Conferencia del Episcopado pide un enfoque humanista y equitativo en la reforma fiscal
Los obispos destacaron diez puntos claves, enfocados en garantizar que los ajustes no perjudiquen a los sectores más vulnerables
La Conferencia del Episcopado Dominicano expresó este sábado su posición sobre la reforma fiscal propuesta por el Gobierno, subrayando la necesidad de un enfoque centrado en la justicia social y el bien común.
Los obispos destacaron diez puntos claves, enfocados en garantizar que los ajustes no perjudiquen a los sectores más vulnerables.
La Conferencia del Episcopado Dominicano indicó que valora los esfuerzos del gobierno por fortalecer la economía del país, sin embargo, hacen un llamado a que cualquier ajuste fiscal se realice con un enfoque humanista y socialmente equitativo, "teniendo en cuenta las necesidades de todos los ciudadanos, especialmente de los más desfavorecidos".
A través de un comunicado, los obispos exhortaron a las autoridades, sectores económicos y la sociedad en general a participar en un diálogo abierto y constructivo. "Este proceso debe incluir a todos los sectores para asegurar que los efectos de la reforma no perjudiquen a los más vulnerables", indican, al tiempo que instan al Gobierno a mejorar el control de los gastos públicos y prevenir la corrupción.
De igual forma, manifestaron su preocupación por el posible impacto de la reforma en los sectores de ingresos medios y bajos, señalando que un aumento en la carga tributaria podría dificultar aún más la vida de las familias de estos grupos, afectando su capacidad para satisfacer sus necesidades básicas.
Los obispos recordaron que la justicia social debe ser el principio rector de cualquier política pública. La reforma fiscal que se propone no solo debe considerar el equilibrio financiero del país, sino también el bienestar de los ciudadanos, especialmente de aquellos menos favorecidos. En este sentido, creemos que es fundamental que los ajustes fiscales no se realicen a expensas de los sectores que ya enfrentan dificultades económicas.
El colectivo invitó al Gobierno a considerar el carácter redistributivo de la reforma. La tributación, si bien es una herramienta clave para el desarrollo, no debe convertirse en una carga que profundice las desigualdades. Es indispensable que los cambios fiscales contribuyan a una distribución más equitativa de la riqueza y a la protección de los derechos fundamentales de todas las personas.
La Conferencia Episcopal insiste en que las decisiones sobre la reforma fiscal no deben tomarse unilateralmente, sino a través de un proceso de consulta que involucre a todos los sectores de la sociedad.
Añaden que el diálogo sobre la reforma debe ser inclusivo y abarcar a representantes de todos los grupos sociales. Este debe incluir no solo a las autoridades y a los sectores económicos, sino también a los representantes de las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos, las organizaciones religiosas y los grupos comunitarios.
"Solo a través de un proceso inclusivo podremos garantizar que la reforma fiscal refleje las verdaderas necesidades de la nación y proteja a los ciudadanos más vulnerables", reza el comunicado.
Los obispos llaman a los dominicanos a unirse en un espíritu de solidaridad y compromiso con el bien común. El fortalecimiento de los ingresos fiscales debe realizarse de manera justa y equitativa, promoviendo un desarrollo integral para todos.
La Iglesia reafirma su compromiso de estar al lado de los más desfavorecidos, abogando por políticas públicas que fomenten una sociedad más justa y solidaria.
Finalmente, los obispos reiteran su disposición a colaborar con todos los sectores en la búsqueda de soluciones que promuevan un desarrollo sostenible y equitativo.