A la cárcel de La Victoria no llega el fin del hacinamiento
Desde hace décadas se advierte de la “bomba de tiempo” en que se ha convertido ese penal
Las denuncias de corrupción, las trifulcas y las tragedias son recurrentes en la cárcel de La Victoria desde hace más de dos décadas, sin que se logren concretar ambiciosos y costosos proyectos que dignifique la situación de los más de 7,000 reclusos de ese penal.
No han valido las frecuentes intervenciones que se producen después de escándalos de privilegios, penetración de drogas y armas, así como motines que concluyen con muertos de reos. Y es que, con menos de dos años, las autoridades de la actual Procuraduría General de la República han realizado varios operativos en esa cárcel, el primero de ellos que incluyó la remoción de toda la dotación policial y la asignación de nuevos efectivos, el 17 de septiembre de 2020.
La última intervención se produjo el pasado martes, en la que se desmanteló una amplia estructura tecnológica que incluía un centro de retransmisión de señal de internet para que todos los presos con acceso a un teléfono celular pudieran tener conectividad wifi. La conexión era tan potente que los reos suplían data incluso a residentes del sector donde está ubicado el centro.
La medida para controlar las actividades ilícitas el pasado martes y después de una pelea entre reclusos que dejó tres muertos por armas de fuego y diez heridos, se llevó de paso a la directora de la penitenciaría, María Solano. Por Solano se nombró a Yeni Olga Hernández y por el comandante Manuel Rojas Polanco se designó al coronel Edwin Marrero. En el operativo se incautó, además, 89 cámaras, ubicadas en diferentes puntos de La Victoria y controladas por los reclusos, según reveló la directora del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, Patricia Lagombra.
15 reos mueren quemados
En los últimos veinte años se han iniciado varios proyectos para dar por terminado el calificado “oprobio” en lo que se convirtió La Victoria, que cumplirá el 10 de agosto 70 años de ser inaugurada. En octubre de 1996 se anunció un plan para repararla y descongestionarla. Esas remodelaciones empezaron, pero cuatro años después no habían concluido y en medio de los trabajos se produjo un incendio, el 18 de marzo del 2000, con un saldo de 15 reos muertos y 20 heridos.
Proyecto de La Nueva Victoria
El último proyecto de crear un espacio digno que sirva de recuperación y de reinserción de los reclusos de La Victoria se inauguró días antes de concluir el último gobierno del expresidente Danilo Medina y el cual es calificado como una “estafa al Estado”. El complejo, en el que se invirtió casi RD$7,000 millones, está ubicada en el sector La Parra, del municipio San Antonio de Guerra, en Santo Domingo. No se ha trasladado ni un solo recluso al lugar porque, según el Ministerio Público, forma parte de una serie de cárceles que se construyeron sin las condiciones más mínimas para ingresar a un ciudadano, además de que se levantó en un terreno “pantanoso”. La obra es sometida actualmente a una auditoría por parte de la Cámara de Cuentas.