Los rostros de 23 de las víctimas en explosión de San Cristóbal
El COE informó ayer que los muertos por la tragedia ascienden a 32
Este lunes se cumple una semana del trágico hecho
Todo nombre tiene detrás una historia, también los de las 32 personas que, según confirmaron las autoridades, fallecieron a causa de la explosión ocurrida el pasado lunes 14 de agosto en San Cristóbal, la cual truncó una tarde normal y la convirtió en un infierno de fuego, pesar y dolor.
La explosión, que ocurrió pasadas las 3:00 de la tarde, en un área comercial de la ciudad de San Cristóbal, dejó también más de 55 heridos y pérdidas económicas millonarias.
El Centro de Operaciones y Emergencias (COE) informó que de los fallecidos reportados, hasta el momento, se han identificado trece cadáveres. Once de estos han sido entregados a sus familiares.
Fue tras separar los restos calcinados, que el ministerio público aumentó a 32 el número de víctimas mortales.
La explosión ocurrió en la calle Padre Ayala, destruyó cuatro empresas y afectó al menos a nueve establecimientos.
Entre los muertos hay menores de edad, también padres y madres que dejaron a sus hijos huérfanos. Diario Libre les puso rostro a 22 nombres de las 32 víctimas, cada una con una historia que se truncó, se las compartimos.
- HÉCTOR RAMÓN RAMÍREZ CUELLO
Héctor Ramón Cuello, de 58 años, se encontraba realizando labores de mecánica a las afueras de la tienda Toledo cuando ocurrió la explosión.Sus parientes lo definieron como un hombre humilde, solidario, amable y único, dispuesto a servir a los demás. No tenía hijos, sin embargo, contaba con el amor de sus sobrinos, ya que para ellos él se ganó el título de padre por su buen corazón.
- VÍCTOR MANUEL HERNÁNDEZ
El joven de 30 años se dedicaba a la ebanistería y aprovechó que un amigo le daría un aventón hasta la tienda textil Toledo, para comprar telas y forrar un comedor. Víctor Manuel Hernández había llegado a la tienda pocos minutos antes de producirse el estallido en las proximidades.
- ANA YRIS CRUCETA
Dejó una niña de 12 años en la orfandad. Trabajaba en la tienda Toledo, en la segunda planta, y soñaba con darle un mejor futuro a su hija, quien no ha vuelto a hablar luego de la tragedia. El padre de la niña, aunque tenía un tiempo separado de Ana Yris, la define como una mujer intachable, enfocada en lo que se proponía y siempre con una sonrisa la cual iluminaba su rostro.
- IRMA ISABEL DIPRÉ
Tenía más de cinco años sirviendo como maestra de básica de una escuela pública de San Cristóbal. Era un trabajo que realizaba con el corazón, debido a que lo más importante para ella era enseñar e instruir a los niños. El día de la explosión, Irma Isabel decidió acudir a la tienda Toledo a comprar un detalle para su casa. Justo cuando coordinaba con su esposo para que la pasara a buscar, quien estaba frente al local, ocurrió la explosión que cortó la llamada y su vida. Su esposo Carlos Jovanny Veras recibió quemaduras de tercer grado en gran parte de su cuerpo y recibe atenciones médicas en la unidad de quemados del Ney Arias Lora. Según comentó un hermano de la víctima, Carlos Jovanny no ha perdido el conocimiento y pudo decir algunas palabras. Todavía no sabe lo ocurrido con su esposa.
- LUZ ESTHER MATEO GERMÁN
La dama salió a comprar materiales a DT Ferretería, uno de los edificios que resultó más afectado tras la explosión. Luz Esther estaba acompañada por a su esposo Ángel Luis Uribe y Paulette Brea, una niña que ella cuidaba, de siete años. Viajaban en una camioneta blanca, la cual estaba estacionada en la zona del incendio y quedó totalmente destruida por la explosión. La señora atendía a la menor mientras su madre llegaba del trabajo y, para no dejarla sola, se la llevó junto a su pareja a comprar los materiales.
- ÁNGEL LUIS URIBE
Ángel Luis es el esposo de Luz Esther, con quien, según sus parientes, formaba una pareja cristiana que siempre trataba de actuar de manera correcta. Él conducía el vehículo en el que llegaron a la ferretería, que resultó totalmente destruida por el incendio y la explosión. Residían en Estebanía, Hatillo, en San Cristóbal.
- PAULETTE BREA
Era la niña de siete años que se encontraba con Luz Esther y Ángel Luis, cuando salieron a buscar unos materiales. Su padre, quien regresó al país desde los Estados Unidos tras enterarse de la muerte de su hija, acudió junto a la madre de esta para realizarse la prueba de ADN y esperar respuestas de las autoridades de Inacif para determinar si uno de los cadáveres encontrados bajo los escombros pertenece a su niña. La pequeña pasaba mucho tiempo con la pareja con la que murió, quienes la trataban como si fuera su propia hija.
- KARINA HEREDIA PÉREZ
Karina Heredia, de 28 años, trabajaba como contadora de la tienda de textiles Toledo, en horario de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. Por lo que se encontraba en el establecimiento cuando ocurrió la tragedia.
- RAFAEL SOLANO
El señor Rafael Solano, de 60 años, se dedicaba a realizar labores de ebanista y residía en el sector Lavapiés, de San Cristóbal. El día de la explosión acudió junto a su amigo Darío Cuevas Cuevas en busca de unas telas a la tienda Toledo. Tiene tres hijos, dos hembras y un varón, quienes están destrozados al hablar de que su padre era todo para ellos. Ahora enfrentan una vida sin su apoyo y presencia.
- FRANCIS JULIÁN MATEO ENCARNACIÓN
El joven de 19 años trabajaba en la veterinaria La Esperanza, la cual resultó totalmente quemada durante la explosión. Su madre se encontraba en Inacif procurando su cadáver, el cual fue identificado por una prenda que tenía y también porque no se quemó totalmente. Aun así, será sometido a una prueba de ADN, como lo requieren los demás fallecidos.
- EMIL FANUEL FIGUEREO BÁEZ
"Fuiste un ser maravilloso en toda su expresión. Te amaré y recordaré cada día de mi vida", fueron las palabras de un hermano de Figuereo, quien es otra de las víctimas de la explosión.A Emil, a quien cariñosamente le decían Fane, lo definen como un buen hijo, excelente hermano, un esposo maravilloso, buen padre, pero, ante todo, un buen amigo.
- JESSICA BRITO
Jessica María Brito, de 25 años, acudió a la zona del desastre a comprar unos materiales a la tienda Toledo junto a su motorista de confianza, quien también perdió la vida. La dama dejó tres hijos en la orfandad, menores de edad, uno de ellos padece de discapacidad psicomotora como secuela tras sufrir meningitis.
- SANTO MANUEL DE JESÚS
Santo, conocido cariñosamente como Ruddy, se dedicaba al motoconcho y había tomado el servicio para llevar a Jessica Brito. Con ella se trasladó a la tienda Toledo. Justo cuando estaban llegando ocurrió la terrible explosión.
- ANA ANLLELIN NIVAR TINEO
La dama, de 45 años, realizaba labores domésticas y había acudido a la tienda Toledo a comprar una tela. Dejó tres hijos menores de edad en la orfandad.
- REINA HEREDIA
Reina Heredia residía en el sector Los Cantines y se encontraba en la fábrica de depósito de plásticos, donde se cree inició el incendio.
- JUAN MATEO CASILLAS
El señor Juan Mateo trabajaba en la tienda Toledo. No tenía hijos, sin embargo, una sobrina expresó que para ella él era el padre perfecto por el amor tal que le brindaba a ella y a sus hermanos.
- FAUSTINO NIVAR DOÑE
Tenía 50 años. Había salido con su esposa a la tienda Toledo en busca de una tela para tapizar un mueble. Sus familiares creían que estaba ingresado en el hospital Juan Pablo Pina, sin embargo, no se trataba de su pariente. Dejó a dos niños huérfanos.
- ERIDANIA JORGE
Tenía 32 años. Iba junto a su pareja Faustino Nivar en busca de una tela a la tienda Toledo al momento de la explosión. La pareja dejó dos niños en la orfandad.
- MARIELA ROSARIO
Tenía 22 años. Trabaja en la tienda Toledo e iba a iniciar la universidad. Quería ser enfermera. Su padre, Saury Rosario, la define como una joven tranquila, feliz y trabajadora.
- REYES SOTO ABAD
Tenía 31 años. Vendía empanadas en la zona del desastre. Vivía en el barrio Los Molinas, de San Cristóbal. El 98 % de su cuerpo se quemó y falleció en el hospital Juan Pablo Pina.
- JULIO AGUSTÍN VITTINI CUEVAS
Julio, cariñosamente Chichi. Su hermano Ervin Vittini Cuevas, denunció en medios de comunicación que el cuerpo fue entregado a otra familia.
- JORGELINA RAVELO ENCARNACIÓN
Se desempeñaba como gestora del Área de Negocios de la sucursal de Banreservas en San Cristóbal. La institución lamentó su muerte.
- STEISY PINALES
Tenía 15 años. Fue una de las primeras víctimas de la explosión. Residía en el paraje Semana Santa de este municipio. Estaba en Toledo.
Investigación del Ministerio Público
El Ministerio Público informó el pasado viernes que avanza sus investigaciones en torno a la explosión ocurrida el pasado lunes 14 de agosto en el municipio de San Cristóbal, cuyo origen ubica en la empresa Vidal Plast.
El organismo adelantó a través de una nota de prensa que tiene a varias personas bajo investigación y dijo que posee evidencias que "comprometen la responsabilidad penal de responsables que, con sus acciones, causaron daños irreparables en la población cristobalense".
"En el Ministerio Público tenemos a varias personas bajo investigación. Desde que se produjo la explosión y se inició el incendio los equipos de la fiscalía están movilizados con el apoyo de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público", indicó Fadulia Rosa Rubio, fiscal titular de San Cristóbal, mediante una información enviada por la Procuraduría General de la República.
Rosa María Morillo nunca olvidará cómo se salvó de la terrible explosión del lunes, 14 de agosto. Acudió a la fábrica de plásticos en compañía de su hija, de seis años, por la calle Padre Ayala para comprar materiales para el techo de zinc de su vivienda.
"Yo estaba en la orillita (de la fábrica), iba a dar unos pasos para entrar a pagar cuando doblé el plástico, que lo sacudí, ahí fue que pasó. Yo nada más dije: Carla, ven", detalla la mujer, quien salió disparada del lugar tras la explosión. El plástico que tenía se me prendió encima, yo traté de defenderla (a la niña), ella se quemó menos", narró.