Personal de Aduanas ingresa a yate Flying Fox retenido en puerto de San Soucí
Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos investiga el megayate propiedad de un magnate ruso
Pasadas las 6:30 de la tarde de este viernes, un grupo de inspectores y militares identificados con chalecos y gorras de la Dirección General de Aduanas (DGA) penetró al lujoso yate Flying Fox, propiedad de un magnate ruso anclado en el puerto Don Diego, en Sans Soucí, desde el lunes pasado.
La embarcación está vinculada a una investigación en la que participan autoridades dominicanas y de Estados Unidos.
En esta ocasión, los miembros de la DGA permanecieron por más de media hora conversando en una de las oficinas del yate, luego procedieron a inspeccionar los distintos niveles de la embarcación. Se desconocen los temas tratados en la reunión.
Diario Libre pudo observar más temprano que algunos de los tripulantes hacían ejercicios en el área cercana al megayate.
Asimismo, se pudo ver que cuatro chicas que eran parte de la tripulación salieron a la avenida Francisco Caamaño o Avenida del Puerto y tomaron un taxi Uber con rumbo desconocido.
El megayate Flying Fox está valorado en 455 millones de dólares. Las autoridades dominicanas confirmaron que el yate pertenece a un magnate ruso, al que no identificaron. Sin embargo, una publicación de la revista Forbes detalla que la embarcación pertenecería a Dmitry Kamenshchik, empresario y propietario del aeropuerto más grande de Europa del Este.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, los Estados Unidos y otras naciones han aplicado sanciones a Rusia. En ese sentido, a los oligarcas rusos se le han confiscado propiedades, como parte de las sanciones.
La salida de la embarcación del puerto dominicano estaba prevista para este viernes, pero fue retenida por el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security Investigations, HSI) que lleva una investigación sobre organizaciones criminales terroristas y transnacionales que amenazan o buscan explotar las leyes aduaneras y de inmigración de los Estados Unidos.