Congreso hará intensas jornadas de sesiones para aprobar proyectos antes del 12 de enero
El Senado y la Cámara de Diputados harán pausa por Navidad y volverán con apretada agenda
La Cámara de Diputados y el Senado han hecho una pausa desde este jueves en sus actividades legislativas por las festividades navideñas, pero volverán el próximo jueves 28 al hemiciclo con una apretada agenda de proyectos que se proponen aprobar antes del 12 de enero, cuando concluye la actual legislatura congresual.
La Constitución y los reglamentos del Congreso Nacional disponen que la legislatura ordinaria que se inició el 16 de agosto, debe concluir el 12 de enero, por lo que los legisladores tienen menos de un mes para evacuar proyectos que están a punto de perimir si no son aprobados en el plazo reglamentario.
En la última sesión de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, presidente del órgano, anunció la pausa navideña, pero invitó a sus colegas a comprometerse con su trabajo después del asueto ya que se realizarán sesiones hasta cinco días de la semana.
De hecho, Pacheco adelantó el posible calendario de los diputados que incluye sesiones el próximo 28 de diciembre y todos los días de las dos primeras semanas de enero, con el fin de sancionar un grupo de proyectos que podrían caducar.
En caso de que no se debatan ni se conozcan en las sesiones venideras, los proyectos que podrían perimir son la iniciativa sobre responsabilidad fiscal de las instituciones estatales, la ley de alquileres, el proyecto para modificar la Ley 9-96 para liberar de impuestos los regalos traídos al país por la Navidad, la ley de discapacidad y el proyecto sobre el uso de las placas con distintivos de cada provincia.
Otras iniciativas que podrían perimir son la ley orgánica de referendo consultivo, la que crea la Dirección Nacional de Inteligencia y varias piezas que convertirían a provincias en ecoturísticas.
Con el paquete lleno de pendientes, la Cámara de Diputados y el Senado se aprestan a realizar más sesiones de las habituales por semana. De acuerdo con los reglamentos congresuales, los legisladores están llamados a sesionar hasta tres veces por semana, a pesar de que el proselitismo político ha reducido la cantidad de encuentros y trabajos legislativos.