Rafael Toribio: “En la mesa se habló de que hay que eliminar el derecho a veto en el CNSS”
Hay que empezar diciendo que el presidente del CES está satisfecho de cómo avanzan las Mesas que el presidente Abinader pidió organizar para emprender reformas sustanciales
Agosto no es una fecha simbólica solo para el Gobierno. También es el horizonte de tiempo con el que trabajan los responsables de llevar a buen término los trabajos en las Mesas del Consejo Económico y Social (CES). Para Rafael Toribio, su presidente, es un momento muy adecuado, el ecuador de la gestión gubernamental, para entregar los informes finales de las 14 Mesas que han reunido a representantes políticos, funcionarios, empresarios. En realidad... a todo los sectores que tenían algo que decir sobre el tema tratado.
Los trabajos preparatorios comenzaron en septiembre de 2021 y la Mesa del Agua, la primera en organizarse, inauguraba las sesiones en noviembre. Las dificultades logísticas fueron evidentes desde el principio; once mesas temáticas trabajando simultáneamente no es algo fácil de organizar. En este punto, Toribio destaca y agradece la disposición de las universidades en ofrecer sus instalaciones y apoyo logístico.
—Resumiendo... ¿cómo van los trabajos?
Vamos bien. Cinco Mesas han terminado ya los trabajos: Seguridad Ciudadana y Reforma Policial, Transparencia e Institucionalidad, Transformación Digital, Transporte, Reforma y Modernización de la Administración Pública.
(Un día después de esta conversación, cerró también los trabajos la Mesa de Salud.)
—Parecen las más técnicas, las teóricas.
Hay temas que por su complejidad y porque se trabajan en otros escenarios también van a presentar sus informes un poco más adelante. Pero la fecha de agosto me parece la óptima. Es un material con el que el Gobierno puede trabajar en la segunda parte de su gestión. Es un buen momento.
—A casi un año de empezar los trabajos... ¿las Mesas han sido útiles?
Sí, sin duda. He participado en otros procesos que podrían entenderse similares, como el Diálogo Nacional y este método de trabajo ha tenido aportes diferenciadores que lo han enriquecido.
—¿Cuál sería el matiz diferenciador?
En otros procesos dirigidos por el presidente de ese momento, él era el conductor, quien dirigía. Ahora se ha trabajado con representantes de todos los involucrados en cada cuestión hasta el nivel de ir a las comunidades involucradas. Es el caso de la Mesa del Agua.
—No parece que el presidente Abinader tuviera en mente aquellos diálogos nacionales que duraban años...
No, en absoluto. Quiere conclusiones, resultados.
—Desde el Gabinete del Agua ya tenían trabajo adelantado.
Sí, pero no han terminado. El tema es tan amplio, tan complejo y afecta a nivel territorial. Así que han viajado por todo el país recogiendo las inquietudes y la experiencia de las comunidades.
—No se puede negar que algunos tengan dudas sobre la eficacia de estos trabajos...
Sí, y entiendo que haya cierto escepticismo sobre los resultados porque el ciudadano puede pensar que hay muchos escenarios de diálogo, de pactos o de discusiones que luego no avanzan en soluciones concretas. Pero creo que en esta ocasión el método elegido para las discusiones ha sido acertado: se busca el consenso pero no es obligatoria la unanimidad.
—Además, no son conclusiones vinculantes...
Exacto. Se trata de recoger todas las visiones, todos las propuestas de los involucrados y redactar un informe que luego los encargados de ejecutar las políticas públicas y los que deben legislar sobre la materia deben considerar.
—O ignorar olímpicamente...
Claro, podría ser... por eso ha sido tan importante la presencia de los partidos políticos en las mesas. Sus técnicos han contribuido a las conclusiones, así que sus jefes políticos tienen ese compromiso moral de considerar las propuestas.
—La reforma constitucional encontró un muro en los políticos participantes. ¿En las Mesas han trabajado bien?
Sí, con la participación de técnicos de los partidos. Muy bien.
—La Mesa de la Seguridad Social... ¿avanza?
Es un tema muy complejo, pero sí se ha avanzado en una dirección: hay que eliminar el derecho a veto que tienen los participantes, de los miembros del Consejo Nacional de la Seguridad Social. Hace inviable, imposible avanzar en determinadas reformas. El caso más evidente es el de la cesantía, en el Código de Trabajo. Entre respetar los derechos adquiridos y elaborar una normativa que regule el seguro de desempleo a partir de una fecha... hay mucho campo para que los actores involucrados negocien. Es un tema que lleva estancado, yo diría que demasiado tiempo, así que en algún momento hay que cambiar el método de trabajo.
—No veo a los empresarios o a los sindicalistas o al propio gobierno renunciando a un derecho a veto que les permite seguir “negociando”...
Bueno... es difícil.
Rafael Toribio traía a la presidencia del CES un curriculum de actividad pública en escenarios no partidarios extensa y fructífera. A la pregunta de cómo han coexistido la sociedad civil y los partidos políticos en este escenario de trabajo, tiene un recuerdo para el Padre Jorge Cela: — Hubo hace años un momento en que se discutía entre quedarse en el territorio de las organizaciones sociales o dar el salto a la política. Discutíamos en una organización cuál era le mejor camino, porque unos querían participar directamente en política. Jorge Cela lo resumió muy bien: “la diferencia está en que el partido político aspira a llegar al poder y la organización social aspira a que le gobiernen adecuadamente”.
—Decía usted que hay temas que sobre pasan la capacidad de estas mesas.
Le pongo el ejemplo de un tema que se eliminó, el de los hidrocarburos. El escenario internacional, tanto del cambio climático como de la guerra de Ucrania y lo que estos eventos implican para las políticas de cambio de matriz energética de las plantas o de precios internacionales, es determinante. No tenía sentido comenzar unas discusiones a nivel local como las que se establecen aquí.
—Pasó lo mismo con la de Migración y Política Exterior?
Es un tema altamente sensible. Son temas que se establecen a los más altos niveles, las relaciones exteriores. Y el de migración es un tema de seguridad nacional, que se maneja también al más alto nivel. Las discusiones se podían mantener, pero realmente no tenía mucho sentido manejarlos en este escenario.
—¿Qué pasa en la de Medio Ambiente? Es un tema altamente sensible...
Se ha dado una situación muy alentadora. Representantes de los ambientalistas y del gobierno, con posiciones a menudo enfrentadas, han encontrado puntos de acuerdo muy interesantes. Eso es importante. Influyó en eso el talante conciliador del ministro Orlando Jorge Mera. El día posterior a su muerte estaba agendada una reunión de trabajo de la mesa. Se sintió mucho, fue un impacto muy grande lo que pasó.
—Imaginemos que logran su meta de entregar en agosto. ¿Y después qué?
A seguir trabajando. El presidente Abinader nos ha pedido que desde el CES estructuremos un seguimiento para que el trabajo de las Mesas no quede en un simple papel. Así lo haremos, cada área, cada mesa temática tendrá su seguimiento.