Laguna Cristal, un manantial cristalino en Samaná
SAMANÁ. Recostada en la falda de una las montañas que forman el parque nacional Los Haitises y rodeada de árboles centenarios, está “Laguna Cristal”, uno de los cenotes o manantiales de agua dulce más impresionante del país.
Esta corriente de agua cristalina es único en la zona, por lo que tiene que ser protegido y explotado turísticamente, con sumo cuidado.
Es un área protegida, ubicada en la falda de una de las montañas que da inicio al parque nacional Los Haitises por la línea divisoria de las provincias de Monte Plata, Samaná, María Trinidad Sánchez y Duarte.
El color cristalino de sus aguas, lo adquiere, según los lugareños, por la penetración de los rayos solares que se filtran por las copas de los árboles. Muchos creen que la cristalidad del agua se debe a la profundidad del lago.
Es una suspensión rodeada de agua en medio del bosque tropical, donde las bellezas escénicas naturales, obliga a disfrutarlo con un baño.
En sus zonas adyacentes se acunan muestras significativas de bosques húmedos y pluviales, que contribuyen de manera significativas a la condensación del vapor de agua de los vientos alisios, que provocan lluvias acentuadas en los Llanos Costeros del Este.
Está además al lado del asentamiento humano conocido como Cristal, con una población aproximada a los 700 habitantes, que viven de la producción agrícola, la ganadería y la pesca en las aguas del cenote, el caño que sale de él y del río Barracote.
Su profundidad ha sido estimada por el Ministerio de Medio Ambiente en unos 200 metros, aunque los lugareños dicen que es “impensada”, y te hablan de un hecho y que ya tienen como leyenda, que arrastran desde el siglo XX, que da cuenta que un camión cayó a sus aguas y no se supo jamás del aparato.
Es alimentada por las aguas subterráneas de los mogotes o elevaciones montañosas de Los Haitises.
De su espaciosa charca, nace un canal o arroyo con 1.2 kilómetros de longitud navegable, que alimenta al caudaloso río Barracote, que desemboca en la bahía San Lorenzo.
Llegar a la confluencia donde se fusionan o mezclan las aguas brotadas del cenote con las del río Barracote, es encontrarse con un “hormiguero” de pescadores artesanales que utilizan nylon, masa de alevines de camarones y lombrices como o señuelo, para la captura de peces de agua dulce.
Localizada en la comunidad de Cristal, en Sánchez, provincia de Samaná, este tesoro tiene la particularidad de que se puede llegar por la vía marítima, recorriendo más de 30 millas náuticas, zarpando desde los embarcaderos de Caño Hondo, en Sabana de la Mar, Sánchez y el de Samaná, recorriendo las tranquilas aguas de las bahías de San Lorenzo y Samaná.
También se llega por aire, utilizando helicópteros que aterrizan en el poblado de Cristal y por tierra.