Vigilante muerto durante triple crimen en Bonao estaba desarmado, aseguran familiares
Entienden Basilio Lebrón murió por una mala actuación policial
Basilio Lebrón, el vigilante muerto a tiros a manos de un hombre que previamente mató dos mujeres en Bonao, provincia Monseñor Nouel, estaba desarmado.
Así lo establece Yesica Lebrón, hija de la víctima, quien asegura que por disposición de la administración del complejo Samanta los encargados de seguridad no podían utilizar armas.
"De tener una pistola papi no se hubiera dejado matar", sostiene.
Entiende, además, que su padre murió por la falta de acción de las unidades de la Policía Nacional que se presentaron al lugar.
Indicó que su progenitor fue atacado luego de que el victimario pasó armado caminando entre dos policías, sin que estos intenten enfrentarlo.
En un video, filmado en el interior del residencial, los agentes solo le ordenan a Campusano soltar el arma de fuego, llamado que éste ingnoró y siguió su curso hasta la entrada del centro.
Basilio Lebrón, quien murió a causa de heridas de bala que le propinó Carlos Campusano Arias, tenía cuatro meses de servicio en dicho complejo, de los más de dos años que llevaba trabajando para la empresa Placencia Segurity.
El victimario, quien fue identificado como Carlos Julio Campusano Arias, de 58 años, también mató a María Juana Ortiz Portorreal, de 41 años, y a Mayra Mordán García, de 52.
Además, el agresor hirió de bala en el hombro izquierdo a su hijo, Víctor Alfonso García, de 34 años, y por herida de arma blanca a Wandy Tomás Bonifacio Ramírez, de 42, propietario de la residencia donde laboraba su esposa Mordán García, quien fue ultimada en el lugar.
En su informe del hecho, la Policía Nacional afirmó que el feminicida fue herido por agentes de una patrulla que éste enfrentó luego de cometer los crímenes.