilo Medina, es “otra más de las varias que han sostenido”, de acuerdo a un documento emitido la noche de este jueves por la Cancillería.
El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, dijo que esas conversaciones se han tratado de “consultas de interés mutuo”.
En una nota de prensa, el canciller enfatizó que el Gobierno dominicano es respetuoso de las leyes y la Constitución, siendo uno de sus mayores logros el fortalecimiento de las libertades públicas, “cuantas decisiones toma, están siempre en sintonía con nuestro ordenamiento legal, lo que no variará bajo ninguna circunstancia”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos divulgó la tarde de este jueves que Pompeo había hablado con Medina para expresarle la importancia de que todos los actos políticos preserven las instituciones democráticas y se adhieran al “imperio de la ley de la Constitución, particularmente con miras a las elecciones de 2020”.
Para Vargas, el interés del secretario Pompeo por la República Dominicana es entendible, ya que reconfirma la importancia geopolítica y prestancia del país como la mayor economía y democracia del Caribe y Centroamérica.
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“De igual manera, he tenido la oportunidad de conversar ampliamente con el jefe de la diplomacia norteamericana e intercambiar puntos de vista tanto sobre la democracia dominicana como sobre otros asuntos internacionales y regionales”, manifestó.
Destacó las sólidas relaciones diplomáticas y comerciales que mantienen los dos países “basadas en una comunidad de principios democráticos, entre los cuales el mantenimiento del estado de derecho ocupa un lugar protagónico”.
Agregó que se trata de países amigos, socios y soberanos, entre los que existe respecto recíproco, por lo que siempre será bienvenida cualquier preocupación legítima sobre cuestiones domésticas que tienen que ver con los derechos humanos y el apego a las reglas legales, “sobre todo si se formulan con un espíritu amistoso y sin merma de la independencia”.