Barrick tendría listos a finales de año estudios exigidos por el Estado para presa de colas
Ejecutivos de la minera informaron que la presa El Llagal podría ser reforestada tras el cierre
Barrick Gold espera tener listos para finales de este año los estudios de impacto ambiental y prefactibilidad exigidos por el Estado para la aprobación de una nueva presa de colas en Sánchez Ramírez, mientras que la empresa minera adelantó que la presa de colas actual será sometida a un proceso de recuperación que la permitirá que los terrenos, incluso, sean usados para fines agrícolas.
La presidenta de la minera canadiense, Juana Barceló, expresó el interés de la multinacional en presentar en el último trimestre de 2022 a las autoridades dominicanas los estudios de rigor.
“Todavía no podemos decir que tenemos una fecha exacta porque nosotros tenemos que contratar consultores internacionales (…) queremos que sea en el último trimestre del año”, sostuvo Barceló.
Al ser preguntada sobre el mayor desafío que enfrenta la minera, a propósito de esta etapa de búsqueda de un espacio para la nueva instalación, la presidenta de Barrick citó el desconocimiento de la población. “Aquí ahora hay tres presas de cola (Mejita, El Llagal y Lagunas) y nunca ha habido problemas, pero hay mucho desconocimiento y a la gente le dicen cosas que no son correctas, ese es el principal reto que tenemos”, señaló.
La presa en El Llagal
Se estima que en el año 2027 concluiría la operación de la presa de colas El Llagal, ubicada en las instalaciones de la mina de Barrick Pueblo Viejo, en la provincia Sánchez Ramírez.
De acuerdo a Juan José Pepín, encargado de la presa, después de esa fecha la presa de colas El Llagal podrá ser reforestada e incluso, ser utilizada en actividades agrícolas.
Colocarán vegetación
“La presa no se abandona, sino que entramos en un proceso de cierre; se coloca una cobertura sobre el material de relaves ya depositado y esa cobertura, luego de colocado, se revegeta, se coloca material vegetal y se revegeta toda la zona y, finalmente, hacemos un cierre responsable de la facilidad de entrega al medio ambiente del área que utilizamos durante la operación”, expuso el encargado de la presa a un grupo de periodistas que visitó las instalaciones mineras como parte del Diplomado sobre Minería para Periodistas facilitado por el Ministerio de Energía y Minas.
Reiteró que toda la zona se estaría revegetando con especies endémicas de la República Dominicana para mantener el equilibrio ecológico y que sean plantas nativas. Dijo que antes de hacer el proceso de siembra de plantas se procede al análisis de la calidad del suelo, el tipo de semillas que se van a utilizar, de las especies que se van a colocar, lo cual es muy variable.
Ante la pregunta sobre si se pudiera utilizar para labores agrícolas, Juan José Pepín aseguró que “sí, dentro de un periodo de tiempo razonable en lo que se construye la cobertura, se coloca la capa vegetal”.
Añadió que el proceso de construcción de la presa de colas El Llagal concluirá en el 2025 y las operaciones o vida útil concluiría en el 2027. De acuerdo a los datos facilitados por la minera, la instalación de la presa de colas El Llagal es de clase mundial y ha sido diseñada, construida y operada con los estándares más estrictos a los que se apega Barrick a nivel global.
Detalla que su modalidad de construcción es aguas abajo, diseñada como estructura de retención de agua y no descarga al medio ambiente. Además, el agua que queda sobre la superficie de la presa de colas es llevada de nuevo a la mina mediante un sistema de tuberías y bombas de impulsión, facilitando con esto el tratamiento y la reutilización del agua en el proceso minero.
Barrick explica que la presa está ubicada a 3.5 kilómetros de la parte sur de la Planta de Procesos de la mina. La capacidad mínima de la presa siempre debe estar sobre los 12.4 millones de metros cúbicos, para poder responder ante eventos atmosféricos.
Apunta que adicional a la capacidad, en la presa del Llagal mantienen la capacidad equivalente a seis meses de producción con el propósito de asegurar una operación sostenible. El documento emitido por la minera indica, además, que, en su construcción, mantenimiento y supervisión, participan más de 400 personas certificadas en cada turno. Y la elevación final de la presa por diseño está contemplada a 265 metros sobre el nivel del mar.
“Minería satanizada”
A juicio de Juana Barceló, “la minería ha sido satanizada en nuestro país”, situación que atribuye a varias gestiones que no fueron responsables en el pasado. En ese sentido, Barceló lamentó que en la República Dominicana existan proyectos que no han salido ante la mala percepción que hay sobre el sector.
Aseguró que “la minería ha cambiado y lo importante es que las cosas se hagan bien. “Pienso que lo importante es que se permita el desarrollo de las comunidades, la minería logra cambios mayores que otros tipos de industria; lo importante es que se fiscalice y se haga un cumplimiento responsable”.
De lograr la autorización de las autoridades, Barrick Pueblo Viejo iniciaría la primera etapa de construcción de la presa en 2024. En tanto que las operaciones se realizarían desde 2028 hasta 2046.
La obra conllevaría la reubicación de familias de El Hijo, Arroyo Vuelta, El Rayo, Las Tres Bocas, El Naranjo y Jagua Mocha, las seis comunidades que serían impactadas por el proyecto, de acuerdo a lo informado por la minera.
Al ser preguntada sobre si la minera prevé nuevas exploraciones para el hallazgo de posibles yacimientos de oro, Juana Barceló sostuvo que ese tema es “relativo”, debido a que la probabilidad de hallar un espacio de exploración es de un 1%. “Nosotros siempre estamos dispuestos a que si hay personas que entiendan que hay oro, y nos llaman, nosotros vamos y revisamos, pero, muchas veces, tú encuentras oro, pero no en cantidades comerciales explotables”, señaló. Explicó que la minera se rige por estándares muy altos, debido a que las normas ambientales, sociales y técnicas que siguen son en búsqueda de las mejores prácticas. “Por eso limitamos mucho el tipo de inversión que hacemos”, concluyó.