Lo que cuentan los documentos de los náufragos africanos
Tall Yankhoba tenía 33 años al morir en la embarcación que se encontró en Río San Juan
Las incógnitas sobre la forma en que llegaron a las costas dominicanas y el cuándo y cómo fallecieron los 14 africanos, cuyas osamentas fueron encontradas en una embarcación el pasado martes 6 de agosto, comenzarán a despejarse con los análisis forenses y las investigaciones en desarrollo. Pero días después del hallazgo, se multiplican las teorías y especulaciones en la comunidad pesquera de Río San Juan, donde avistaron la embarcación.
Diario Libre habló con los pescadores de la zona. Ellos coinciden en que la embarcación llena de cadáveres no es de fabricación dominicana. Venía de algún lugar lejano, lo dan por hecho. Uno de esos pescadores, asegura: "Cruzaron el Atlántico. Ellos eran africanos e iban a España. Esos botes aquí no los hacen". ¿Es posible esa teoría?
La agencia de noticias AP lleva años investigando acerca de embarcaciones llenas de cadáveres encontradas en el Caribe y Brasil. En un extenso reporte, la agencia de noticias señala: "En 2021, al menos siete embarcaciones aparentemente procedentes del noroeste de África encallaron en el Caribe y en Brasil. Todas ellas transportaban cadáveres".
Según los documentos encontrados por las autoridades, Tall Yankhoba era uno de los africanos que iba en esa embarcación. Nació el 31 de mayo de 1991, por lo que tenía 33 años. Yankhoba era senegalés y si sus documentos y una de las versiones que circulan sobre qué motivos tuvo para estar en la embarcación son ciertas, murió en su intento de buscar prosperidad en Europa.
La teoría sobre la deriva
Un día, nadie sabe cuándo ni desde dónde exactamente, se embarcó en un bote, seguramente desde el noroeste de África. Su documento de identidad caducaba en 2027, pero su intención no era renovarlo. En su cabeza estaba buscar una vida mejor. Él era alto, de 180 centímetros de altura (5.9 pies), por lo que sus piernas estarían un poco incómodas en ese bote lleno de gente. Sin embargo, no iba a ser por mucho tiempo. En unas horas iban a estar en Canarias, España.
Uno de los tripulantes encendió el motor de la embarcación. El bote empezó a moverse. Pasaron los minutos y las horas. Yankhoba, Wade y el resto de africanos ya habían perdido de vista la costa. Se dirigían mar abierto hacia Canarias. Sin embargo, no veían tierra en ninguna de las direcciones. Ni al norte, ni al sur, tampoco al este y al oeste.
Quizá vieron un avión, a lo lejos, y gritaron inútilmente. Quizá avistaron un barco, pero debían ser demasiado pequeños para ser vistos. Eso no se sabrá nunca. Yankhoba, Wade y el resto de los viajeros estaban a merced del mar. Un mar que no los perdonó.
Por las noches, la humedad y el frío habría hecho que sufrieran de hipotermia. Durante el día habrían sufrido quemaduras por el sol. Pero lo peor era el hambre, que atacaba sus estómagos a todas horas. Toda esa combinación pudo haberlos hecho caer de a poco.
El pasado 6 de agosto , un padre y un hijo estaban a 10 millas náuticas de Río San Juan. Luis Alberto Polanco iba a pescar como cada día con su hijo Jeremy cuando se acercaron a una de las boyas con la carnaza y vieron una embarcación. Había 14 osamentas a bordo.
Los resultados se entregarán dentro de unos 30 días
Los médicos legistas concluyeron el miércoles el proceso de autopsia de las 14 osamentas de los africanos encontradas el martes, 6 de agosto, dentro de una embarcación en el municipio de Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez, para determinar la causa de muerte, resultados por los que tendrán que esperar hasta un mes, dependiendo el caso.
Una fuente del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó a Diario Libre que estos resultados podrían tardar, mientras otros podrían estar disponibles antes. La fuente indicó que ninguna de las osamentas encontradas pertenece a niños.
Por su parte, la directora regional del Inacif, Fátima Frómeta, indicó que para identificar estas osamentas es necesario realizar pruebas de ADN a los familiares de los fallecidos, lo cual se complica por su origen.
Explicó que el proceso de identificación requiere comparar el ADN de los parientes con los perfiles genéticos de los fallecidos, que hasta el momento se presume son originarios de los países africanos Senegal y Mauritania, en el noroeste de África.
Las osamentas permanecen en la unidad forense ubicada en Santiago, la cual fue reforzada por miembros del Inacif de Santo Domingo ante la cantidad de restos a trabajar.
Una ruta peligrosa
Las 14 osamentas fueron halladas en una embarcación a 10 millas náuticas de la costa norte, tras recibir una alerta de un pescador local.
También investigan la sustancia que contenían 12 paquetes encontrados en la embarcación y que por su forma y envoltura las autoridades presumen que sería droga.
Miles de migrantes y refugiados que intentan cruzar de la costa africana a las islas Canarias de España se han perdido en el océano Atlántico en los últimos años. Algunas de estas embarcaciones han sido halladas en varios puntos del Caribe y Brasil, y los cuerpos de sus pasajeros, en el mar, a la deriva, publicó la agencia The Associated Press.
Solo tres paquetes de cocaína
La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) informó ayer que, de los 12 paquetes encontrados en el interior de la embarcación donde se hallaron las osamentas, tres resultaron positivos a cocaína y los otros contenían madera. Según el análisis realizado por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) en Santiago, nueve de los paquetes contenían un pedazo de madera en su interior y los tres restantes tenía cocaína. La entidad comunicó que está realizando las investigaciones correspondientes para intercambiar información con las autoridades de Senegal, con el fin de profundizar en la investigación sobre la llegada de la nave a las costas dominicanas con las osamentas y la droga. En el país africano han seguido la noticia, porque muchas familias buscan familiares desaparecidos.