Reelección de Maduro desata protestas en Venezuela y crisis diplomática
"¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!", gritaban miles de manifestantes que marcharon en la gigantesca barriada popular de Petare, la mayor de Caracas
Las fuerzas del orden reprimieron este lunes protestas espontáneas en Venezuela contra la cuestionada reelección del presidente izquierdista Nicolás Maduro, que la oposición tilda de fraudulenta, mientras crece el llamado internacional a una mayor transparencia en el recuento de votos.
"¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!", gritaban miles de manifestantes que marcharon en la gigantesca barriada popular de Petare, la mayor de Caracas. "¡Que entregue el poder ya!", exclamaban otros.
Manifestaciones se reportaron en distintos sectores de Caracas, algunos muy pobres, donde militarizada Guardia Nacional dispersó varias de ellas con gases lacrimógenos y balas de goma. También se escucharon disparos en algunos barrios.
En el interior del país también hubo protestas.
"Por la libertad de nuestro país, por el futuro de nuestros hijos, queremos libertad, queremos que se vaya Maduro, ¡vete Maduro!", dijo a la AFP Marina Sugey, una ama de casa de 42 años, en la protesta de Petare.
Las manifestaciones se desarrollaron en paralelo al acto de proclamación de Maduro, que extiende el cuarto de siglo que lleva el chavismo en el poder. El mandatario denunció un intento de golpe de Estado "de carácter fascista y contrarrevolucionario".
La oposición liderada por María Corina Machado denuncia un fraude, y dijo tener "cómo probar la verdad" de la elección que asegura ganó Edmundo González Urrutia el domingo frente al mandatario socialista. Machado explicó que tras acceder a copias del 73% de las actas de escrutinio, se proyecta una victoria de 6,27 millones de votos frente a 2.75 a Maduro.
"La diferencia fue tan grande, apabullante (...), en todos los estados de Venezuela, en todos los sectores, ganamos", celebró Machado.
"Revisión completa de los resultados"
Estados Unidos, clave en el proceso que llevó a la elección, y los vecinos Brasil y Colombia, los tres países que han recibido más migrantes venezolanos, pusieron en duda el escrutinio que otorga a Maduro un tercer mandato de seis años por un 51% de los votos, frente a un 44% de González, según el CNE, de línea oficialista.
También lo hicieron Chile y Panamá, que retiró a su personal diplomático de Caracas y puso "en suspenso" las relaciones bilaterales. Francia, España y la Unión Europea pidieron "total transparencia" sobre el proceso.
La Organización de Estados Americanos (OEA) convocó una reunión extraordinaria a pedido de los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, que pidieron "revisión completa de los resultados".
La cancillería venezolana expulsó en respuesta al personal diplomático argentino, chileno, costarricense, panameño, peruano, dominicano y uruguayo, ante lo que consideró "injerencistas acciones" de sus países.
En la embajada argentina están refugiados desde hace semanas seis colaboradores de María Corina Machado, quien denunció un asedio policial a la sede diplomática. La oposición ya reportó el arresto de unas 150 personas ligadas a la campaña.
China, Rusia, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia felicitaron por su parte a Maduro. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que reconocerá el resultado del CNE.
En estos comicios estuvo presente una pequeña delegación del Centro Carter, que pidió al CNE "que publique inmediatamente los resultados de las elecciones presidenciales a nivel de colegio electoral". Un panel de expertos de la ONU emitirá un informe confidencial.
"Máxima pena"
En la presidencia desde 2013, Maduro se proyecta para permanecer 18 años en el poder, hasta 2031. Solo el dictador Juan Vicente Gómez habrá gobernado más que él, con 27 años (1908-1935).
El chavismo convocó el martes "a una gran marcha hacia Miraflores", el palacio presidencial, "para defender la paz".
Machado y González Urrutia llamaron a "asambleas ciudadanas" en distintas ciudades. No dieron mayores detalles, pero el embajador marcó distancia de las protestas del día.
"No contribuyen a este objetivo", dijo en la rueda de prensa. "Hay mucha indignación y eso lo entendemos pero nosotros tenemos que mantener la calma, la serenidad, hasta que lleguemos al triunfo".
Maduro acusó a la oposición de perseguir un escenario similar al de las protestas de 2014 y 2017, que dejaron centenares de muertos. En las marchas del lunes fueron detenidas al menos 13 personas, según la ONG Foro Penal, especializada en la defensa de presos políticos.
El fiscal general, Tarek William Saab, dijo en la red social X que "castigará con la máxima pena a quienes pretendan reeditar las impunes y asesinas" protestas de esos dos años.
La mayoría de las encuestas favorecían a la oposición, que se marginó de las presidenciales pasadas de 2018 y capitalizó el descontento de años de una crisis que contrajo el Producto Interno Bruto en un 80% y llevó al exilio a unos siete millones de venezolanos, según la ONU.